Sobre la persecución política contra Leopoldo Bernabéu
A veces es necesario decir las cosas claras. Y es que, cada día es más evidente que, de unos o de otros, un interés creado existe. Y les hablo de la persecución política que está sufriendo Leopoldo Bernabéu. Éste, a pesar de su conocida fama, logró colocarse como la tercera fuerza más votada en nuestra ciudad con un partido totalmente independiente, de la casa: de Benidorm.
No solo la oposición desde el minuto uno intentó un cordón sanitario alrededor de Leopoldo y por los entonces compañeros del Presidente de CBM. Su nombramiento como persona non grata -que más tarde le daría la razón a Bernabéu el Contencioso- o las denuncias falsas sobre acoso sexual o agresión con arma blanca las ganó el concejal, o bien porque se han sobreseído, porque las han retirado antes de celebrarse el juicio o porque pidieron disculpas públicas hacia su persona.
Ahora desde la bancada como no adscrito, Bernabéu pretende hacer valer su propio honor y el de su partido. Así lo confirmó el auto judicial de diecisiete folios contra los seis ex-compañeros del propio concejal debido al sonado expediente sancionador por el cual se expulsaba a Bernabéu del partido. Esta disposición judicial anula y deja sin efecto todos los hechos llevados a cabo por los seis susodichos, y restituye a Leopoldo Bernabéu como presidente de Ciudadanos por Benidorm.
Toda esta situación se produce por algo que creo que es una evidencia. La multitud de personas que se arrimaron al sol que parecía calentar más, y finalmente visto lo visto y que había poco pastel para tanto comensal, como es lógico para aquellos que son palmeros, tras un gran trabajo y esfuerzo en campaña, vieron sus expectativas mermadas por no ganar la alcaldía, y decidieron arrimarse a otro sol. Así que, añadiendo aún ciertos factores y condicionantes que deberán salir a luz y a la ciudadanía para aclarar el embrollo, por el momento todo va de cara para Leopoldo Bernabéu, aunque afirmaría que legalmente no podrá volver al grupo político de CBM en el salón de plenos. Y ese es el problema. El partido. Muchos son los que pretenden hacerlo resurgir, pero el enfermo parece rozar más la muerte que la recuperación.
No me cabe la menor duda. La corrupción no nos la hemos inventado nosotros, existe desde que el mundo es mundo: los seres humanos somos así. El problema, por tanto, no son los corruptos; el problema es el sistema que no impide o que alienta la corrupción. Hay que cambiar a las personas, pero antes hay que cambiar el sistema. Y es totalmente ilógico que exista esta remota posibilidad.
Lo decía el decano del periodismo en Benidorm, Maesba, "Leopoldo Bernabéu es la Rita Barberá de Benidorm".