Los Puentes de la Discordia
La construcción de un nuevo puente en Altea, que se une al ya existente en el mismo lugar, ha generado una gran controversia y preocupación en nuestra comunidad. Este proyecto, con un coste muy elevado, deja claro que la gestión del Gobierno Municipal no ha tomado las decisiones más razonables ni en beneficio de los ciudadanos ni en defensa de nuestro entorno natural.
La excusa presentada por el Gobierno local es que el puente antiguo no soportaría el peso de los nuevos trenes, pero lo que nos preguntamos es si realmente era necesario construir un puente completamente nuevo, cuando lo más sensato hubiera sido reforzar el puente ya existente. Con razón los ciudadanos dudan de las intenciones de la clase política cuando ven esta forma de despilfarrar el dinero público.
Esta falta de visión nos lleva a pensar que, más allá de las necesidades técnicas, hay algo más que no se ha explicado. El argumento de que el puente antiguo es de un alto valor histórico es aún más cuestionable, ya que no parece haber justificación alguna para considerarlo un elemento patrimonial digno de preservarse. Es, más bien, una excusa para evitar asumir el esfuerzo y el trabajo de mejorar y reforzar la estructura que ya existía.
Lo que nos indigna especialmente es que el Gobierno se autodenomina "ecologista", sin embargo, con esta obra está llevando a cabo un verdadero atentado ecológico. La construcción de un segundo puente innecesario ha supuesto la usurpación de terrenos naturales en el río Algar, un ecosistema que merece ser preservado, no invadido. Si verdaderamente fueran coherentes con sus ideales medioambientales, habrían optado por una solución que no implicara la destrucción de nuestro entorno natural, como el refuerzo del puente antiguo.
Las prisas por ejecutar este proyecto han dado como resultado una obra mediocre que no solo afecta a la naturaleza, sino que también pone en evidencia la falta de planificación y de un verdadero compromiso con la sostenibilidad. ¿Por qué hacer una nueva construcción, cuando el puente viejo podría haberse mantenido, modernizado y reforzado, sin necesidad de arrasar con el medio ambiente? Esto es el ecologismo woke. La agenda verde. 2030.
Habría que tener en cuenta lo que hemos vivido recientemente con la gota fría de Valencia. Una catástrofe que ha tenido mucho que ver con la cantidad de lluvia que ha caído pero sobre todo con la apertura de las compuertas de la presa de Forata. No olvidemos que encima de nuestras cabezas tenemos el pantano de Guadalest, construído en los años 60. Lo que más preocupa es que este tipo de actuaciones pueden tener consecuencias graves a largo plazo
Desde la posición del GM VOX Altea, lamentamos que el Gobierno Compromís-PSOE haya tomado esta decisión y no se haya centrado en la protección de nuestros recursos naturales. La construcción de un segundo puente no es una necesidad, es un despilfarro innecesario.
Diego Coello. VOX Altea.