8 minutos de gloria y un desenlace inesperado: ¿Por qué ha explotado el Starship de SpaceX?

Cuando el gigantesco cohete Starship de SpaceX ascendió estruendosamente desde Boca Chica, Texas, la tarde del 16 de enero de 2025, el mundo contuvo la respiración. Este colosal vehículo, de 123 metros de altura, es mucho más que un cohete: representa el sueño de Elon Musk de llevar a la humanidad más allá de los límites de la Tierra, hacia la Luna, Marte y más allá

Sin embargo, solo ocho minutos después de su lanzamiento (a 143 kilómetros de altura y más de 19.000 kilómetros por hora de velocidad), la nave se desintegró en el cielo a las 23:37 hora peninsular española. La lluvia de restos, una imagen espectacular que parece propia de una película de ciencia ficción, ha originado el desvío de aviones en la zona.

Más allá del espectáculo pirotécnico, la pérdida del Starship no ha sido un simple fracaso. Ha sido una prueba "al límite", como lo define SpaceX, diseñada para desafiar el vehículo y llevarlo a sus extremos. No obstante, esta vez, el cohete más grande y poderoso del mundo no pudo completar su misión. 

Según un análisis preliminar proporcionado por Musk en un post en "X" (antes conocido como Twitter), la causa del desastre fue una fuga interna de oxígeno líquido que provocó un aumento de presión más allá de la capacidad de ventilación de la nave. "Nada hasta ahora sugiere retrasar el próximo lanzamiento más allá del próximo mes", ha escrito Musk, manteniendo su característico optimismo frente a la adversidad.

Un lanzamiento ambicioso con un desenlace inesperado

El objetivo de esta misión era repetir el éxito del lanzamiento y recuperación del propulsor Super Heavy, mientras el Starship surcaba el cielo en una trayectoria casi orbital sobre el Golfo de México. En su interior, SpaceX había cargado diez satélites simulados, con la intención de ensayar su despliegue en órbita. El vuelo comenzó con fuerza: los 33 motores Raptor del propulsor se encendieron al unísono, empujando el cohete hacia el espacio.

El Super Heavy completó con éxito su separación en caliente y regresó al sitio de lanzamiento, donde fue atrapado con precisión por los brazos robóticos de la torre, conocidos cariñosamente como "los palillos chinos". Sin embargo, en la segunda etapa, la Starship experimentó un incendio en la sección trasera, lo que llevó a una "desmontaje rápido no planificado", como lo describió la compañía.

Consecuencias en el aire y en la Tierra

El impacto del fracaso no se limitó al cohete. La explosión afectó el tráfico aéreo en la región del Golfo de México, obligando a vuelos comerciales a desviarse de sus rutas para evitar posibles fragmentos de escombros. Algunos vuelos incluso se detuvieron temporalmente en aeropuertos como el de Miami, según testigos y registros de plataformas de seguimiento como FlightRadar.

Aunque no se han consignado daños graves ni heridos, el episodio ha sido un recordatorio de los riesgos inherentes al desarrollo de tecnologías disruptivas. Los ingenieros de SpaceX ahora se enfrentan a la tarea de analizar los datos y realizar las mejoras necesarias, entre las cuales ya se mencionan la incorporación de sistemas de supresión de incendios en la cavidad problemática y el aumento de la capacidad de ventilación para futuras misiones.

Lecciones desde la frontera espacial

Este ha sido el séptimo vuelo de prueba del Starship, un programa ambicioso que ya ha tenido altibajos significativos. Con todo, a pesar de los reveses, SpaceX sigue siendo pionera en su enfoque iterativo y acelerado de desarrollo aeroespacial.

Este enfoque de "prueba hasta fallar", que recuerda a otro gran inventor como Edison, es clave para los objetivos más amplios de SpaceX, que incluyen el transporte rápido y reutilizable de carga y pasajeros. La NASA ha confiado en el Starship para futuras misiones lunares, mientras que Musk mira aún más lejos, hacia la colonización de Marte. Un sueño quizás irrealizable, dada la tecnología actual, pero que sin duda puede favorecer el desarrollo de muchas innovaciones en diversos campos

La próxima nave y su propulsor ya están construidos y en pruebas preliminares, listos para otro intento en las próximas semanas. Para Musk y su equipo, cada error es un paso hacia la perfección. El sueño de una humanidad multiplanetaria está lejos de ser sencillo, pero con cada lanzamiento, incluso aquellos que terminan en llamas, SpaceX nos recuerda que alcanzar las estrellas es cuestión de propósito y tesón.