El esplendor y el regreso de la mesa imperial en el Palacio Real de Madrid
ALICIA SÁNCHEZ CAÑADAS
La visita de Estado a España del presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, y su hija. que ejerce de primera dama, Laura Mattarella, ha hecho que la mesa de gala del Palacio Real vuelva a montarse después de casi dos años. Desde que se inició la pandemia se había optado para este tipo de actos por varias mesas redondas en las que caben una media de ocho personas en cada una, como ocurrió con la visita que el pasado mes de junio realizó el presidente de Corea del Sur.
(Laura Mattarella, en la foto, a la derecha junto a su padre saludando a los Reyes, desempeña las funciones de primera dama en Italia. Tiene 52 años y tres hijos. Su madre falleció de cáncer en 2012. Cuando su padre fue elegido en 2015 presidente de la República, dejó su profesión de abogada para acompañar a su padre en las responsabilidades del cargo).
Durante el período de pandemia también el look de la reina Letizia fue austero y evitó las tiaras; durante esta visita de Estado se ha vuelto al glamour de hace unos años.
En la mañana del martes 16, Sus Majestades los Reyes recibieron a pie de coche a sus Excelencias Sergio Mattarella, presidente de la República Italiana y a la señora Laura Matarella, en la plaza de la Armería del Palacio Real.
A continuación, ocuparon su lugar en la tribuna de honor y recibieron honores militares con la interpretación de los himnos nacionales de la República Italiana y España y salva de 21 cañonazos.
El presidente de la República Italiana recibió entre otros reconocimientos, la Llave de Oro de Madrid, las medallas de Congreso y Senado y el Collar de Isabel la Católica. Todo ello, después de diferentes reuniones durante la mañana que terminó con un almuerzo en el Palacio de la Zarzuela. Por la noche, Sus Majestades los Reyes ofrecieron una cena de gala en honor a Sergio Mattarella y a Laura Matarella.
El salón donde se ubica la mesa imperial
Fue el Rey Alfonso XII, el monarca que en 1879 tomó la iniciativa de crear un gran espacio para las recepciones (tal y como indican fuentes de Patrimonio Nacional). Para conseguir esta estancia se derribaron muros que separaban las tres partes, las antiguas tres piezas asignadas a la esposa de Carlos III, quien no llegó a ocuparlo, ya que falleció antes de que pudiera habitarse el Palacio. Fue la Reina madre Isabel de Farnesio (1692-1766) la que habitó estos aposentos y más tarde la infanta María Josefa y la Princesa de Asturias.
El 29 de noviembre 1879, fecha en que se celebró uno de los banquetes de boda de Alfonso XII con María Cristina de Habsburgo-Lorena, se inauguró este comedor, que sirvió también como salón de fiestas y bailes. La ejecución de este proyecto la llevó a cabo el arquitecto José Segundo de Lema y se terminó en 1885.
Las cenas de Estado en el salón donde se ubica la mesa imperial tienen gran influencia del estilo neobarroco francés en las que se pueden apreciar porcelanas de Sèvres, doce tibores chinos del siglo XVIII, bronces parisinos del siglo XI, consolas y columnas de mármol o relieves de estuco dorado son elementos que configuran la decoración de este gran comedor. (Según Covarrubias en su Diccionario de Autoridades, tibón chino lo describe cono “vaso grande de barro de China, regularmente en forma de tinaja mediana, aunque los hay de varias hechuras”).
En las paredes se encuentran tapices del siglo XVI tejidos por Wilhelm Pannemarker en 1550 en los que aparece narrada la historia de Vertumno y Pomona, contada en la metamorfosis de Ovidio. (Vertumno besa a Pomona. Este último paño formaba uno junto al sexto de esta serie, en el que se representaban dos escenas relacionadas con la transformación de Vertumno en anciana. Tal y como se conserva en la actualidad este paño séptimo, en el que Vertumno abraza a Pomona, sería la mitad izquierda de la composición original. La división del tapiz original fue en 1879 cuando se modificaron para servir como decoración estable del Comedor de Gala del Palacio Real. Por el mismo motivo, la inscripción en la cenefa superior y el borde lateral izquierdo no se corresponden con la composición actual).
Iluminado por catorce lámparas de bronce del siglo XIX.
Tres frescos del siglo XVIII situados en las bóvedas de diferentes artistas: Anton Raphael Mengs, Antonio González Velázquez y Francisco Bayeu, este último fue quien llevó a la corte a su cuñado Francisco de Goya donde también está presente su obra lo que hace que este salón tenga una importancia extraordinaria.
Cena de Gala en honor a Sergio Mattarella
Tras dos años en los que por la pandemia se sustituyó la mesa imperial por varias mesas redondas separadas, los Reyes han recibido al presidente de Italia, Sergio Mattarella y a su hija Laura Mattarella. Para dicha cena según Javier Hernández (jefe de actos oficiales de Patrimonio Nacional) explica:
Mide 45 metros, es para unos 90 comensales con presidencia a la francesa, es decir en el centro SM el Rey enfrente de SM la Reina, las sillas de los Reyes son un poco más altas que las del resto de los comensales y todas están tapizadas en color beige.
Utensilios y ornamentación
La mesa se viste con varios manteles de hilo blanco bordada en el mismo tono, se usan varios manteles, aunque gracias al planchado y a unos alfileres que se pinchan en los tableros el efecto óptico hace que parezca uno sólo. Para colocar las bandejas de plata, centros de flores naturales poco aromáticas y no muy altas para que no impidan la visibilidad y candelabros de diez brazos con velas de cera natural. Los miembros de Patrimonio Nacional utilizan un metro para guardar la simetría. Hay que resaltar que nada se toca sin guantes y como es necesario que estos se suban a la mesa lo hacen con los pies cubiertos por unos patucos.
Se coloca la vajilla, primero los bajo platos. Entre cada invitado hay unos 57 centímetros. Ésta es blanca con filo de oro y con las iniciales de los padres del actual Rey.
La cristalería de Moser se alinea con ayuda de un cordel que se tensa a un lado y otro de la mesa. Son cuatro copas:
- Vino blanco
- Agua
- Vino tinto
- Cava (MOSER. Es una compañía de cristal de lujo famosa por su elaboración de jarras, vasos y demás objetos de vidrio. Se encuentra en la República Checa. Es proveedor oficial de varias casas reales y palacios de Europa).
Cubiertos para tres platos de fuera hacia adentro (primer plato, segundo) y arriba los de postre; y por último, se colocan los platillos de pan y las servilletas.
A la derecha de la Reina se sentó Sergio Matarella y a la izquierda el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; a la derecha del Rey, Laura Matarella, y a su izquierda la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; y siguiendo la distribución de los puestos de las demás autoridades según regula el presente Ordenamiento, alternándose a derecha e izquierda del lugar ocupado por las presidencias. (Real Decreto 2099/1983 de 4 de agosto, por el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado).
El protocolo dicta que en la cena de gala los varones deben vestir frac, lo que les permite lucir condecoraciones, y las damas vestido largo.
Me gustaría resaltar que en la cena de gala en honor al presidente de Corea del Sur Moon Jae-in y su esposa el pasado mes de junio, donde las mesas eran redondas; D. Felipe VI llevaba un traje oscuro y corbata en tono rojo sin condecoraciones y Dña. Letizia no llevaba tiara y su traje era sencillo, floreado inspirado en oriente y sin joyas. Primaba la austeridad.
En esta ocasión Felipe VI vestía frac y la banda del Orden al Mérito de la República Italiana y condecoraciones; el presidente Sergio Mattarella lucía el collar de Isabel la Católica.
El look de la Reina Letizia ha vuelto a brillar con un impresionante vestido de Giorgio Armani, “guiño” con esta firma italiana a sus invitados y como joyas optó por la tiara rusa, realizada en platino, perlas y diamantes, que perteneció a la reina María Cristina de Austria. También lució una de las joyas más importantes de las denominadas “de pasar”: el collar de chatones, que perteneció a la Reina Victoria Eugenia y con un brazalete del mismo juego. Por último, llevaba prendido de la banda del Orden al Mérito de La República Italiana el broche de diamantes del que cuelga la llamada perla “La Peregrina”.
El Palacio Real volvió a brillar en todos los aspectos.