Historias, curiosidades y coincidencias en la nueva corporación de la Diputación de Valencia
Vicent Mompó es el alcalde del municipio con menos habitantes (Gavarda, apenas un millar) representado en la corporación provincial y el cuarto presidente de la Diputación de Valencia que procede del partido judicial de Xàtiva. Los tres anteriores de esta demarcación comarcal (Alfonso Rus, Fernando Giner y José Díez-durante unos meses-) también militaban en el Partido Popular.
De hecho, el partido judicial de Xàtiva ostenta la meritoria marca de aportar dos de los 31 diputados pero, en una curiosa desproporción, haber conseguido cuatro del total de 11 presidencias de la institución. De las restantes siete, tres procedían del partido judicial de Valencia; dos, del de Sagunt (incluido el presidente saliente, Toni Gaspar), una, del de Ontinyent (el ahora decisivo Jorge Rodríguez); y otra, del de Alzira.
La Diputación de Valencia está dominada, en lo que se refiere a su representación política, por alcaldes de grandes municipios. De los diez más poblados de la provincia únicamente uno (Alzira) no cuenta con diputado provincial. El resto, desde Valencia hasta Aldaia pasando por Torrent, Gandia, Paterna, Sagunt, Mislata, Burjassot y Ontinyent, tiene su portavoz.
Los grandes municipios
Y precisamente disponer de un acta provincial supone elevar la portavocía de un municipio. Los citados anteriormente son conocidos por su envergadura (todos superan los 30.000 habitantes) o por su pujanza industrial, su peso histórico o cercanía a la capital.
Si seguimos, también podríamos decir que la siguiente localidad en censo, Xàtiva, cuenta con diputado provincial, que en este caso es su propio alcalde, Roger Cerdà. Y del mismo modo resulta igualmente conocida, entre otras cuestiones, por su célebre castillo.
Vicent Mompó es el embajador de Gavarda en la provincia de Valencia. FOTO. KIKE TABERNER
Poseer un escaño en estos casos supone reforzar el peso de la población; no obstante, en otros, como el de Gavarda, equivale a ejercer de auténtico embajador. Esta pequeña localidad ubicada en la comarca de la Ribera, aunque adscrita al partido judicial de Xàtiva, cuenta entre sus vecinos ni más ni menos que con el presidente de la Diputación.
Como ocurrió con Faura el pasado mandato, que apenas rebasa los 3.500 habitantes. O con Vallada en los dos mandatos de la presidencia de Fernando Giner, con 3.000 vecinos casi contados.
Resultan casos no inusuales aunque tampoco abundantes en un histórico de presidencias de la corporación ejercidas casi siempre por alcaldes de grandes municipios (Sagunt, Alzira, Ontinyent, Xátiva, Manises), o , como sendas excepciones, por concejales de Valencia, tanto que lideraban la oposición (Clementina Ródenas) como que formaban parte del equipo de gobierno (Manuel Tarancón). No obstante, presidir la Diputación y no ser alcalde constituye un hecho bastante atípico y casi, en el contexto actual, incomprensible.
¿Y si no es alcalde?
Que decidiera un concejal de a pie (salvo en los dos casos de la metrópoli, que aglutina a un tercio de la población de la provincia) en un pleno mayoritario de alcaldes podría resultar estridente para algunos de estos últimos.
En cambio, pese a que la provincia de Valencia se distribuye en 266 municipios y únicamente escoge, de entre todos los concejales de estos, a 31 diputados, no resulta desacostumbrado que encajen ediles de la misma población y diferente partido en el hemiciclo provincial. En el pasado mandato incluso llego a haber dos 'parejas' de compañeros de corporación local y de Diputación.
Se trataba de los representantes de Picanya –que incluso coinciden en nombre aunque cada uno adaptado a su lengua habitual de expresión- Xavier Rius (Compromís) y Javier Montero (PP), y de los munícipes de Moncada Amparo Orts (la alcaldesa socialista) y Jesús Gimeno (portavoz local de Ciudadanos).
Turismo y paellas
En un mandato –el presente- con bastante continuidad en caras respecto al anterior, ninguno de los cuatro citados repite. Les toma el relevo como tándem el formado por los concejales de Meliana Pedro Cuesta (PP) y Josep Riera (ex alcalde de Compromís). El primero, que dirigirá la relevante área de Turismo, tendrá la oportunidad de impulsar a escala provincia el concurso de la singular paella de fetge de bou que instauró el segundo cuando ostentaba la vara de mando.
Se trata de dos de los 14 casos de diputados que no despuntan como alcaldes de un municipio. Los 17 restantes (9 del PP y 8 del PSPV) sí que lo son, pese a la complejidad que en teoría entraña compaginar la dirección de localidades de la envergadura de Mislata, Torrent, Burjassot o Alfafar con asumir el rol de diputado. Salvo que primen alguna de sus dos facetas, que normalmente no suele ser la última citada.
Compromís y Vox
Entre esos 14 destacan los tres diputados de Compromís que, incluso con el caso más emblemático del exalcalde antes citado (Josep Riera), son concejales rasos de Meliana, San Antonio de Benagéber y Catarroja, aunque en este municipio su edil, la abogada Dolors Gimeno, forma parte del gobierno local. Por cierto, Gimeno repite como diputada sin ser alcaldesa (no es tan habitual), como la socialista Empar Folgado, de Aldaia.
Tampoco se pueden sentar en sillón consistorial alguno los dos representantes de Vox, coincidentes en nombre (Sergio) y concejales de Manises (Pastor) y Rocafort (Herrero). Parecen condenados, por la distancia que marca el resto de partidos con ellos, a quedar relegados a segunda o tercera fila.
En cualquier caso, su voto resultará determinante para que el gobierno PP-Ens Uneix pueda sacar adelante muchos puntos, aunque la Diputación no es Les Corts y la unanimidad, en plenos que suelen pasar desapercibidos para la sociedad y con temas muy locales o específicos, suele –o solía- proliferar.
Dispondrán, por otra parte, de la oportunidad de intentar superar la labor desempeñada por su conmilitón Joaquín Alés, único diputado provincial de Vox el pasado mandato y que en este ha pasado a Les Corts.
Reme Mazzolari, junto a Vicent Mompó. FOTO: KIKE TABERNER
Y entre los citados 14 no alcaldes brillan, por armazón político, Reme Mazzolari y Vicent Mascarell (una curiosidad más consiste en que los dos diputados del partido judicial de Gandia se apelliden igual. El otro sí es alcalde, en Xeraco, y luce como nombre Avelino). Ambos cargan con un tonelaje elevado del peso de sus partidos como segundas espadas.
Mazzolari, secretaria general provincial del PP, tiene asignada igualmente vicepresidencia en Diputación. El gandiense Mascarell ejerce la secretaría de organización del PSPV en la provincia de Valencia. Los dos trabajan a la sombra de Mompó y de Bielsa, respectivamente. En esa línea fueron responsables de orquestar las campañas de sus líderes respectivos a presidir la Diputación.
Por cierto, si la coincidencia de los Mascarell tiene su enjundia, mayor resulta la de las diputadas Folgado. Aunque cada una opta por presentarse con el nombre en una de las dos lenguas oficiales (Empar y Amparo), ambas han obtenido escaño por el partido judicial de Valencia, proceden de dos localidades vecinas de l´Horta Sud (Aldaia y Torrent), únicamente se llevan un año de edad y las dos atesoran cierta vinculación con el ámbito educativo (una, la torrentina, por haber dirigido años atrás esa delegación en su ayuntamiento, y la otra, la aldaiense, por haber estudiado Ciencias de la Educación).
Y para rizar el ya encrespado rizo, Empar Folgado Ros, la de Aldaia, firma como segundo apellido con el primero del gran rival político por excelencia de Amparo Folgado Tonda. Sí, de Jesús Ros Piles, alcalde de Torrent entre 2015 y 2023, con quien ha estado compitiendo en tres elecciones consecutivas la actual máxima munícipe de la segunda localidad más poblada de la provincial tras a la capital. A la tercera fue la vencida para ella.
Neus Garrigues, junto a Carlos Fernández Bielsa. FOTO: KIKE TABERNER
Coincidencias hay bastantes más, como que los dos representantes del partido judicial de Alzira tengan por apellido topónimos aragoneses –Neus Garrigues Calatayud y Francisco Teruel Machí-, además de dirigir sendos municipios de menos de 5.000 habitantes en el que el de la primera, La Pobla Llarga, casi duplica exactamente en número de habitantes al del segundo, Benimodo (4.400 y 2.200). O que hasta tres diputados cuentan con Martínez como segundo apellido, empezando por la flamante vicepresidenta primera, Natalia Enguix Martínez.
Natalia Enguix, diputada de Ens Uneix. FOTO: KIKE TABERNER
Si seguimos, más que un reportaje este texto se convertiría en un ensayo que podría dar pie a un libro de singularidades de la corporación de la XII legislatura de la Diputación de Valencia.