España deberá vacunar a 28 millones de personas más antes del verano para cumplir con el objetivo del 70%
2021 ha arrancado como el año de la esperanza para acabar con la pandemia gracias a la irrupción de las vacunas contra el coronavirus. Sin embargo, los retrasos en la producción, las diferentes políticas reguladoras y de compraventa o las dudosas prácticas de algunas compañías (como AstraZeneca) en la distribución de las dosis, han provocado que, hasta ahora, el ritmo de vacunación sea muy desigual en función de cada país.
Hasta la fecha se han inoculado en todo el mundo unos 290 millones de dosis, según el sitio web OurWorldInData, de la Universidad de Oxford. Estados Unidos es, de lejos, el país que más está vacunando, con 82,5 millones de dosis administradas. El presidente Joe Biden, a diferencia de su antecesor, ha hecho de la lucha contra la pandemia su principal objetivo, algo que se está notando también en el ritmo de vacunación. De hecho, en vista de la buena marcha del proceso, esta misma semana, el presidente norteamericano ha anunciado que adelantará a mayo su objetivo de tener vacunados a todos los adultos del país. Estados Unidos está empleando una ley pensada para tiempos de guerra con el objetivo de garantizar la producción masiva, lo que, por ejemplo, obliga a empresas rivales, como Merck y Johnson & Johnson, a colaborar para multiplicar las dosis.
No obstante, aunque los estadounidenses son primeros en términos absolutos, no sucede lo mismo en términos proporcionales. Israel es el país del planeta que más rápido está vacunando en relación a su población, con 98 dosis por cada 100 habitantes. En total, 4,8 millones de residentes han recibido la primera y más de 3,5 millones están ya inmunizados. Tal ha sido el éxito de los israelíes que algunos países de la UE, como Dinamarca o Austria, han acudido a ellos en busca de colaboración, ante la lentitud en la llegada de vacunas al viejo continente.
El segundo país por número de vacunados es China, con 52 millones de dosis inoculadas, apenas un 1,7% de su población, una cifra un tanto extraña, sobre todo teniendo en cuenta que el país asiático (el más habitado del mundo) fue el epicentro de la pandemia y el primero en tener una vacuna propia disponible. Dejando a un lado la credibilidad de sus cifras (todas ellas cuestionadas), algunos atribuyen esta baja tasa de vacunados a la buena situación epidemiológica que atraviesa el país unida a la dificultad logística que entraña vacunar masivamente a tantos millones de ciudadanos.
Otros países destacados en este terreno están siendo Emiratos Árabes Unidos, el segundo país del mundo en población inmunizada (22%) o Chile, el líder indiscutible de Sudamérica. Esta nación latinoamericana ocupa el cuarto puesto en vacunación y esto se debe a la habilidad en la negociación de las vacunas, que ha servido para garantizar 35 millones de dosis de diversos laboratorios y de la plataforma Covax. En el país suramericano ya hay más de 8,5 millones de dosis -del laboratorio chino Sinovac- y hoy llegaron más de 230.000 de Pfizer. La vacuna de AstraZeneca también fue aprobada y las autoridades se encuentran revisando la de Johnson & Johnson y la rusa Sputnik V.
La nación europea (aunque no de la UE) que mayor ritmo sigue imprimiendo a su vacunación es el Reino Unido. A día de hoy, los británicos son terceros en número total de vacunados (más de 21,95 millones) y también en dosis administradas por cada 100 habitantes (32,33). La apuesta de inmunización de este país se ha centrado en retrasar hasta 12 semanas la inoculación de la segunda dosis de los preparados -el de Oxford/AstraZeneca y el de Pfizer/BioNTech- con el objetivo de inmunizar el máximo de personas posible con la mayor rapidez.
España, como la UE: 'ni fu ni fa'
La situación en nuestro país no es, ni mucho menos, la peor, pero tampoco hemos destacado especialmente en nada. España ocupa el décimo lugar del mundo en dosis administradas por cada 100.000 habitantes y el 15º en términos absolutos. Hasta la fecha, el Sistema Nacional de Salud ha vacunado a 4,47 millones de personas con una dosis; y a 1,34 millones con ambas
Son cifras muy similares a las de otros países de nuestro entorno, como Francia, Alemania o Italia. Aunque la estrategia de vacunación de la UE está siendo un éxito en términos de equidad, algunos países miembros comienzan a impacientarse tanto por la lentitud en la aprobación de nuevas vacunas como por los continuos retrasos en la llegada de las ya existentes.
Pese a estas dilaciones, el Ministerio de Sanidad mantiene su objetivo de vacunar al 70% de la población antes del verano. Aunque lo cierto es que para alcanzar esa ambiciosa meta el ritmo de vacunación debería escalar exponencialmente ya que deberían ponerse dosis a, al menos, 28 millones de personas más en los próximos tres meses. Y eso sin contar todas las que vayan recibiendo la segunda...
Nuevas vacunas y velocidad de crucero
Afortunadamente, para el segundo trimestre del año se espera no solo un incremento en la llegada de las vacunas contratadas por la UE, sino la aprobación de nuevos antígenos para combatir el virus. En estos momentos existen 79 vacunas en fase clínica y 182 más en preclínica, según la Organización Mundial de la Salud.
Previsiblemente, la próxima en aprobarse será la de Janssen, filial europea de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson, que solicitó el pasado 16 de febrero una licencia de uso condicional. El veredicto final sobre su calidad, eficacia y seguridad de la vacuna, que ya ha sido aprobada en EEUU, lo dará la Agencia Europea del Medicamento (EMA) este próximo jueves 11 de marzo. Este antígeno emplea una versión atenuada del virus, tal y como hace la de AstraZeneca. La gran ventaja con respecto a las demás es que solo será necesaria una dosis para adquirir la inmunidad, algo que agilizará mucho el proceso de vacunación.
El comité de medicamentos humanos también está evaluando en tiempo real las vacunas del covid-19 del laboratorio alemán CureVac y estadounidense Novavax, aunque ninguna de las dos ha solicitado aún una licencia de uso condicional y no hay fecha para que puedan presentar la solicitud.
La última vacuna que ha comenzado a estudiar la EMA es la Sputnik V rusa, que utiliza un adenovirus atenuado como la de AstraZeneca. Sin embargo, a diferencia de las anteriores, la Comisión Europea y autoridades rusas, cuyas relaciones diplomáticas no pasan por el mejor momento, no han llegado aún a ningún acuerdo, por lo que, en caso de que la EMA dé luz verde, no hay ninguna obligación de incluirla en su estrategia comunitaria de vacunación.