Alberto Varela: “Da la sensación de estar en manos de un Gobierno que legisla contra la lógica”
La Alianza para la Excelencia Turística ha cifrado en 2.348 millones de euros al año el coste extra que tendrían que asumir las empresas del sector turístico en caso de aplicarse la reducción de la jornada laboral máxima —de 40 a 37,5 horas—, prevista en el actual acuerdo de Gobierno de PSOE y Sumar. La asociación empresarial liderada por el presidente y CEO de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer Jaume, afirma que esta medida supondría “una iniciativa notablemente lesiva” para las empresas del conjunto de subsectores que dependen de la actividad del turismo.
Este coste total anual de 2.348 millones viene derivado de la necesidad de suplir las horas reducidas en las posiciones donde no es posible compensarlas por un uso más eficiente del tiempo de trabajo —ganancias en productividad—.
Dicho coste está calculado bajo el supuesto de que las empresas pudieran encontrar trabajadores formados para complementar las horas reducidas, situación que no se produce en el contexto actual; y de que esas empresas tengan el tamaño suficiente para adaptar y gestionar con flexibilidad sus turnos, aspecto “difícil de asegurar”, cuando el 94% de las empresas turísticas en 2023 son micropymes con un tamaño inferior a los diez trabajadores.
De no ser así, las empresas se verían abocadas a reducir sus horarios, bajar la prestación de servicios y, en consecuencia, minorar sus ventas, lo que generaría un coste mayor del calculado. En concreto, reducción de la jornada laboral en 2,5 horas generaría un incremento medio del 4,9% de los costes laborales totales de las empresas turísticas y una reducción media del 8,1% de sus beneficios anuales.