Antonio Alcaraz: “Europa se había acostumbrado, mientras favorecía a China, a que EEUU le resolviera sus problemas”
Hablar de Antonio Alcaraz es sencillo y complejo a la misma vez. No es gallego, pero su forma de actuar imita muy bien ese carácter. Sucede con él como con un buen libro para el que un crítico literario sería incapaz de situar en el escenario de la novela o el ensayo. Algo así como un mix de ambas cosas. Difícil de situar en un ambiente exclusivo, su singularidad como persona se convierte en ambiciosa pluralidad cuando se intenta clasificar desde el punto de vista empresarial. Tampoco ha sido nunca un problema, porque se le respeta y se le aprecia a partes iguales.
Empresario hecho a sí mismo, de raíces fuertes en la comarca de la marina baja, desde muy joven supo que emprender era lo suyo. Lo del aburrimiento lo descubrió después y se cuida mucho de hacerlo visible más allá de su círculo de amistades. No por miedo, sino por vergüenza. Son muy pocos los que pueden decir, sin el menor riesgo a pensar que se ha equivocado, que abandonar una empresa que funciona a las mil maravillas, es una necesidad vital. En Antonio Alcaraz lo es. Nace, crece y triunfa, después sale y a otra cosas, mariposa.
Es ave que vuela alto y por eso es siempre un lujo poder contar con e´l para analizar, desde una privilegiada atalaya de seguridad e independencia, que es lo que está circunvalando alrededor del sector empresarial español.
Dicho esto, déjame que añada, a modo de introducción que, resulta lamentable que muchos sigan dejándose llevar por los relatos de una prensa financiada por la izquierda acomodada, que, como siempre, busca culpar a otros de sus fracasos. Los gobiernos de izquierda están en apuros porque la nueva realidad en Europa en materia de seguridad militar, los obliga a invertir más en defensa, un esfuerzo que, en última instancia, recaerá sobre los ciudadanos. Además, los chiringuitos de extrema izquierda lo tendrán difícil para seguir recibiendo subvenciones y viviendo del cuento.
El presidente de los Estados Unidos no es un político, sino un empresario, y está claro que vivir del cuento será cada vez más difícil. El verdadero problema es que muchos países siguen emitiendo deuda pública sin freno, lo que puede llevar a una quiebra del sistema en cualquier momento. Al final, la única solución real es *trabajar, esforzarse y sacrificarse* y eso no le gusta a la gente de ideas de izquierdas, ellos prefieren hablar del Estado del bienestar. Eso sí, siempre con el del dinero del otro.