La navidad, sus símbolos, costumbres y tradiciones

¿Existe realmente un protocolo en torno a la mesa en estos días de celebración? La autora de este artículo nos ofrece unas pautas a tener en cuenta para las fechas más señaladas de estas fiestas

ALICIA SÁNCHEZ CAÑADAS

Las fiestas que hoy en día conocemos como la Navidad, tienen su origen en las fiestas saturnales que celebraban los romanos en honor a Saturno, el dios de la Agricultura. Transcurrían entre los días 17 al 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno, que es el periodo más oscuro del año donde el sol sale más tarde y se pone más pronto.

Las labores agrícolas finalizaban en esa época, donde campesinos y esclavos celebraban grandes banquetes, se hacían regalos y podríamos decir que todo dentro de un ambiente muy carnavalesco y de permisividad.

También los romanos celebraban el día 25 de diciembre la fiesta del Natalis Solis Invicti (nacía un nuevo sol que vencía a la oscuridad y que los días iban a ser más largos). Ante tanta fiesta y “desmadre” el Papa Julio I en año 350 fijó la solemnidad de la Navidad el 25 de diciembre, tal vez para intentar convertir en cristianos a los paganos romanos.

Realmente no se sabe con exactitud la fecha en la que nació Jesucristo. Actualmente cuando hablamos de navidad, en general, nos referimos al periodo que comprenden los días 24 de diciembre (nochebuena), 25 (navidad), 31 (nochevieja), 1 de enero (año nuevo) y en nuestro país se extiende hasta el 5 de enero (noche de Reyes) y el 6 (día de Reyes). También encontramos otros días relacionados, como es el caso de Cataluña, que rinde homenaje a San Esteban el día 26 de diciembre por considerarlo el segundo día de navidad “post-festum”

La Navidad es una fiesta cristiana que solemos celebrar con la familia y amigos, recordamos el nacimiento de Jesús y reflexionamos sobre el gran amor que tuvo Dios al enviarnos a su hijo y salvar a los hombres.

De todas formas, hay muchas personas no creyentes que también celebran estas fiestas. Es importante respetar a quien no piensa como nosotros y no tratar de imponer nuestras creencia y convicciones.

¿Existe realmente un protocolo en torno a la mesa en estos días de celebración?

He mencionado antes que se trata de acontecimientos familiares y/o entre amigos. El reencontrarnos con personas allegadas no es motivo para olvidar las buenas maneras y ese saber estar en la mesa, en las conversaciones, vestido etc.

Cuando vamos a comer o cenar a un restaurante o preparamos la comida en nuestra propia casa para cualquier celebración nos esmeramos en que las viandas se sirvan en los platos de una forma bonita y ordenada, el emplatado cobra vital importancia ya que como se suele decir la comida primero entra por los ojos y de la misma forma intentamos poner y adornar nuestra mesa para dicho acontecimiento.

Por consiguiente, en estas fechas navideñas vamos a intentar dar armonía a nuestra mesa, a nuestra casa con los adornos y por qué no también a nuestra forma de vestir.

Unas pautas para seguir

          Las mesas deben vestirse con manteles de tela de colores blanco o color pastel. El mantel más formal sería de hilo y caería por los lados de la mesa entre unos 15 a 30 cm., el más formal podría llegar incluso casi hasta el suelo (aunque esta última opción no es muy utilizada en casas particulares).

Os voy a dar dos ejemplos que he hecho en mi casa. Tengo una mesa de 2´5m x 1´5m de cristal con unas patas muy bonitas, un año se me ocurrió colocar por debajo del cristal unas luces pequeñas en tonos blancos, encima del cristal coloque un muletón fino y un mantel blanco de tela de seda transparente. Cuando la mesa estaba vestida y se encendían las luces quedaba muy elegante y bonita.

Otro año coloque el muletón encima el mantel de hilo y en el centro de la mesa un pequeño camino de color crudo con un vivo de unos 5 cm. de color rojo. Fabriqué un adorno con una cinta blanca y roja, y cosí a ambos lados una piña natural seca de forma que colgara por ambos lados de la mesa.

En ambos casos coloque el servicio de mesa con unos bajo platos redondos y una vajilla de porcelana blanca con filo dorado.

Los cubiertos para el primer y segundo plato a los lados y en la parte delantera (delante de las copas) cubiertos de postre.

Las servilletas son grandes de tela haciendo juego con el mantel y miden 60 x 60 cm.

Tengo la suerte de tener servilletas de todas las medidas, bordadas, ya que en épocas de mi abuela y de mi madre se estilaba hacer este tipo de labores.

En cuanto a las copas colocamos de derecha a izquierda: vino blanco, agua, vino tinto y un poco más retrasada la de cava/champagne.

Hay que acordarse que el platillo de pan se pone a la izquierda del servicio de mesa.

Los cubiertos se utilizarán de fuera hacia dentro.

          Adornos de la mesa: en nochebuena y nochevieja se pueden colocar candelabros, a ser posible con velas de cera y estas deben encenderse. En comidas al medio día los candelabros y velas no tienen sentido.

          Los centros y adornos de mesa no deben obstaculizar la visión con otros invitados o comensales y es importante que si queremos ornamentar con flores estas deben ser naturales, pero poco olorosas debido que ha de percibirse el aroma de las viandas, que se van a servir y comer.

          Las presidencias de la mesa. En una comida familiar o entre amigos no creo que deba haber protocolos, nadie es más importante que otro. Lo importante es que todos nuestros invitados se sientan como en su propia casa.

Brillan-Savarin, jurista, político y gastrónomo francés decía: “Convidar a alguien es tratar de hacerle grato el tiempo que permanezca en nuestra casa”. Desde mi punto de vista y en mi casa suelo ceder el puesto más importante de la mesa a alguna persona mayor. Al no tener servicio en casa, me suelo ubicar cerca de la salida hacia la cocina, si tuviera servicio me ubicaría mirando hacia la parte por donde salen los platos o bandejas de la cocina.

También es importante pensar en los más pequeños de la casa, en ocasiones es aconsejable montar una mesa para ellos, así están cómodos y tampoco “monopolizan” la conversación de los mayores; obviamente me estoy refiriendo cuando son varios los más pequeños.

Podemos “tematizar” su mesa con adornos más informales y divertidos.

La mesa de nochevieja acepta manteles de diseño más festivos o con otros colores a parte del blanco. Aunque siempre si se quieren hacer las cosas bien hay que optar por la tela frente al papel, y el cristal frente al plástico.

Entorno a la mesa, no es aconsejable hablar de temas que puedan llevar a la confrontación: religión, política, sexo, futbol, etc.

En cuanto a la vestimenta debemos arreglarnos por respeto a nuestros invitados, también dependerá de la “dress code” aconsejado.

La elegancia se basa en el arte de pasar desapercibido o como decía Christian Dior: “La elegancia es un equilibrio entre sencillez, pulcritud, espontaneidad y distinción”.

Adornos de la casa y su simbolismo.

          Árbol de navidad: su significado cristiano hace referencia al árbol del paraíso, al pecado original y a la figura de Jesús como redentor de los pecados, pero también la hoja perenne es un símbolo de vida eterna.

Aunque su uso se ha generalizado por personas de diferentes creencias

El árbol se suele adornar con:

La estrella: símbolo de guía, en referencia a la estrella de Belén.

Las bolas: originariamente manzanas, en referencia a las tentaciones.

Guirnaldas y espumillones: símbolo de unidad y alegría.

Luces: originalmente eran velas, simbolizando la luz de Jesús que ilumina al mundo.

          Pesebre o Belén: Es un símbolo muy importante de la navidad ya que representa la llegada de Jesús al mundo. Desde mi punto de vista sería aconsejable que presida la sala en la que nos reunimos con la familia y/o amigos.

El origen del nacimiento navideño se remonta hasta el año 1223 en Greccio, Italia y se le atribuye a San Francisco de Asís.

Según cuentan los relatos que tuvo la idea de rendir homenaje al nacimiento del niño Jesús con una representación en vivo, con la ayuda de clérigos y feligreses construyó una casa de paja, un portal y un pesebre e invito a los habitantes de Greccio a realizar una representación del nacimiento de Jesús haciendo una escena viviente con San José, la Virgen María, el Niño, los pastores e incluso animales para darle más realismo.

Así fue como comenzó la tradición de colocar un nacimiento durante la época navideña utilizando pequeñas figuras de madera, barro u otros materiales. Esta tradición se extendió por toda Europa y también llegó a América Latina.

          Papa Noel: El cristianismo basa la leyenda de Papa Noel en la figura de San Nicolás de Bari, obispo cristiano del s. IV que vivió en Anatolia, la actual Turquía Era venerado por su generosidad y su predilección por los niños.

Cuenta la leyenda que en una ocasión se enteró de la mala situación económica de un hombre muy pobre, que no tenía dinero para la dote de sus hijas y entregarlas en matrimonio.

San Nicolás entró secretamente en su casa y depositó unas monedas de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban de la chimenea para secarse; de ahí el origen de los calcetines que adornan nuestras chimeneas en estas fiestas.

Hay otras afirmaciones de que Papa Noel viene de la Antigua Roma, al final de las fiestas saturnales y daban regalos a los niños.

En los países nórdicos también se habla de un hombre barbudo, anciano y pequeño que traía la abundancia y la protección.

En Latinoamérica se conoce con distintos nombres: Santa Claus, Viejito Pascuero, Colacho….

Se trata de un personaje vestido de rojo, cinturón y botas negras, se encarga de fabricar juguetes y entregarlos a los niños en la noche del 24 al 25 de diciembre.

Las 12 uvas: Es una tradición española, su significado es pensar un deseo o propósito para el nuevo año. Se dice que las 12 uvas simbolizan los 12 meses del año.

Existen otro tipo de tradiciones en fin de año dependiendo del país.

Por último, me gustaría hacer una reflexión en la que creo firmemente.

En estos días empiezan a florecer como por arte de magia los buenos sentimientos y algunos valores que durante el resto de año han estado adormecidos o simplemente han brillado por su ausencia. Me estoy refiriendo a la tolerancia, respeto, amistad, concordia, unidad, paz, etc…

Estos deberían estar presentes en nosotros durante los 365 días del año y culminar en estos días de reencuentros.

El intentar ser buenas personas debería formar parte de nuestro día a día, igual que nos formamos y reciclamos profesionalmente no olvidemos la importancia que tienen las “habilidades blandas” nos diferencian del resto.