Manuel Sánchez: “El Cantero de Cuelgamuros” es el primer libro que me ha demostrado que nunca dejaré de escribir”
Laura Manzaneda, la protagonista de esta historia, llegó a su nuevo destino en La Nucía, en la provincia de Alicante, a principios de los años 30 para ejercer su vocación de maestra.
Allí conoció, tras un desagradable incidente, a Víctor Losada, un cantero del pueblo del que se enamoraría y con el que, un poco más tarde, se casaría.
Una preciosa historia de amor que pronto se vería interrumpida por el estallido de la guerra civil española: Víctor fue movilizado para defender a la república. Intervino en varios de los episodios de la contienda, y al acabar la guerra fue hecho prisionero y condenado a muerte.
Una jugada del destino hizo que su pena capital se conmutara por cadena perpetua y destinado a uno de los batallones de redención de penas por trabajo, que se crearon para tratar de sacar a España de la destrucción que la guerra había provocado. Su habilidad lo llevó a que en poco tiempo fuera recomendado por sus propios encargados para trabajar como ayudante en el taller del escultor don Juan de Ávalos. Gracias a ese buen hacer en el taller consiguió que se le perdonara la totalidad de la pena de prisión y que obtuviera la libertad.
Al regresar a su casa se enteró de quién era el culpable de la trágica muerte de su hijo. Una irrefrenable sed de venganza invadió su corazón y su mente. La esperanza en un mundo mejor, el amor, la venganza, la avaricia y el crimen son las pasiones humanas que mueven a los personajes de esta novela de sorprendente final.