La Guardia Civil investiga a un padre y su hijo por manipular el tacógrafo

La Guardia Civil ha investigado por un delito de falsedad

documental oficial, por la manipulación del tacógrafo de un vehículo a dos

trasportistas de nacionalidad española.

El Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) del Subsector de Tráfico de la

Guardia Civil de Alicante en sus funciones de Seguridad Vial, sorprendió a un

padre y a su hijo, cuyo tacógrafo digital del vehículo que empleaban para realizar

transportes de mercancía, estaba manipulado. Los hechos ocurrieron en la

demarcación de Monforte del Cid (Alicante).

Los presuntos autores utilizaron un método habitual en la comisión de este tipo

de delitos que consiste en la utilización de una pieza metálica, en este caso un

imán, que estaba colocado en el generador de impulsos impidiendo la emisión de

las señales eléctricas. Sin la recepción de dichas señales, el registro de

actividades que hace el tacógrafo no es el adecuado, y toda la información que

registra relativa a velocidad, descansos y conducción queda alterada.

Hasta hace unos meses, este tipo de práctica se consideraba como infracción

administrativa muy grave, que conllevaba sanciones pecuniarias de hasta 4500

euros con la retirada de seis puntos del permiso de conducir.

Desde principios de 2020, la manipulación fraudulenta de un tacógrafo, siempre

que altere los registros del instrumento, y con la finalidad de rehuir los controles

policiales y administrativos, se considera un delito de falsedad documental oficial.

En el caso de este padre e hijo, el tacógrafo registraba actividades de descanso

cuando en realidad el vehículo estaba circulando. La alteración de dicho artefacto

también afectaba a la información relativa a la velocidad que el vehículo

alcanzaba, así como a los datos de conducción.

La responsabilidad penal por la alteración de este aparato puede recaer sobre el

titular de la Tarjeta de Transportes. La Guardia Civil inicia una investigación para

determinar si el tacógrafo ha sido manipulado por el propio conductor, o por la

empresa. Incluso en ocasiones, las averiguaciones también atañen a los talleres

que frecuentan ya que son ellos los que instalan este tipo de dispositivos.

Desde el GIAT del subsector de Tráfico aseguran que el uso de imanes para

manipular los tacógrafos de los vehículos es una práctica bastante habitual.

Aunque en menor medida, la implantación de un nuevo software en el tacógrafo

también es una práctica que se lleva a cabo con el mismo fin.

Estas conductas pueden ser castigadas según el Código Penal con penas de

entre seis meses y tres años de prisión, y multa de seis a doce meses por

falsedad en documento oficial.

Han sido investigadas dos varones, padre e hijo, de nacionalidad española de 34

y 55 años. El imán empleado para la comisión del delito, ha sido intervenido y

puesto a disposición de la autoridad competente para su análisis.

El Juzgado de Instrucción de Novelda, ha decretado para los autores, la libertad

con cargos.