La DANA Alice y la ausencia de puente de la Hispanidad enfrían la ocupación hotelera de la 1ª quincena de octubre en la Comunitat Valenciana.

  • Sólo Benidorm mantiene la ocupación de 2024 superando el 88% de media.
  • El resto de destinos baja su ocupación entre 2 y 8 puntos por las cancelaciones y la ausencia de festivo nacional. 
  • Sigue destacando el buen comportamiento de los mercados internacionales con cuotas entre el 60 y e 70% en destinos de Valencia y Alicante, y suben en Castellón hasta un inédito 30%. 

La ocupación hotelera de la primera quincena de octubre ha sentido la ausencia del festivo del Día de la Hispanidad y la ausencia de puente a nivel nacional. Si además sumamos el efecto en cancelaciones que ha supuesto el mal tiempo generalizado durante una gran parte de esta quincena, el resultado son unos datos de ocupación hotelera que muestran un retroceso respecto a los registrados en 2024. 

Sólo Benidorm mantiene el tipo repitiendo datos que superan el 88% de media, mientras que el resto registran descensos de entre 2 y 8 puntos. 

La Costa Blanca cae 6 puntos, aunque es destacable que los hoteles de las categorías superiores mantiene niveles de ocupación muy por encima de la media superando el 85%, situación que se repite casi con exactitud en la zona de Alicante Sur. 

La ciudad de València cae cuatro puntos, pero aun así supera un 86% de media, lo que es muy valorado por el sector como un dato más que relevante, mientras que Castellón, mucho más condicionado por el mercado nacional, cae 2,5 puntos y se queda en un 62,4%. Sin embargo, en Castellón sigue posicionándose con fuerza el mercado internacional que llega a superar esta quincena un 30% de cuota de mercado con británicos, franceses, alemanes, holandeses e italianos con interesantes porcentajes de turistas hoteleros. 

El sector hotelero vuelve a recordar que ya no es su objetivo contar turistas o pernoctaciones y superar datos de ocupación de años anteriores, sino mantener en términos positivos los datos de facturación y rentabilidad, y sobre todo los de la sostenibilidad de la actividad en todas sus vertientes: económica, social y medioambiental. 

BENIDORM

Benidorm inicia octubre demostrando, una vez más, su capacidad para mantener el pulso turístico incluso cuando el calendario avanza hacia el final de la temporada alta. La primera quincena se salda con una ocupación del 88,2%, prácticamente idéntica a la del año pasado (88,4%), un dato que reafirma la resistencia y madurez del destino en momentos de transición. Su amplia oferta —más de 40.000 plazas hoteleras— continúa llenándose gracias a una base de demanda sólida y diversificada, que convierte a la ciudad en un referente de estabilidad dentro del Mediterráneo.

El mercado británico sigue liderando la llegada de visitantes con un 47,2% de cuota, ampliando su ventaja sobre el año anterior y consolidando su papel como pilar de la ocupación. Le sigue el turismo nacional, que representa el 36,5%, un registro también elevado pese a una ligera moderación. Bélgica, Países Bajos e Irlanda mantienen una aportación constante, lo que refleja una estructura de visitantes equilibrada y resistente a los cambios de temporada.

Por categorías, los hoteles de cuatro estrellas registran una ocupación media del 87,8%, mientras que los tres estrellas alcanzan el 89,4%, ambos datos muy próximos a los de 2024. Este equilibrio evidencia una demanda distribuida entre segmentos medios y altos, y una estrategia de precios estable que permite sostener volúmenes sin grandes tensiones.

Con la mirada puesta en la segunda mitad del mes, la previsión apunta a un 81,9%, un descenso habitual en esta fase del otoño, aunque sigue siendo una cifra destacable. En conjunto, Benidorm afronta la recta final de la temporada con una base de ocupación firme, un peso creciente del mercado internacional y perspectivas favorables que refuerzan su posición como destino líder en alojamiento y fidelización.

COSTA BLANCA Y ALICANTE SUR

La provincia de Alicante avanza hacia el final de la temporada alta con una primera quincena de octubre marcada por la moderación, donde la Costa Blanca alcanza una ocupación media del 77,4% y Alicante Sur se sitúa en el 68,4%, ambas por debajo de los registros del pasado año (83,5% y 77,9%, respectivamente). La corrección, aunque perceptible, se enmarca dentro del patrón habitual del arranque otoñal, cuando la demanda se contrae tras el verano y los desplazamientos se concentran en fines de semana y escapadas cortas. El comportamiento global confirma una desaceleración controlada, sin que refleja la entrada en el ciclo de menor actividad turística propio del final de temporada.

El mercado nacional mantiene su papel protagonista y refuerza su peso como sostén del destino: los viajeros españoles representan el 29,9% de las estancias en la Costa Blanca y el 33,5% en Alicante Sur, consolidando el turismo de proximidad como motor fundamental en esta fase del año. En el ámbito internacional, el Reino Unido sigue siendo el principal emisor extranjero —con cuotas del 19,5% y 17,4% respectivamente—, apoyado por un repunte de Irlanda y un comportamiento estable de Bélgica y Países Bajos

Por categorías, la brecha entre segmentos se amplía y marca una tendencia clara: los hoteles de cuatro estrellas mantienen un nivel alto de ocupación —85,3% en la Costa Blanca y 85,1% en Alicante Sur— con descensos moderados, mientras que los tres estrellas sufren retrocesos más severos, cayendo hasta el 67,8% y 57% respectivamente. 

Las reservas ya confirmadas para la segunda quincena —69,7% en Costa Blanca y 61,5% en Alicante Sur— confirman la entrada progresiva en la temporada otoñal, con una actividad centrada en fines de semana, puentes y escapadas gastronómicas. La provincia afronta así un final de campaña ordenado, apoyado en un visitante fiel, de perfil nacional y británico, que continúa eligiendo el litoral alicantino como destino de descanso más allá del verano.

PROVINCIA DE VALENCIA Y VALÈNCIA CIUDAD

La provincia de Valencia encara el mes de octubre con un descenso moderado de su actividad hotelera respecto al pasado año, situándose en una ocupación media del 80% en la primera quincena frente al 87,1% alcanzado en 2024. Este ajuste se explica, en parte, por el cierre progresivo de la temporada estival y la menor incidencia de festivos, pero también por el comportamiento de algunos destinos de marcado perfil vacacional, como Gandia, que tras el verano reduce su ritmo y anota un 65,7% de ocupación en esta primera mitad del mes.

En el conjunto provincial, la demanda mantiene una base sólida de turismo nacional, que representa el 40% de las pernoctaciones, complementada por un abanico diverso de visitantes internacionales. Entre los principales mercados emisores destacan Alemania (7,4%), Reino Unido (6,3%), Italia y Estados Unidos (ambos con un 5,8%), y Países Bajos (5,3%), lo que demuestra la diversificación y resiliencia del destino en la transición hacia la temporada baja.

La ciudad de València, como epicentro urbano y cultural, conserva una posición destacada dentro del panorama autonómico con una ocupación media del 86,2% confirmando su fortaleza como destino desestacionalizador. El perfil del visitante sigue siendo marcadamente internacional: el turismo español supone un 31,9%, mientras que el peso extranjero se reparte de forma equilibrada entre Italia (8%), EE. UU. (7,9%), Reino Unido (7,7%), Alemania (7,5%) y Países Bajos (6,9%). Esta diversidad consolida a la capital como una de las ciudades europeas con mayor atractivo durante el otoño, impulsada por su oferta cultural, gastronómica y su calendario de eventos.

Por categorías, los hoteles de cuatro estrellas lideran la actividad tanto en la capital (86,3%) como en el conjunto provincial (78%), aunque todos los segmentos registran ligeros ajustes respecto a 2024, coherentes con el tono general de la temporada. 

Las reservas confirmadas para la segunda quincena de octubre apuntan ya una ocupación que ronda el 75% en la provincia y el 81% en València ciudad, datos que confirman una transición estable hacia la temporada baja, pero con un flujo turístico sostenido gracias al posicionamiento consolidado del destino y al creciente peso del mercado internacional.

PROVINCIA DE CASTELLÓN

La provincia de Castellón cierra la primera quincena de octubre marcando el paso hacia el final de la temporada alta con una ocupación media del 62,4%, ligeramente por debajo del 64,9% registrado en el mismo periodo de 2024. Un descenso leve que se enmarca dentro de la transición natural hacia los meses de menor actividad turística, cuando comienzan a notarse los primeros cierres de establecimientos y la oferta se ajusta al ritmo otoñal.

La estructura de la demanda sigue siendo eminentemente nacional, con los viajeros españoles representando el 69,2% del total de estancias. Le siguen los mercados tradicionales europeos, con el Reino Unido (4,7%), Francia (4,5%) y Alemania (3,9%) a la cabeza, configurando un flujo internacional estable pero más reducido en volumen conforme avanza la temporada. Este comportamiento confirma el peso del turismo de proximidad como sostén principal del destino en la recta final del año.

Por categorías hoteleras, los establecimientos de cuatro estrellas registran una media del 62,8% de ocupación, mientras que los tres estrellas se sitúan en el 57,9%, ambos con ligeros retrocesos frente a 2024. Estos datos reflejan una pausada desaceleración, habitual en este tramo del calendario, cuando la actividad se concentra en fines de semana y festivos, y el viajero busca escapadas más breves o experiencias rurales y gastronómicas.

De cara a la segunda quincena del mes, las previsiones apuntan a un 61% de ocupación, lo que confirma una normalización estacional que da paso a la temporada de otoño-invierno. Castellón mantiene, no obstante, su atractivo como destino tranquilo y diverso, combinando el turismo litoral con el interior, y apoyándose en un visitante fiel que sigue apostando por la provincia más allá del verano.