LAS ENTREVISTAS DE PALAZÓN ENTREVISTA A ANTONIO MANUEL PUCHADES ORTS, CONOCIDO EMPRESARIO DE BENIDORM

P: Antonio Manuel, empecemos por el principio: infancia, juventud, estudios…

R: Vivíamos en Valencia, pues es donde mi padre trabajaba, pero veníamos con frecuencia a Benidorm (mi madre es de aquí). En Benidorm mi padre acometió obras de envergadura, a principios de los años sesenta, como la Plaza de Toros y el Mercado Municipal (hoy día en un estado deplorable, sobre todo la Plaza de Toros). A petición del ayuntamiento de entonces, los Puchades colaboramos en la financiación para dotar a la ciudad de recursos hídricos. Mi padre, en los años 40, era empresario de la Plaza de Toros de Valencia. Con los beneficios de los toros mi padre invertía en Benidorm. Su obsesión era, con los beneficios obtenidos, invertir en nuevas obras, creando puestos de trabajo. Recuerdo un cartel, que parece de toros, del año 43, anunciando las fiestas “religioso-populares” de mediados de noviembre; es algo que nadie conoce. Ni nadie se acuerda del Parque “La Lloreta”, para todas las edades, ubicado por la Avenida del Mediterráneo (conservo un cartel anunciador del espectáculo “Carrusel”, del año 53).

P: ¿Me puedes contar ahora tu trayectoria profesional?

R: Yo tengo estudios de aparejador. Mi padre siempre me inculcó el gran amor que le tengo a Benidorm. Trabajé con él como promotor inmobiliario. Una de las obras más importantes que hicimos fue el Playmon. También el frontón Eder-jai. Idea mía fue la creación de Aqualandia, en 1985, y poco después Mundomar (ejemplo de integración y mejora del entorno natural). Otro proyecto, en el que participamos varios técnicos, Mario Gabiria entre otros, y que nunca se hizo realidad, era el traer el AVE a Benidorm, con una central en la Universidad y ramales para el aeropuerto y Benidorm; este proyecto, financiado por mí, fue ratificado por mucha gente (tengo miles de firmas), salvo por el ayuntamiento. Al igual ocurrió con otro proyecto, de gran atractivo turístico en mi opinión: la instalación de un teleférico desde el final de la playa de Levante hasta los acantilados de Serra Gelada, de 300 metros de altura, con su correspondiente Mirador (como los espectaculares del Gran Cañón del Colorado, la Caja de Cristal en los Alpes franceses, el de Alberta en Canadá, etc. etc.). Desde el actual hotel Nadal se instalaría una pasarela hasta el teleférico, que partiría de Punta Llisera. El objetivo de este proyecto era integrar Sierra Helada en la trama urbana de Benidorm (como Central Park en Nueva York y El Retiro en Madrid). En la presentación de mi proyecto incluía fotos de los principales teleféricos que existen en numerosos países, incluido el nuestro (El del Teide, en Benalmádena, en los Picos de Europa, en Aigüestortes…). A estos proyectos yo lo llamo los “trenes perdidos”; son las cosas que nunca se hicieron. Yo he presentado multitud de proyectos, siempre con estudios técnicos completos y con fotografías comparativas de otros lugares del mundo que han tenido mucho éxito a nivel turístico.

P: ¿Algún homenaje, algún diploma, por tu labor empresarial?

R: A mi padre le hicieron muchos; el más importante es la Avenida que lleva su nombre; y el homenaje que le hicieron en 1975, suscrito por docenas de asociaciones de la ciudad, con las intervenciones de Ángel Laborda, Lorenzo López, Josefina Carabias, Mª Ángeles Abrazo… A mí, bastantes menos; tengo una placa concedida por la Concejalía de Fiestas en 2010, que reza así: “En agradecimiento a su constante colaboración con las entidades festeras de Benidorm”. Todo eso me importa poco; me hubiera gustado más que se hicieran realidad todas las ideas y proyectos que se me han ocurrido durante toda mi vida.

P: ¿Cómo has vivido la integración de los emigrantes con las costumbres de esta tierra, con el valenciano?

R: Creo que la integración ha sido aceptable. Y sin ningún problema con el valenciano, algo que se queda para los del pueblo. Yo mismo, nacido en Valencia, no lo hablo, aunque lo entiendo.

P: Dime, Antonio Manuel, ¿qué le falta a Benidorm? ¿O qué le sobra?

R: Benidorm necesita mejoras, cuanto antes, pues lleva retraso en innovaciones. El ayuntamiento debería explotar más las bellezas naturales del entorno, como la Isla, Serra Gelada… Y dejar en paz la historia pasada de iberos y romanos; lo único que heredamos de estos últimos fue la almadraba. Otro error ha sido la obra de la estación del trenet en la avenida de Beniardà: debería estar soterrada la vía del tren, no la carretera de los coches. De igual forma, podríamos criticar el pavimento en algunos lugares, el sistema de recogida de basura, el precario alumbrado de algunas farolas… Un desastre todo ello, al igual que lo será la proyectada urbanización de Armanello o el Aula de interpretación planeada en unos terrenos junto al Hotel Brisa.

P: Pues bien, esto ha sido todo. Muchas gracias por tus declaraciones y tus valiosas ideas, muchas de ellas desconocidas para nuestros lectores.