Artículo de Opinión de Santiago Alcarranza
Querido Leopoldo: Sabes perfectamente el cariño y aprecio personal que te profeso, al mismo tiempo que sé que eres consciente de las profundas divergencias ideológicas que mantenemos en ciertos temas, uno de ellos, nuestras respectivas y contrapuestas opiniones sobre Donald Trump y lo que este personaje significa.
Después de leer tu reciente artículo titulado” D. Trump y Nacho Cano, un rayo de esperanza” he sentido el incontenible impulso de contestar al citado artículo específicamente en lo que se refiere a Donald Trump.
Yendo directamente al núcleo de la cuestión afirmas en tu artículo, en primer lugar, que “Donald Trump, es el presidente que nadie quería y al que ahora todos rinden pleitesía”. Bueno…. ¡Que nadie lo quería no es del todo exacto diría yo! …. Para empezar en EE UU -y para su desgracia y la del mundo, me temo- 77 millones de norteamericanos que le han votado con Elon Musk a la cabeza. En el resto del mundo personajes tan significativos como Putin o Netanyahu, junto con todos los dirigentes de regímenes autoritarios-por calificarlos de manera suave- o con aspiraciones de serlo, como es el caso de varios dirigentes y políticos europeos, algunos de ellos incluso dentro de nuestro propio país. Me viene a la mente nuestro proverbial refrán de “dime con quien vas y te diré quien eres”.
Es llamativo el caso de China, donde en una reciente encuesta global sobre la opinión mundial respecto al regreso de Trump a la casa blanca realizado por la universidad de Oxford, la sociedad China, según dicha encuesta, se muestra claramente favorable a dicho regreso.
Considerando el nivel de “libertad” con el que la sociedad china puede expresarse, resulta inconcebible que dicha opinión contradiga los deseos de su “democrático y respetuoso gobierno con la disidencia”. Y la pregunta entonces sería; ¿por qué uno de los países más amenazados e insultados por Trump ve de manera positiva el regreso de Trump a la casa blanca? Muy sencilla la respuesta; porque en el fondo le consideran uno de los suyos por sus fondos y maneras autocráticas fundamentalmente, su nacionalismo y ansias imperialistas, su manejo impúdico de la desinformación y la mentira reiterada como arma política y, sobre todo, por su profundo odio y desdén por las democracias liberales fundamentalmente de Europa.
Si Trump decide quedarse con Groenlandia y el canal de Panamá e intenta que Canadá sea el estado 51 de la Unión ¿quién le va a discutir a China su “derecho a quedarse” con Taiwán?
Al igual que en el pacto Molotov-Ribentrop de 1939 donde la URSS y la Alemania de Hitler se repartieron Polonia a pesar de sus aparentes diferencias ideológicas- ambos regímenes podrían presumir legítimamente de haber sido las dictaduras más crueles y sangrientas de la historia- y estar claramente en trayectoria de colisión bélica, ello no les impidió colaborar en el corto plazo ignorando, cínicamente ambos, su ineludible destino de confrontación, pues la seducción de verse mutuamente reflejado en el otro pudo mucho más que cualquier otra consideración. Creo que el paralelismo con la simpatía que despierta Trump en el régimen chino, a pesar de sus amenazas e invectivas, es evidente.
Nuevos devotos de Trump en EE UU, a los que seguramente te refieres en tu artículo, son Mark Zuckerberg y Jeff Bezos entre otros. Ciudadanos obviamente “desinteresados, cuyos intereses están clarísimamente alienados con los intereses de los mortales comunes”. El insignificante detalle de que estemos hablando de las personas más ricas e influyentes del planeta, y seguramente de la historia, no debería hacernos sospechar, ni siquiera por un momento, que su pleitesía busque algún tipo de interés personal o para sus empresas. Considerando sus perfiles, trayectorias e intereses, debemos decididamente concluir que solo les mueve su filantropía y pasión por la igualdad de oportunidades y la justicia social para su país y el resto del mundo.
Continuas tu articulo con la siguiente aseveración, cito textualmente, “Consiguió (Trump) la reforma de la justicia con mayores dosis de compasión en los EE UU”.
Confieso que, de todas, esta es la afirmación que más me ha desconcertado e impactado. Para empezar, ignoro que hechos te han llevado a semejante conclusión, sobre todo en lo relativo a la compasión, porque lo que son reformas si que las puso en práctica, aunque dudo mucho que pudiesen calificarse como compasivas, ni siquiera, por sus más ciegos admiradores. Examinemos los hechos:
Durante los 4 años de mandato de Trump se llevaron a cabo 13 ejecuciones federales:
Estas ejecuciones se produjeron entre julio de 2020 y enero de 2021, después de un intervalo de 17 años sin ejecuciones federales en EE. UU.
La administración Trump reinstauró las ejecuciones federales tras una pausa desde 2003. Este aumento generó controversias, ya que muchas de las ejecuciones ocurrieron durante los últimos meses de su mandato, incluida una serie de ejecuciones programadas en medio de la transición presidencial.
En comparación con sus antecesores:
Barack Obama (2009-2017)
- Número de ejecuciones federales: 0.
Bill Clinton (1993-2001)
- Número de ejecuciones federales: 1.
Naturalmente los defensores de Trump podrían argumentar que estamos hablando de 2 presidentes “rojos peligrosos”, “apóstoles irredentos de la ideología woke” cuyas motivaciones no obedecen a la compasión, sino más bien a su deseo oscuro y perverso de socavar los fundamentos de la civilización cristiana y desproteger deliberadamente a la gente de bien. Por lo tanto, examinemos los datos de alguien menos radical…. Alguien de “centro izquierda” desde, naturalmente, la perspectiva de los partidarios de Trump, me refiero a:
George W. Bush (2001-2009)
- Número de ejecuciones federales: 3.
Resumen Comparativo
Presidente |
Ejecuciones Federales |
Contexto |
Donald Trump |
13 |
Reanudación tras 17 años de pausa; número más alto desde 1963. |
Barack Obama |
0 |
Pausa mientras se revisaban protocolos de inyección letal. |
George W. Bush |
3 |
Casos de alto perfil, incluida la ejecución de Timothy McVeigh. |
Bill Clinton |
1 |
Cambios legislativos que aceleraron algunos procesos de pena de muerte. |
Conclusión
El enfoque de Trump hacia la pena de muerte fue excepcionalmente agresivo en comparación con sus predecesores recientes. Este aumento dramático, especialmente en los últimos meses de su mandato, marcó una ruptura con las tendencias de pausa o uso limitado de ejecuciones federales vistas en las últimas décadas. Tal y como decía anteriormente, difícilmente podría calificarse de compasiva esta política. Su trato a los inmigrantes, su obsesión por la construcción del muro en la frontera sur con Mexico, la traumática separación de menores respecto de sus padres en la frontera, no son hechos que contribuyan precisamente a sustentar la idea de la compasión. En definitiva, atribuir a Trump la cualidad de la compasión, sería tanto como atribuir a Hitler cierta simpatía por los judíos.
Continúas señalando que “dejó el legado de la menor tasa de paro y mejores datos económicos durante su anterior mandato”. De nuevo me veo en la obligación de rebatirte con datos y hechos.
Para ponernos en perspectiva examinemos la herencia que legó Obama a Trump, la herencia que este último legó a Biden y la herencia que de nuevo va a recibir Trump de Biden:
Herencia Económica de Obama a Trump (2017)
Barack Obama asumió la presidencia en 2009 en medio de la Gran Recesión, la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Para cuando entregó el poder a Donald Trump en enero de 2017, la economía estadounidense había experimentado una recuperación significativa, aunque no sin desafíos pendientes.
Herencia Económica de Trump a Biden (2021)
Donald Trump asumió la presidencia en 2017 con una economía en expansión, pero su mandato estuvo marcado por eventos extremos, como la pandemia de COVID-19, que transformó drásticamente el panorama económico en 2020.
Comparativa: Herencia de Obama a Trump vs. Trump a Biden
Indicador |
Obama a Trump (2017) |
Trump a Biden (2021) |
PIB (último año) |
Crecimiento del 1.6% |
Contracción del -3.4% |
Tasa de desempleo |
4.7% |
6.3% |
Déficit fiscal |
3.2% del PIB |
15% del PIB |
Deuda pública |
76% del PIB |
100% del PIB |
Mercado bursátil (S&P) |
+230% (2009-2017) |
+67% (2017-2021) |
Conclusión objetiva
- Obama dejó una economía estabilizada tras la Gran Recesión, con desempleo bajo, crecimiento moderado y un déficit controlado, aunque con niveles de deuda elevados.
- Trump heredó una economía en expansión, pero entregó un panorama más incierto debido a los efectos de la pandemia, con altos niveles de desempleo y deuda, aunque con un mercado bursátil en máximos históricos.
Ambos presidentes enfrentaron contextos únicos, pero las crisis económicas marcaron significativamente sus legados.
Contexto general de la economía bajo Biden (2021-2025):
Biden implementó medidas de estímulo y políticas económicas destinadas a abordar la recuperación tras la pandemia, la inflación y los desafíos estructurales de la economía estadounidense.
Herencia económica que recibe Trump de Biden (2025):
Indicador |
Estado actual (2025) |
PIB (crecimiento) |
Moderado (~2% anual en 2024). |
Tasa de desempleo |
Baja (alrededor de 3.8%). |
Inflación |
Controlada (~3%), tras picos altos en 2022. |
Tasas de interés |
Elevadas (rango del 5-6%). |
Déficit fiscal |
Elevado, aunque en ligera disminución. |
Deuda pública |
Muy alta (>120% del PIB). |
Inversiones estratégicas |
Fuerte enfoque en infraestructura y energía. |
Mercado bursátil |
Estable con crecimiento en sectores clave. |
Fortalezas de la herencia económica:
- Mercado laboral robusto: Baja tasa de desempleo, indicando una economía resistente.
- Inflación bajo control: Éxito en reducir la inflación tras los picos de 2022.
- Inversiones en infraestructura: Base para un crecimiento económico a largo plazo, especialmente en sectores energéticos y sostenibles.
Desafíos de la herencia económica:
- Deuda y déficit elevados: Riesgos fiscales significativos, especialmente en un contexto de altos costos de intereses.
- Tasas de interés altas: Restricción sobre el consumo y la inversión privada.
- Desigualdad económica: Persistencia de disparidades en ingresos y acceso a oportunidades.
Conclusión
Cuando Trump asuma la presidencia heredará una economía más estable que en la transición de 2021, con inflación controlada y un mercado laboral fuerte, pero enfrentará desafíos como altos niveles de deuda, un entorno de tasas de interés restrictivas y la necesidad de sostener el crecimiento económico en un contexto de desaceleración global.
A la luz de todo lo expuesto en esta materia, es claramente UN MITO y una desinformación la supuesta superioridad en la gestión económica de Trump, tanto frente a Obama, como frente a Biden.
Afirmas también que fue “el presidente que menos inmigración extraditó a pesar de todo lo que se dijo” Bueno, fundamentalmente era él mismo el que decía-y presumía- de sus planes de deportación masiva, incluso ahora mismo continúa presumiendo con- y le cito literalmente- “llevar a cabo las mayores deportaciones de la historia” Si no lo hizo antes -dato que desconozco-fue por los contrapesos que no pudo superar, pero que ahora no existen ya, pues domina el congreso, el senado, el tribunal supremo, las redes sociales, así como muy importantes medios de comunicación y los que aun no domina claramente se hallan en actitudes absolutamente temerosas, por lo que podrá poner en práctica sus políticas “compasivas” de deportaciones masivas, sin mayores restricciones, si tal es su deseo.
Terminas tus referencias a Trump advirtiendo en tono admonitorio que “se preparen todos aquellos que pretendan seguir viviendo de la farándula”, y lo adviertes con razón, pues se apresuran a sustituirles estos otros ultra millonarios, miembros y consejeros del gobierno más plutócrata de la historia, cuya noble aspiración es seguir viviendo mas a cuerpo de rey si cabe, mientras ejercen su poder e influencia no solo en EE UU, sino en todo el resto del mundo, haciendo, de este, un lugar a medida de sus deseos, caprichos y ambiciones más extravagantes.
Que el cielo nos guarde y proteja del Señor Trump, pero sobre todo de sus seguidores y afectos inquebrantables por todo el mundo.
Adjunto, para quien los quiera consultar, datos económicos más detallados y significativos sobre los mandatos de Obama, Trump y Biden. Esto es información de fuentes oficiales, contrastada y contrastable.
Puntos destacados de la herencia económica de Obama a Trump:
- Crecimiento económico:
- En 2016, el último año de Obama, el PIB creció un 1.6%, reflejando una desaceleración respecto a años anteriores.
- Sin embargo, durante su presidencia, el crecimiento promedio anual fue de aproximadamente 2.1%, recuperándose de la contracción de -2.5% en 2009.
- Mercado laboral:
- La tasa de desempleo cayó del 10% (2009) al 4.7% (enero de 2017), marcando una recuperación significativa.
- Se crearon alrededor de 11.3 millones de empleos netos durante sus dos mandatos.
- Déficit fiscal y deuda:
- El déficit presupuestario disminuyó del 9.8% del PIB (2009) al 3.2% (2016).
- Sin embargo, la deuda pública aumentó significativamente, pasando del 52% del PIB en 2009 al 76% en 2016, en gran parte debido a medidas de estímulo para combatir la recesión.
- Mercado bursátil:
- El índice S&P 500 creció más del 230% durante la administración Obama, impulsado por políticas monetarias expansivas de la Reserva Federal.
- Problemas pendientes:
- Aunque hubo una recuperación sólida, persistían desigualdades económicas, con salarios estancados para algunos sectores.
- El crecimiento del PIB fue más moderado en comparación con expansiones previas.
Puntos destacados de la herencia económica de Trump a Biden:
- Crecimiento económico:
- Entre 2017 y 2019, el crecimiento promedio del PIB fue del 2.5%, más alto que el de Obama, pero inferior al 3% prometido.
- En 2020, la economía se contrajo un -3.4% debido a la pandemia, siendo la peor recesión desde 1946.
- Mercado laboral:
- Antes de la pandemia, el desempleo alcanzó un mínimo histórico del 3.5% (2019), marcando una economía robusta.
- Para enero de 2021, la tasa de desempleo era del 6.3%, tras un pico del 14.7% en abril de 2020 debido a la crisis sanitaria.
- Déficit fiscal y deuda:
- El déficit presupuestario aumentó significativamente, pasando del 3.1% del PIB (2017) al 15% del PIB (2020), impulsado por recortes fiscales y paquetes de estímulo durante la pandemia.
- La deuda pública ascendió al 100% del PIB (2020), frente al 76% que heredó en 2017.
- Mercado bursátil:
- Los índices bursátiles alcanzaron máximos históricos durante su mandato. El S&P 500 creció aproximadamente un 67% entre 2017 y 2021.
- Pandemia de COVID-19:
- La respuesta inicial a la pandemia generó críticas y contribuyó al colapso económico en 2020, aunque los paquetes de estímulo ayudaron a evitar una crisis más profunda.
- Problemas pendientes:
- Amplias disparidades económicas, exacerbadas por la pandemia.
- Incremento en la deuda y la dependencia de estímulos fiscales para la recuperación.
Puntos clave de la economía en la transición Biden-Trump (2025):
- Crecimiento económico:
- El crecimiento del PIB fue sólido en 2021 (+5.9%) debido a la recuperación post-pandemia, pero se moderó en 2022 y 2023 con tasas en torno al 2%.
- Para 2024, el crecimiento económico habría sido modesto, reflejando una economía en expansión controlada, aunque con retos relacionados con tasas de interés altas y ajustes del mercado laboral.
- Mercado laboral:
- La tasa de desempleo se mantuvo baja, alrededor del 3.5% al 4%, marcando un mercado laboral fuerte.
- Aunque hubo crecimiento en los empleos, sectores como tecnología y bienes raíces enfrentaron tensiones debido a cambios estructurales y políticas monetarias restrictivas.
- Inflación y tasas de interés:
- La inflación alcanzó máximos en 2022, superando el 9% en su punto más alto, pero las políticas de la Reserva Federal y ajustes económicos lograron reducirla a niveles más manejables (alrededor del 3% en 2024).
- Las tasas de interés permanecieron elevadas, reflejando los esfuerzos de la Reserva Federal para combatir la inflación.
- Déficit fiscal y deuda pública:
- El déficit presupuestario se mantuvo elevado debido al gasto en infraestructura, programas sociales y subsidios energéticos, aunque se redujo respecto al nivel de emergencia de 2020.
- La deuda pública superó el 120% del PIB, en gran parte impulsada por medidas de estímulo, costos crecientes de intereses y una base tributaria insuficiente para compensar el gasto.
- Inversiones y transición energética:
- Biden impulsó políticas climáticas y de infraestructura, como la Ley de Infraestructura Bipartidista y la Ley de Reducción de la Inflación, con fuertes inversiones en transición energética y manufactura. Estas iniciativas dejaron una base para el desarrollo a largo plazo, aunque con un impacto limitado en el corto plazo.
- Mercado bursátil y confianza empresarial:
- El mercado bursátil se mantuvo estable, con crecimientos moderados en sectores como tecnología, energía renovable y manufactura, aunque las empresas enfrentaron presión por los costos del capital más caro.