La inmigracion latina en los Estados Unidos
Bernardo Rabassa
Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia.
Todas las mañanas suelo caminar un hora por la Dehesa de la Villa escuchando por los auriculares bluetooth, las noticias de mi Ipod, y en cuanto se terminan los noticiarios locales de RNE o de la SER y de COPE, comienzan los noticiarios internacionales de CNN los del País y Radio Caracol, Telemundo, Daily BBC y otras emisoras centradas en Iberoamérica, principalmente de Méjico, Argentina y Washington, lo que me ha llevado a preocuparme por la noticias principales que se suelen centrar en las tragedias humanas que ocurren para superar la valla que construyeron los USA y por la inminencia de la declinación de la llamada ley 42 que termina una etapa de la migración.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos enviaron un comunicado este viernes, 1 de abril, anunciando que a partir del 23 de mayo quedará derogado el Título 42, la herramienta con la que se estuvieron produciendo expulsiones masivas en la frontera sur entre EE. UU. y México. La medida fue implantada en marzo de 2020 por el Ejecutivo de Donald Trump. Mecanismo del que se ha valido desde 2020 para expulsar de manera masiva a más de 1,7 millones de migrantes en su frontera con México. No son solo mejicanos, sino principalmente venezolanos, nicaragüenses, dominicanos y hasta ucranianos, que no han dudado hasta el presente en cruzar el Rio Grande en la frontera, que es vadeable en algunos puntos, pero en el que a diario se producen ahogamientos, de mujeres y niños, sobre todo, intentando salvarlos los agentes americanos, con notables fracasos que son noticia diaria, para mis auriculares.
Se va a producir probablemente una avalancha, en los próximos meses, que ya desde hace muchos años están entrando, por lo general, ilegalmente en el paraíso USA. Este recurso hizo que los migrantes fueran expulsados de manera inmediata a su llegada a territorio estadounidense y carecieran de la oportunidad de solicitar asilo, un derecho garantizado por la Ley de Refugiados de 1980.
En los albores de este nuevo milenio, en cambio, América Latina conforma una de las principales regiones de expulsión de población hacia las principales economías del primer mundo (Estados Unidos, Europa y, en menor medida, Japón) (Pellegrino, 2003). Hacia el año 2000 había 22.3 millones de latinoamericanos residiendo en un país diferente al de su nacimiento. De ellos, 19.2 millones residían incluso en algún país fuera de América Latina, mientras que los otros 3.1 millones correspondían a migrantes intraregionales, es decir, que residían en América Latina, pero en un país diferente al de su nacimiento. Por el contrario, en ese mismo año había en América Latina tan sólo 5.1 millones de inmigrantes internacionales, de los cuales sólo 2 millones provenían de países fuera de la región, mientras que los 3.1 millones restantes correspondían a los ya mencionados migrantes intrarregionales. Algo tiene que ver el progresivo empobrecimiento sus países de origen, por la dominancia política del llamado grupo de Puebla (mayormente comunista y populista) que les fuerza a emigrar, ante el fracaso de sus políticas marxista ayudados especialmente por Zapatero (solo nos faltaba este español) al frente, a blanquear las tres dictaduras latinoamericanas. Aprobaron recientemente una hoja de ruta que normaliza los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, donde se sufren brutales represiones y farsas electorales, a ellos les sigue López Obrador de Méjico y ahora Chile con Gabriel Boric redactando una nueva constitución probablemente social-comunista. Perú, Ecuador y Argentina en el filo de la navaja.
¿Qué ocasiona la migración hacia Estados Unidos?
La migración a los Estados Unidos se origina principalmente por la enorme diferencia salarial con los países latinos y constituye una poderosa fuerza de atracción para los jóvenes y los trabajadores, Según Anabel Cruz Sánchez Toledo en los últimos decenios la región de América Latina y el Caribe se transformó en fuente de emigración y sus flujos la vinculan a la más amplia geografía de destinos. En la actualidad, uno de cada diez de los 150 millones de migrantes internacionales (OIM/Naciones Unidas, 2000) nació en algún país latinoamericano o caribeño; sin tener en cuenta a los indocumentados ni a los que se desplazan de manera temporal. Casi 21 millones de latinoamericanos y caribeños vivían fuera de su país de nacimiento en el año 2000, y en el 2005 ascendió a 25 millones, de estos, alrededor de 22 millones están en las economías desarrolladas de América del Norte, Europa y Japón mientras que entre 3 y 5 millones trabajan en países limítrofes de América Latina y el Caribe. (BID. 2006) Si bien el destino de esta emigración es diverso, la gran mayoría se dirige a los Estados Unidos y en menor medida, a Canadá. El rasgo distintivo en la migración intrarregional es que ha disminuido el carácter atractivo de los principales países de destino Argentina y Venezuela, cada vez más populistas y pobres.
Seguimos en las mismas, el marxismo asociado al populismo, como se demostró en Europa solo trae pobreza y miseria y esas son razones más que suficiente para los latinos que además de ganar más dinero, tienen lo mejor que USA les puede ofrecer: la libertad política individual y personal, Así no se puede entender la progresiva marxisticiación de América Latina, que le lleva de cabeza a la ruina.