Santiago Alcarranza: “A Ucrania no le queda más remedio que aceptar la propuesta, está sometida a un tremendo chantaje”
El mayor ataque aéreo lanzado sobre Rusia desde que comenzó la guerra de Ucrania hace tres años, con más de trescientos drones ucranianos y un centenar de ellos enfilando hacia Moscú, ha puesto en jaque la tortuosa negociación a dos bandas que está llevando a cabo Estados Unidos con los contendientes. Ucrania acepta la tregua de un mes (y prorrogable) propuesta por EEUU en Yeda, pero ese desafío a Rusia pocas horas antes de la negociación en Arabia Saudí, podría incitar ahora al Kremlin a recrudecer la guerra pese a las posibles presiones de Washington.
A cambio de esa tregua de un mes, EEUU reanuda el envío de armamento a Ucrania y el intercambio de inteligencia militar, que había suspendido días atrás para coaccionar a Kiev a aceptar los términos de un alto el fuego a gusto de Washington. Es decir, a Rusia se le pondrían difíciles las cosas también en este sentido si quisiera dar una respuesta bélica contundente al ataque masivo ucraniano.
Los negociadores estadounidenses, encabezados por el secretario de Estado, Marco Rubio, acudieron a Yeda con cautela para no irritar a los rusos, con quienes ya llevan semanas negociando abiertamente y a puerta cerrada, pues el presidente estadounidense, Donald Trump, quería que el arreglo de la guerra de Ucrania fuera producto de un pacto de superpotencias, con la aquiescencia de Kiev.