Magdalena Dabrowska: una en un millón
Nació en la ciudad polaca de Radom, actualmente vive en Legazpi y trabaja en la planta de Gureak. Cuando tenía 19 años le diagnosticaron el síndrome de Myhre: una anomalía congénita múltiple caracterizada por estatura baja, dimorfismo facial distintivo, braquidactilia, piel rígida y gruesa, pseudohipertrofia muscular, movilidad articular limitada, pérdida de la audición y retraso mental variable, discapacidad visual, autismo conductual, estereotipia y problemas respiratorios, entre otros. En su caso, las consecuencias físicas de padecer el síndrome le afectan especialmente los tobillos y las muñecas.
Conocerla es una oportunidad para plantearnos la colaboración activa con la Asociación del síndrome de Myhre en España y también con las asociaciones de enfermedades raras que conectan y visibilizan la vida de personas con capacidades físicas, mentales y emocionales distintas.
Cuando Magdalena nos contactó su principal deseo era compartir la necesidad de mayor implicación científica para conseguir aliviar los síntomas y elevar la calidad de vida de quienes han nacido con el síndrome, pero, esta mañana en Sobredosis, también nos ha dado una lección de voluntad y de ternura. Te invitamos a escuchar la entrevista completa en audio.