La restauración llevará a los tribunales el cierre de 15 días fijado en Cataluña
El sector de la restauración impugnará ante Justicia el cierre forzoso de bares y restaurantes durante los próximos 15 días, limitando su actividad a la entrega de comida a domicilio o a servirla para llevar, después de que el Govern aprobara nuevas medidas para controlar la expansión del Covid-19 en Cataluña.
Este miércoles, en la comunidad, la tasa del riesgo de rebrote estaba en 362,16, un nivel que no se registraba desde finales de marzo, y la velocidad de reproducción de la enfermedad se situaba en 1,37.
Los restauradores consideran que sus establecimientos no son el foco principal de la expansión de la pandemia, puesto que aplican todas las medidas de prevención y control e insisten en que un segundo cierre puede ser "letal" y llevarse por delante gran parte de los 35.000 locales, la mayoría pequeños propietarios, de los cuales 9.000 en la ciudad de Barcelona.
El director general del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, denunció que el cierre se ha impuesto de manera "inmediata" y sin apenas "medidas de apoyo", y por considerar que es inadecuado y jurídicamente muy cuestionable. El sector argumenta su extrema situación después de superar los meses de cierre por confinamiento con el estado de alarma durante el segundo trimestre del año y la lenta recuperación de la actividad que se registra desde el pasado mes de julio, periodo que también ha venido marcado por medidas de control puntuales y acotadas ante el rebrote de los positivos por coronavirus en Cataluña.
Consideran insuficientes las ayudas planteadas por la Generalitat, con una dotación inicial de 40 millones para ayudas directas a establecimientos en los que la restauración sea la única actividad; y con otra línea de avales extraordinarios para cubrir necesidades de liquidez de tesorería a partir de 12.000 euros.
Por su parte, en nombre de la patronal Fecasarm, que representa tanto al ocio nocturno como a la hostelería, su secretario general, Joaquim Boadas, aseguró que ya trabajan en un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
2.000 euros por local
Esta asociación estima que las pérdidas diarias -sin distinguir entre fines de semana y laborables- pueden ser de unos 2.000 euros por local, incluyendo tanto costes de alquiler como otros gastos fijos, por lo que estima que la factura global de ese cierre de dos semanas puede ser de unos 1.000 millones de euros.
El Govern está estudiando algún tipo de medida que solvente el pago de las rentas de alquiler de los establecimientos afectados, de manera que baraja incorporar en el Código Civil catalán una cláusula llamada rebus sic stantibus que busca que los propietarios puedan aplazar estos pagos mientras duren las medidas restrictivas decretadas ahora o en el futuro.
Otras limitaciones
Las medidas, que entran en vigor a medianoche del jueves aunque primero deben ser ratificadas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), también incluyen la limitación del aforo en comercios al 30%, y se cerrarán todos los "servicios con contacto" excepto las peluquerías. Los centros comerciales y las tiendas de más de 400 metros cuadrados deberán controlar el aforo en tiempo real. En los equipamientos culturales se limitará el aforo al 50% y deberán cerrar como máximo a las 23 horas.
La actividad deportiva no profesional quedará suspendida estos 15 días y los gimnasios se limitarán a un 50% del aforo, los actos religiosos también al 50%, los parques y jardines públicos y áreas de juego infantil cerrarán a las 20.00 horas, y se suspende la apertura de salones de juego, casinos y bingos.
Un 30% menos de comercios
Por su parte, los comerciantes tampoco aceptaron que limitar el aforo al 30% sea la mejor medida para un sector que, solo en Barcelona ciudad, puede desaparecer el 20% de los establecimientos.
La nueva restricción es "la estocada definitiva" que "acabará de hundir" el sector y que pretender reducir la movilidad acotando el número de personas que pueden entrar en un establecimiento "no tiene sentido", aseguraba el presidente de Barcelona Comerç, Salvador Vendrell.
Vendrell ha asegurado que el comercio estaba empezando a recuperar poco a poco la facturación, aunque todavía costaba que la gente entrara a mirar, como hacían antes, y que estas nuevas medidas son un "golpe muy duro" para el sector, porque, además no ve muy claro que solo vayan a durar 15 días. Según Vendrell, la crisis del coronavirus había provocado hasta junio el cierre del 5,5 % de los comercios que barceloneses.
También en declaraciones a Efe, el presidente de la asociación Retail.cat, Joan Carles Calbet, ha alertado de que cada vez que ha habido restricciones o cierres de comercios o restauración "el consumo ha caído frenéticamente", por lo que, si las nuevas restricciones no van acompañadas de un plan de ayudas, "va a ser la ruina".
Eleconomista.es