La Constitución de Sánchez
Como El País lo hacen con los folios que les pasa el Gobierno, nos enteramos por él de que "El refuerzo de las tropas de Estados Unidos en Rota no se votará en el Congreso". El artículo 94 de la Constitución, ésa que Pedro Sánchez cree que el PP no cumple, dice: "La prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de tratados o convenios requerirá la previa autorización de las Cortes Generales, en los siguientes casos: (…) b) Tratados o convenios de carácter militar". Es verdad que el mismo tratado permite a las partes celebrar acuerdos administrativos. Pero aumentar el despliegue de fuerzas extranjeras con dos destructores más no es un acuerdo administrativo. Encima, el tratado está caducado (como el mandato del Consejo General del Poder Judicial), lo que hace que su reforma sin pasar por las Cortes sea aún más inconstitucional si cabe.
Las razones que impulsan al Gobierno a interpretar que no necesita la autorización de ese Parlamento que tanto dice respetar son obvias. Esa votación daría ocasión a mostrar un Gobierno dividido, pues Podemos y la mayoría del resto de la morralla en la que este Gobierno se apoya votaría en contra. De modo que la ampliación de la presencia de la marina norteamericana en España sólo sería posible si el PP vota a favor de ella tras haber apelado el PSOE a su sentido de Estado, algo que Sánchez dice que no tiene. Para evitarle al presidente ponerse colorado una tarde en el Congreso de los Diputados, tenemos que forzar por enésima vez la entrada en vigor de una norma abiertamente inconstitucional. Pero, al Gobierno no le preocupa que haya más o menos fuerzas estadounidenses en España. A Sánchez lo que le importa es que Biden se haga fotos con él y que no se note demasiado que Podemos, con tal de seguir en el Gobierno, tiene tragaderas bastantes como para engullir sin remilgos sapos capitalistas, militaristas y atlantistas de este tamaño.
Sin embargo, que los socialistas y comunistas pasen por cualquier cosa con tal de continuar en el poder ya no es noticia. Es la oposición la que tiene la obligación de exigir que se cumpla la Constitución y que la modificación de un convenio militar tan importante que afecta a nuestra soberanía nacional sea sometida a las Cortes. Si el PSOE no lo hace, deberá recurrirlo al Constitucional, a ver cómo la nueva "mayoría progresista" explica que permitir que dos destructores norteamericanos más operen desde un puerto español no necesita la aprobación del Legislativo. Y, si al final el Gobierno no lo lleva, tendría el PP que apretarle las tuercas a Sánchez para que rompa la coalición con Podemos a cambio de su voto a favor. Nada de eso ocurrirá porque aquí se vive de ficciones. Si se denuncian golpes de Estado inexistentes y se ignoran los que de verdad intentan dar los independentistas ¿qué no pasará con la constitucionalidad de los convenios militares internacionales?