ACENTO: El lobby pro marroquí del socialismo que vende España por parcelas
Javier Garcia Isac
En esta España podrida por la corrupción socialista, cada día descubrimos una nueva pieza del puzzle que explica por qué Pedro Sánchez y su gobierno han tomado decisiones políticas, diplomáticas y estratégicas en contra de nuestros intereses nacionales y a favor de Marruecos. Hoy el foco está en la consultora ACENTO, un lobby fundado y dirigido por José Blanco, más conocido como Pepe Blanco, mano derecha de José Luis Rodríguez Zapatero, ex ministro de Fomento y ex secretario de Organización del PSOE, exactamente los mismos cargos que años después ocuparía José Luis Ábalos, el caído en desgracia de la trama Koldo. No hay casualidades, solo conexiones.
Pepe Blanco, igual que Ábalos, conoce bien los sótanos del PSOE y cómo se teje la telaraña de favores, comisiones y chantajes. Pero ahora juega a otro nivel: desde ACENTO, un lobby disfrazado de consultora de asuntos públicos, Pepe Blanco ha reclutado a hijos de la casta política y mediática, empezando por Jorge Pastrano López, hijo de la periodista Esther Palomera, y siguiendo con el hijo de Esteban González Pons, actual eurodiputado del PP, y hasta con Alfonso Alonso, aquel dirigente popular que fue alcalde de Vitoria y ministro de Sanidad. Todos bajo el mismo paraguas. Izquierda y derecha, PP y PSOE, todos amigos cuando hay dinero y poder de por medio.
El peaje del Sáhara y la traición a España
¿Para qué sirve ACENTO? Para hacer lo que los partidos no pueden hacer a la luz del BOE: influir, comprar voluntades y maniobrar por intereses ajenos a la nación española. Por eso no sorprende que muchos empiecen a señalar a esta consultora como la mano que mece la cuna de la traición: el giro unilateral de Pedro Sánchez reconociendo la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental —dando una patada a décadas de política exterior española y a los saharauis, nuestros socios y hermanos históricos— lleva la huella de los tentáculos de ACENTO. No lo digo yo, lo dicen los hechos.
España desmonta una unidad de élite de la Guardia Civil que perseguía el narcotráfico en el Estrecho, justo cuando Marruecos pide más control sobre la frontera. España renuncia a pelear su influencia en el norte de África mientras Rabat se expande. España monta un Mundial 2030 junto a Portugal… y, sorpresa, Marruecos se mete por la puerta de atrás y consigue que la final, con toda seguridad, se juegue en Casablanca, en un estadio faraónico que se está construyendo deprisa y corriendo. ¿Casualidad? Ninguna.
Qatar, Marruecos y el Parlamento Europeo
Este lodazal no acaba en ACENTO. El Qatargate ha destapado pagos millonarios de Qatar a eurodiputados europeos, vía Marruecos. Mientras tanto, en Bruselas, hay socialistas españoles —y algún popular de doble moral— que callan como tumbas. Todo encaja: Marruecos compra a políticos europeos con dinero de Qatar, y aquí, en España, Pepe Blanco, Zapatero, Bono y compañía se convierten en los mejores valedores de los intereses marroquíes. Se forran mientras desmantelan nuestra soberanía.
¿Quién investiga esta trama?
Mientras la Fiscalía se entretiene mirando pen drives porno de Ábalos y Koldo, nadie pone la lupa sobre ACENTO. Nadie pregunta cuánto cobra Pepe Blanco, ni de dónde viene el dinero, ni qué favores devuelve a cambio. Nadie exige investigar la trama marroquí del PSOE, la corrupción de alto voltaje que podría explicar el entreguismo vergonzoso de Sánchez y sus ministros a Rabat.
España, a la venta por partes
Hoy sabemos que ACENTO es la autopista de oro por la que circulan los intereses de Marruecos. Que detrás de cada cesión, de cada renuncia, de cada traición a nuestros aliados y a nuestra seguridad, hay nombres y apellidos: Blanco, Zapatero, Bono, Ábalos, Palomera, González Pons. Todos con silla, todos con hijo colocado, todos con mordida.
Que nadie se llame a engaño: la corrupción socialista no se limita a Venezuela ni a la trama de hidrocarburos. Se extiende a Marruecos, a Qatar y a Europa entera. Hoy más que nunca hace falta una investigación a fondo. Hace falta limpiar España de esta mafia que vende la patria al mejor postor.
Porque una cosa está clara: mientras ACENTO siga haciendo caja y colocando hijos de periodistas y políticos, la soberanía de España estará hipotecada en Rabat.