La Guardia Civil interviene 500 kilogramos de marihuana a una empresa que fingía comerciar legalmente con cáñamo

La Guardia Civil de Alicante ha detenido a los

cinco integrantes de una banda criminal que traficaba con cogollos de marihuana

desde una nave industrial en San Vicente del Raspeig.

En los registros, los agentes han intervenido 500 kilogramos de cogollos de

marihuana con un alto contenido de THC, 30.000 euros, 40 gramos de hachís,

800 secaderos portátiles, numeroso material para el tratamiento de los cogollos,

así como los vehículos empleados para ejecutar la actividad delictiva.

El pasado 21 de octubre, varios ciudadanos de San Vicente del Raspeig

alertaron a la Guardia Civil de un intenso olor a marihuana en las inmediaciones

de un polígono industrial de la localidad.

El Área de Investigación de San Vicente del Raspeig inició las averiguaciones

para esclarecer los hechos. En primer lugar ubicaron la nave, situada en pleno

polígono, de la que, efectivamente, emanaba un fuerte olor.

En un primer reconocimiento de las inmediaciones, los agentes apreciaron una

infraestructura y un trasiego de personas y vehículos que les indujo a la

sospecha de que en su interior debía haber una cantidad considerable de esta

sustancia.

En un momento dado, los agentes vieron salir un camión frigorífico de la nave

que tomaba dirección a la autovía. Decidieron darle el alto y el conductor, lejos

de hacer caso a las señales de los agentes, emprendió la huída. Los agentes se

vieron obligados a bloquearles el paso con el vehículo oficial, obligándolos a

detener el camión. Al abrir la puerta trasera del camión, hallaron apiladas un gran

número de bolsas de basura, llenas de cogollos de marihuana: en total, 325

kilogramos.

Inmediatamente, los agentes solicitaron la entrada y el registro de la nave

industrial de la que procedía camión, así como la de la vivienda en la que

residían los cinco autores. En la nave, localizaron otros 150 kilogramos de

cogollos, preparados en cajas de cartón. Además, encontraron 800 secaderos

portátiles de un metro cuadrado, un millar de cajas vacías, deshumidificadores,

básculas y una importante infraestructura material para el secado de la

marihuana. En la vivienda, los agentes incautaron marihuana y hachís envasados

en pequeñas dosis, además de 500 euros.

El líder, se encargaba de alquilar los vehículos con los que la banda hacía los

transportes de la marihuana. Era el encargado de organizar la logística y el que

daba las instrucciones al resto de los componentes.

Otras dos personas eran las encargadas de trasportar la mercancía en camiones

frigoríficos. Los dos últimos, eran los encargados de guardar la droga dentro de

la nave. Hacían turnos para dormir en las instalaciones y evitar la entrada de

ninguna persona ajena a la organización.

Tenían dada de alta una empresa ficticia de comercio legal de fibra de cáñamo

para eludir la acción policial. Tras ser descubiertos, alegaban que la sustancia

intervenida no contenía ningún principio psicotrópico, si bien, el análisis

efectuado ha arrojado que se trata de marihuana con un alto contenido en

tetrahidrocanabinol, principal constituyente psicoactivo del cannabis.

La investigación se llevó a cabo en apenas una semana, ante el riesgo de que

los autores detectaran la vigilancia policial y optaran por darse a la fuga.

Han sido detenidas cinco personas como presuntas autoras de un delito de

tráfico de drogas, y pertenencia a organización criminal. Se trata de cinco

varones de entre 27 y 49 años, uno de nacionalidad holandesa, otro de

nacionalidad suiza, otro de nacionalidad sueca, otro de nacionalidad francesa, y

el último de nacionalidad española.

Tras ser puestos a disposición judicial, la Autoridad ha decretado el ingreso en

prisión de tres de ellos. Los otros dos, han quedado en libertad con cargos.

En esta operación, la Guardia Civil ha intervenido 500 kilogramos de cogollos de

marihuana; 30.000 euros, de los cuales 29.500 se encontraban ocultos bajo la

carcasa del salpicadero del vehículo del líder de la banda; 40 gramos de hachís;

800 secaderos portátiles; numeroso material para el tratamiento de los cogollos;

así como los vehículos empleados para ejecutar la actividad delictiva.

La droga intervenida, que pretendía ser exportada a Suiza, dónde habría

alcanzado en el mercado ilegal, un valor de 750.000 euros.