Pepe Pérez Sirvent: “Salir de la zona de confort supone uno de los mayores crecimientos personales”

Ahorrar dinero es un hábito imprescindible y totalmente saludable, particularmente en un contexto donde las pensiones públicas del futuro prometen ser cada vez menores. Pero todo en exceso puede ser perjudicial, y en el caso del ahorro no es una excepción.

Una encuesta llevada a cabo a principios de este año y de la que nos empezamos a hacer eco el pasado miércoles, nos decía que casi la mitad de los trabajadores están “preocupados, ansiosos o temerosos por su actual bienestar financiero. Y el alto coste de la vida dificulta el ahorro para millones de personas.

Otra encuesta nos desvela alguno de los motivos. La principal razón que esgrimen muchas personas es que tenían muchos gastos y que sus salarios se habían estancado en los últimos años. Además, un porcentaje importante de personas señalaba que no tenía trabajo o que estaba endeudada, lo cual dificultaba enormemente la tarea de ahorrar.

Por lo tanto, tiene todo el sentido del mundo que algunas personas tengan miedo de sufrir problemas financieros. Por ejemplo, la mitad de las familias estadounidenses están viviendo al día, por lo que cualquier tipo de emergencia financiera (hacer frente a una reparación del coche, pagar una emergencia sanitaria, etc.) podría llevarlos al límite en términos financieros. Según los últimos datos publicados por la web de finanzas personales Bankrate, cerca de un 25% de los estadounidenses no tienen ningún tipo de ahorro para emergencias. La buena noticia es que esta cifra parece ir reduciéndose en los últimos años.