Arrasan una de las dos plataformas de artillería de la Guerra Civil que había en Les Rotes de Dénia

Otro golpe al patrimonio histórico de Dénia. Maquinaria pesada ha acabado con una de las dos plataformas circulares donde se instalaban los cañones en la batería de defensa costera ubicada en la partida de la Venta del Burro, en Les Rotes, durante la Guerra Civil.Se encontraba en una parcela privada de unos 20.000 metros que ahora mismo está a la venta y en la que también ha sido derribado un antiguo chalet de los años 70. La plataforma artillera en su día fue reconvertida en piscina, pero todavía conservaba  su estructura  original. Ahora ya no. Ha quedado reducida a escombros.

Así lo constató hace unos días el investigador José María Azkárraga, quien denunció que esta demolición supone una grave vulneración de la normativa de protección del patrimonio ya que todos los vestigios de la Guerra Civil están considerados de oficio bienes de relevancia local, una figura importante de preservación (aunque no sean BIC) comparable a la de las iglesias del siglo XIX. Esto es, que una pala no podía derrocar así por las buenas esta estructura, como sin embargo ha sucedido.

Cañones que habían estado en África

La plataforma que ahora ha desaparecido tenía su historia. Azkárraga describe que a partir de 1938 se instalaron allí dos cañones que debían cumplir una función de defensa costera frente a los bombardeos de la armada franquista, que disponía de importantes efectivos en el Mediterráneo: los tristemente famosos cruceros Canarias -que poco antes, en agosto de 1937, había bombardeado Dénia causando tres muertes-, Baleares y Almirante Cervera, además de destructores y buques alemanes e italianos.

Eso sí, la República combatía aquel enorme despliegue del enemigo como podía. Con medios muy limitados. La batería de Les Rotas fue un ejemplo. Los dos cañones de 150 mm que se emplazaron en la plataforma demolida se encontraban bastante desgastados: eran del año 1898, habían sido utilizados durante la guerra de África y luego, ya en la Guerra Civil, en el frente de Extremadura. «Conforme va acumulando disparos se produce un severo desgaste, el alma del cañón pierde precisión de tiro», subraya este investigador.

De cualquier modo, el franquismo siempre se mostró preocupado por estos baluartes defensivos y sus espías acumularon mucha información sobre esta guarnición en Les Rotes, que podía acumular hasta 49 soldados,  tal y como ya publicara La Marina Plaza en este reportaje. 

Lo que queda en la Venta del Burro

La batería de Les Rotes sigue conservando, fuera de esta propiedad privada y en suelo protegido del Montgó, la otra plataforma donde también se ubicaban cañones, así como el polvorín, el refugio para la tropa y el búnquer de telemetría, muy destrozado pero aún reconocible en una cota más baja. Ahora bien, Azkárraga advierte de que todo este conjunto de arquitectura militar también se encuentra en peligro por su proceso de degradación y abandono. El polvorín, por ejemplo, está repleto de basura.

Por ello, este experto lamenta que no se haya hecho ningún esfuerzo por poner en valor todo el conjunto, «algo que podría conseguirse con muy poco dinero». Bastaría efectivamente con una limpieza a fondo y la colocación de algún panel o código QR explicativo sobre los antecedentes históricos de este elemento de resistencia en el litoral.

Para intentar paliar en algo esta situación, el Museo Arqueológico optó el año pasado por divulgar este y otros vestigios de la Guerra Civil en Dénia a través del ciclo La defensa en tiempos de guerra (1936-39), que incluyó precisamente una visita a la batería de Les Rotes en la que Azkárraga hizo de guía. Entonces aun había dos plataformas para aquellos cañones. Ahora ya solo queda una.