Viajes a Portugal para hacer acopio de pruebas de antígenos: “Antes se iba a por toallas, ahora a por test”

Rafa vive en Madrid, pero veranea en Nigrán (Pontevedra). Este municipio de las Rías Baixas está a solo 30 kilómetros de la frontera con Portugal. Por eso, decidió desplazarse un día de sus vacaciones al país vecino. No lo hizo para hacer turismo, sino para dirigirse a un supermercado de Vila Nova de Cerveira.

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“Yo soy gallego y a Portugal siempre se ha ido a dos cosas: a comer y a las ferias. Pero en esta ocasión fuimos a propósito para comprar test de antígenos”, cuenta Rafa Llano a NIUS. Compró muchos. Tantos, como 65. Para él y para otros familiares, dice. ¿La razón? El bajo precio con respecto a los que se venden en España.

En Portugal es posible comprar un test de antígenos para detectar el coronavirus por poco más de 2 euros, mientras que en España el precio de este tipo de pruebas oscila entre los 6 y los 10 euros. La regulación lusa permite vender estas pruebas para detectar el coronavirus en los supermercados, algo que no está permitido en España, donde solo pueden venderse en farmacias. 

Rafa pagó por 65 test 135,85 euros. Cada uno de ellos le costó 2,09 euros. Como él, son muchos los españoles que se desplazan al país vecino, sobre todo desde los municipios limítrofes con la frontera, para comprar desde pequeñas hasta grandes cantidades de test de antígenos. “La mayoría de la gente de Madrid que conozco y que veranea por la zona ha hecho lo mismo que yo”, asegura. El ticket de su compra, colgado en redes sociales, ha generado multitud de comentarios. “Antes se iba a por toallas, ahora a por test”, comentan. “Lo mismo ocurrió con las mascarillas”, recuerda otra persona.

Grandes cadenas de supermercados y parafarmacias como Wells, Pingo Doce o Auchan llevan desde abril comercializando este tipo de test. A ellos se han ido sumando otros como Mercadona, que los comercializa desde finales de este mes de julio. Esta cadena vende cada kit por 2,10 euros. Cada una de las pruebas se compone de una tira reactiva, un tubo de extracción, el hisopo nasal, una bolsa de muestras bioseguras y las instrucciones de uso. Son de la marcha china Genrui Biotech. 

¿Por qué en España valen más?

Las farmacias venden test de antígenos en España desde que el Gobierno lo autorizó a finales del pasado mes de julio. Solo se permite su venta en este tipo de establecimientos. Sandra Dubra, titular de una botica en A Coruña, asegura que le sería imposible poder despachar estas pruebas al precio de Portugal. “Las farmacias españolas estamos comprando los test de antígenos a los proveedores a un precio que está muy por encima de esos 2 euros”, asegura.En su farmacia, estas pruebas se pueden adquirir por 8 euros. “Hay farmacias que, si compran un gran volumen, pueden llegar a venderlos a 6. Eso es lo más barato que te puedes llegar a encontrar. Menos es imposible porque perderías dinero”, explica. Como en Portugal, en España este producto está exento de IVA. 

Esta farmacéutica está de acuerdo con que se debería abaratar el precio de este tipo de test en España para hacerlos más accesibles a la población. Pero también defiende que en los supermercados no existe el asesoramiento que se puede encontrar en una botica.

“Ahora mismo, en España, hay una serie de marcas reconocidas por la Agencia Española del Medicamento y que esta recomienda vender por su sensibilidad. El que permanezca dentro del canal sanitario hace que haya una mayor supervisión del producto que se vende. Se busca que sea una venta informada, no de gran consumo. Con este protocolo se evita la compra de test poco fiables y que nos pueda llevar a conclusiones erróneas”, dice esta farmacéutica.

Con esto, insiste, no quiere poner en cuestión si los test que se venden en Portugal son fiables o no. “Desconozco qué marcas están comercializando. Pero lo que está claro es que si una farmacia puede obtener un 20% de descuento en los test por comprar 1.000 unidades, imagínate una empresa que puede comprar 100.000 o un millón. La capacidad de compra de una cadena de supermercados no se puede comparar con la de una farmacia”, reflexiona.