El Gobierno de Benidorm, convertido en un peligro real

¡Qué vergüenza de personajes, Cabrillo y Ripoll, que a pesar de su avanzada edad, no tienen el más mínimo escrúpulo en violar todo aquello que les permitió ser concejales del Ayuntamiento de Benidorm, algo que por sí solos no hubieran imaginado ni en el mejor de sus sueños!

Leopoldo Bernabeu

Es evidente que hemos entrado en periodo electoral. Eso puede suponer muchas cosas y la mayoría suelen ser bastante malas para los sufridos ciudadanos. Entramos en ese período en el que todo vale con tal de tener un titular favorable y ganar un día más. La lucha va a ser encarnizada por conseguir que el suflé no baje durante estos próximos ocho meses y, en cambio, pueden ser muchos años los que tardemos en arreglar los diferentes entuertos que con toda seguridad se van a producir. No saben ustedes lo que son capaces de hacer algunos con tal de seguir chupando del bote cuatro años más.

En el Pleno de Septiembre hemos vivido una de esas barbaridades que a continuación les relataré, pero déjenme que les diga que hemos tenido la guinda del pastel en un ejemplo que viene como anillo al dedo. La Estación de Autobuses, uno de esos entuertos que yo les comentaba. Un práctico ejemplo en el que por adjudicarse a la baja y quien sabe que chanchullos más, llevamos quince años pagando las consecuencias y lo que te rondaré morena, ya que ahora hemos inaugurado la fase de amenazas de Fiscalía y Juzgados. Yo, si fuera usted no me perdería el Pleno del próximo 29 de octubre.

Hoy hemos visto como el irresponsable equipo de Gobierno dirigido por el astuto Toni Pérez, ha puesto en riesgo el futuro de Benidorm aprobando la obra de la Avenida del Mediterráneo en contra de la opinión del 60% de concejales. Es decir, con el único voto a favor de los suyos y las dos lapas adheridas a la mamandurria, hemos consentido que se ponga en marcha una obra que, con la lógica por bandera, debería costar varias decenas de millones de euros, pero se ha adjudicado a una empresa por solo siete, que además lo ha ganado con una baja temeraria de un 32% y que ostenta un currículum de obras inacabas por toda España.

Se ve que no han sido suficientes los escándalos de la ya mencionada Estación de Autobuses, el Instituto Pere María, el vergonzoso Centro Cultural o los brutales sobrecostes del Palacio de Deportes y el nuevo Ayuntamiento, amén de las barbaridades de Armanello, Polígono Industrial y un sinfín de canalladas urbanísticas que se llevaron a cabo y abocaron a nuestro ayuntamiento a una bancarrota que todavía estamos pagando a razón de 15 millones de euros anuales. Pues ya ven que no, no era suficiente. Ahora tiran adelante con una obra que, en el caso de quedarse parada, puede costarnos el pan a los miles de ciudadanos que se ganan la vida en esta ciudad. ¿Se imaginan ustedes una avenida del Mediterráneo con unas obras paralizadas tantos años como, por ejemplo, el centro cultural?

Sin lugar a dudas lo que más asco me ha dado, lo que de verdad me produce náuseas, es ver como las garrapatas de Cabrillo y Ripoll, que sin ningún pudor siguen atreviéndose a identificarse como Ciudadanos por Benidorm, votan todo a favor de un PP que está haciendo justo lo contrario de lo que su formación política defendió en campaña electoral. Claro está que de esto ya se olvidaron hace años, cuando alguien les prometió el paraíso si votaban a pies juntillas todo lo que dijera el Flautista de Hamelin, Toni Pérez. ¡Qué vergüenza de personajes que, a pesar de su avanzada edad, no tienen el más mínimo escrúpulo en violar todo aquello que les permitió ser concejales del Ayuntamiento de Benidorm, algo que por sí solos no hubieran imaginado ni en el mejor de sus sueños!

Ya los van ustedes conociendo a todos, irresponsables y sanguijuelas. Pero ojo, si les gustan, tienen ustedes la posibilidad de volver a votarlos dentro de ocho meses.