AHORA SÍ QUE NO LO ENTIENDO Ignacio Gisbert

¿No os ha pasado nunca que cuando intentan aclararte algo, cada vez entiendes menos?

Pues eso es, supongo, lo que nos ha pasado a todos los españoles.

Si bien todo esto del coronavirus es una pandemia mundial, lo que sucede en España no tiene desperdicio: la suma de incongruencias e ineptitudes es ya abrumadora, casi infinita.

Mi ejercicio profesional se mueve en el sector del comercio: trabajo para una multinacional española de retail, con lo cual, se supone, que esta gente, hablo de mi empresa, sabe lo que está haciendo. Pensaréis: "Es imposible que un monstruo enorme como este ande perdido", ¿verdad? Pues sí, es más que posible. De hecho, es la realidad. 

Justo antes de ponerme a escribir este artículo de opinión he hablado con mi jefe, que acababa de hablar con su jefe, que había hablado con sus jefes (en estas empresas hay más jefes que indios) y todos están en esta misma situación: andamos perdidos.

Tras ver a nuestro presidente, el de España, en televisión, intentado explicar las fases de la desescalada que tiene que seguir todo el país, comprendo lo sucedido en mi empresa: si nuestro presidente no sabe lo que ha de hacer ni cómo hacerlo, y además pretende explicar lo que no sabe, sólo puede terminar en desastre.

Esta misma mañana he hablado con mi peluquero. Me ha pasado la información que la asociación de peluquerías les ha transmitido y la situación es exactamente la misma. Avisan de las diferentes informaciones que llegan por varios medios, pero advierte que definitivo no hay absolutamente nada.

Si el capitán del barco no sabe para donde va, ten por seguro que a buen puerto no llega.

Me estoy acordando también de mi último día de trabajo, el fatídico viernes 13 de marzo (¡vaya fecha!). Una señora, una clienta, me pedía explicaciones sobre cuándo volvería a abrir el comercio. Mi respuesta fue contundente, y por lo que hemos visto, muy acertada: "Si el presidente de España no sabe lo que va a pasar, ¿cómo pretende que lo sepa yo?".

Mes y medio más tarde, la situación, en lo que se refiere a información, no ha cambiado nada: nadie sabe lo que va a pasar, ni cómo, ni cuándo. 

Esa desescalada (la izquierda es fantástica para asignar términos, sin duda) va a ser en 4 fases, que en realidad son 3, pero que empieza por el 0 y que termina en la "nueva normalidad". Los memes, los audios y chistes no han tardado ni 24 horas en circular. En esto de organizar no sé si somos muy buenos, pero para reírnos de nosotros mismos desde luego no hay país que nos supere. ¿Recuerdan aquello de los hermanos Marx?: "la parte contratante de la primera parte, será la parte contratante de la primera parte" o bien aquello de "tengo mis principios, pero si no le gustan, tengo otros". ¡Pues eso!

De momento ni cobramos los ERTES, ni las subvenciones, ni la ayuda al alquiler, ni nada de nada. Las normas y reales decretos se acumulan en el BOE y de lo único que nos hemos enterado, fehacientemente, es que los políticos (ayuntamientos, comunidades, diputados...), TODOS, han cobrado, y que las subvenciones para los partidos también se han publicado. Lo de las ayudas...si eso... lo vamos viendo. Y los autónomos: ¡¡¡¡a pagar!!!!

En fin, si ZP nos la lió con lo del Estatut de Cataluña, el archivo de Salamanaca y "No hay crisis, es un crecimiento negativo", a Sánchez le han crecido los enanos y si va al mar, no encuentra agua. Todo lo que podía pasar, ha pasado.

Si uno, hablando de mi mismo, no se considera muy inteligente, procura rodearse de gente que sí lo sea, pero si alguien, que no es muy lúcido, se rodea de lameculos o personajes bastante grises, y además, eres el presidente de un país, seguro que lleva a la ruina a los 47 millones. Bueno, a todos no, a sus amiguetes seguro que los salva y a lo mejor hasta les sube el sueldo. 

En fin, como buen católico: ¡que Dios nos coja confesados!

Saludos, y feliz desescalada sólos, o en familia, con paella o sin paella, jejeje.

¡Feliz 1º de mayo!