La NASA ha creado una nueva aleación: es 1000 veces más resistente que el resto y está impresa en 3D
No sólo de misiones épicas vive la NASA. Dentro de su intrincada organización, podemos encontrar todo tipo de laboratorios, instalaciones y departamentos. Por ejemplo, existen ubicaciones dedicadas a la gestión de telescopios espaciales como el NuSTAR y otras a controlar los robots que recorren Marte. Ahora, descubrimos cómo la agencia espacial es capaz, también, de crear sorprendentes aleaciones.
NASA
Materiales impresos en 3D y preparados para las misiones espaciales del futuro
Gracias a una reciente publicación en la página web de la NASA, hemos conocido la existencia de la aleación GRX-810, un nuevo tipo de metal que se crea a partir de un proceso de impresión en 3D y que mejora tanto la resistencia como la dureza de los componentes que la conforman. Su uso futuro incluirá la creación de diferentes elementos que se acoplarán en la industria de la aviación y la exploración espacial.
El GRX-810 es una aleación reforzada por dispersión de óxido que puede soportar temperaturas de más de 1.000ºC. Además, este novedoso material es mucho más maleable que sus componentes y tiene una resistencia 1.000 veces superior a otras aleaciones. Es por ello que el GRX-810 es perfecto para integrarlo en el interior de aeronaves o en los motores de los cohetes, dada su capacidad de soportar duras condiciones.
Según la agencia espacial norteamericana, muchas son las mejoras que se han conseguido con la aleación GRX-810 respecto a otros materiales similares. Entre las mismas se pueden destacar:
El doble de fuerza para resistir fracturas.
Tres veces y media más flexible antes de fracturarse.
Mil veces más resistente en altas temperaturas.
Dale Hopkins, perteneciente al departamento de Tecnologías y Herramientas Transformacionales de la NASA, afirma que:
Las partículas de óxido a nanoescala transmiten los increíbles beneficios de rendimiento a esta aleación. Este descubrimiento es revolucionario para el desarrollo de materiales. Nuevos tipos de materiales más ligeros y duros juegan un papel fundamental mientras la NASA intenta cambiar el futuro de los vuelos.