5 causas por las que un testamento deja de tener validez, según expertos
Un testamento es un documento oficial a través del cual una persona puede dejar sus bienes y patrimonio a las personas que desee y de la forma en que quiera. Todo ello, respetando la legislación del Código Civil.
Normalmente, la firma de un testamento se realiza ante un notario especialista en la materia. El notario debe velar porque el documento se suscriba correctamente.
Cualquier testador tiene la posibilidad de modificar su testamento tantas veces como crea conveniente. Eso sí, solamente tendrá validez la última variación realizada sobre el testamento.
El precio de realizar un testamento en vida suele oscilar entre 40 y 70 euros, en función del caudal hereditario y las características del documento. Si bien, se trata de un gasto recomendable en comparación a lo que puede suponer el reparto de una herencia sin testamento.
Impugnación del testamento
Por norma general, el testamento cuenta con total validez. Es decir, tras el fallecimiento del testador se debe cumplir con su última voluntad de acuerdo a todo lo que se recoge en el testamento.
No obstante, existen diferentes causas por las que se pueden impugnar un testamento. Esta impugnación suele partir de herederos disconformes con la herencia.
Así, estos son algunos de los motivos que pueden provocar que un testamento deje de tener validez legal:
- Incapacidad mental del testador: En caso de que se demuestre que el testador no contaba con capacidad psicológica para razonar y entender lo que firmaba en el momento de realizar el testamento. Es necesario demostrar con pruebas fehacientes esta situación.
- Coacción para testar: Si se demuestra que el testamento se ha realizado bajo coacciones o amenazas hacia el testador.
- Fraude o estafa: Es decir, en caso de que se demuestre que se ha producido una falsificación de firma del testador o que se ha manipulado el testamento inicial.
Sea como fuere, todas estas causas deben demostrarse con pruebas totalmente validas para que un juez pueda determinar que el testamento es inválido. Es un aspecto imprescindible para la impugnación de un testamento.
Más causas para invalidar un testamento
Una cuarta cuestión por la que se puede impugnar un testamento se debe a la existencia de defectos formales o incumplimiento de requisitos legales.
Hablamos, por ejemplo, de errores de redacción, falta de testigos o autenticidad de la fecha. El documento debe contar con todos los elementos necesarios y estar redactado a la perfección. Por ello, siempre se debe realizar ante notario.
Finalmente, también puede darse el caso de un testamento revocado o reemplazado. Esta situación surge, en ocasiones, por la destrucción física del documento, la aparición de un escrito posterior con mayor validez o la redacción de un documento de revocación.
Abogados expertos argumentan que también se puede impugnar un testamento en caso de que el testador haya eliminado del testamento a un hijo (heredero forzoso) sin una justificación contemplada por el Código Civil.
Hay que tener en cuenta que los hijos son los primeros herederos forzosos en la línea de sucesión. Es decir, no existe la posibilidad de desheredar a un hijo por deseo propio del testador.
No obstante, la legislación española recoge varios motivos que pueden justificar la desheredación de un hijo. Así, la acción de desheredar a un hijo siempre se debe materializar mediante la realización de un testamento.