Pepe Pérez Sirvent: “El respeto hacia uno mismo es el primero de los propósitos que nos tenemos que aplicar”

No siempre se cumplen las metas del nuevo año, pero ayuda tenerlas fijadas y comprometerte con ellas. ¿Cómo van los propósitos de 2025? Cada año lo mismo, pensarán algunos, y están en lo cierto. El problema es que o no planteamos propósitos, o no lo hacemos bien, y por eso se termina de nuevo otro año sin cumplirlos.

Tener un propósito: Al final de cada año agarro mi agenda, miro el apartado de objetivos y veo qué tal ha ido. Hago un repaso y establezco un gran propósito para el nuevo año y metas más pequeñas que me acerquen a ese propósito. ¿Cuál es tu principal propósito de 2025? Si no tienes ninguno, tu propósito es tener un propósito principal.

Ser útil: En Japón tienen el término 'ikigai' que significa algo así como 'tener una razón por la que despertarte cada mañana'. El ikiga está formado por diferentes apartados que implican el trabajo y cómo afecta eso a la sociedad. Podemos ser útiles en nuestro puesto de cajero de supermercado intentando hacer que las personas se vayan mejor de lo que llegaron con un simple comentario, o de las mil y una formas que se te ocurran. Ser útiles en la sociedad nos hará sentirnos muy bien.

 Serenidad y paz de espíritu: Acostarte cada día sereno y en un estado de paz plena de espíritu es uno de los principales propósitos de año nuevo que debemos buscar. Para conseguirlo tendremos que rascar en qué son las cosas que nos roban ese estado de plenitud e intentar modificarlas poco a poco y en la medida de lo posible.

Cuidar a las personas que tengo cerca o que se han alejado un poco: La salud no es únicamente mental y física, sino también social. El ajetreo diario hace que no cuidemos nuestros lazos sociales, ya sea con familia o amigos. Planificar nuestra salud social al igual que programamos las horas del gimnasio puede forjar relaciones sólidas que nos harán sentir bien en el presente y el futuro.

Alejarme de las pantallas: Las pantallas mal utilizadas son uno de los peores enemigos de nuestro tiempo. ¿Has comprobado alguna vez cuánto tiempo utilizas tu móvil? Te sorprenderá ver cómo horas y horas cada día se van por el retrete, nunca mejor dicho si lo usas mientras estás en el baño. Reducir el uso del móvil o la televisión puede ser un gran paso para dárselo a mejorar las conexiones sociales o para entrenar más y comer mejor.