Nilva Álamo e Isabel Yubero: “Fue una suerte no vender el Casino Mediterráneo, hoy vuelve a ser un gran empresa”
El pasado 13 de febrero, todavía no se cumplen tres meses, volvió a reabrir sus puertas el Casino Mediterráneo de la Vila Joiosa. Todo un símbolo que ha acompañado la vida de los ciudadanos de Benidorm y la comarca de la marina baja y una fotografía que está perenne en el recuerdo de varias generaciones.
La emblemática sala ha vuelto desde entonces a ofrecer varias zonas destinadas a juego, ocio, torneos de póker, gastronomía y arte. El establecimiento vuelve de la mano del Grupo Acrismatic, con quien arrancó hace más de 40 años, la misma empresa y la misma familia que le vio nacer y que ahora, de nuevo, lo vuelve a poner al servicio de una zona que merece una sala de estas características y esta clase social.
Han acondicionado la sala creando, según nos informó la empresa en su momento, 77 nuevos puestos de trabajo, lo que ya de por sí merece nuestro aplauso y reconocimiento. Se habla poco del empresario y se le critica mucho, una forma de expresión con la que no vamos a comulgar nunca en este medio.
Empleos que se distribuyen en áreas como atención al cliente, restauración, seguridad o mantenimiento, entre muchos otros. La última vez que el casino Mediterráneo abrió sus puertas fue la noche del 19 de marzo de 2010 tras varios procesos de Expedientes de Regulación de Empleo que provocaron sonadas manifestaciones en la Vila. El casino cerró y se trasladó a Alicante, intentando por entonces vender la propiedad al tiempo que abrió otra sala en Benidorm, la anunciada venta no se produjo y ahora, 15 años después, retoma la actividad en la sala que llegó a dar trabajo a más de 300 personas de la comarca.