Norteamérica y media Europa se achicharran por el cambio climático

Canadá y Estados Unidos están viviendo una ola de calor sin precedentes. Cientos de personas han muerto y decenas de fuegos permanecen activos como consecuencia de las temperaturas extremas que se están registrando. También en los países del norte de Europa se han alcanzado récords históricos. En Noruega, a decenas de kilómetros del Círculo Polar Ártico se han llegado a medir más de 30 grados, algo insólito.

La ola de calor está resultando especialmente letal en la provincia canadiense de Columbia Británica, donde las muertes se han triplicado en solo una semana. Mientras que el promedio de fallecimientos en esta época del año debería haber sido en torno a 165, se ha disparado hasta 486. Una cifra que temen siga aumentando, pues se prevé que este calor asfixiante se mantenga toda la semana y puede que persista la próxima.

Desde el viernes pasado se están alcanzando máximas de récord que alcanzan los 50 grados centígrados. Sin embargo, lo más preocupante es que, con los elevados índices de humedad, la sensación térmica es superior a los 40°C.

El calor de los últimos días ha favorecido también los incendios, con 78 fuegos forestales activos. Las llamas han obligado a evacuar varias comunidades, entre ellas la localidad de Lytton, que el martes registró 49,6 grados, un récord en la historia de Canadá.

En Estados Unidos, el calor ha ido perdiendo intensidad en las últimas horas, especialmente en las zonas costeras de Seattle (Washington) y Portland (Oregón), que se vieron muy afectadas a principios de semana. No obstante, este fenómeno se ha cobrado en el noroeste del país más de 75 muertes, en su mayoría personas mayores de 60 años.

Los expertos señalan que las temperaturas que se han registrado esta semana en Canadá, mucho más acostumbrada a las bajas temperaturas, están 20 grados por encima de lo habitual para esta época del año y, por tanto, no es normal. Una ola de calor excepcional que supone una gran amenaza para la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente.

El cambio climático está provocando tiempos más intensos y violentos

“Es normal que en verano haga calor, pero lo que se está viviendo en Norteamérica estos días es realmente excepcional. Se están batiendo récords de temperatura nunca registrados en muchas ciudades de EEUU y Canadá”, señala a este periódico Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Una anomalía que atribuye sin duda alguna al calentamiento global. “Claramente los fenómenos atmosféricos que se están registrando en las dos últimas décadas están alterados por el proceso de calentamiento climático que se registra en el mundo”, lamenta.

Según datos de la NASA, la temperatura media del planeta ha aumentado 1,2 grados en los últimos 20 años, especialmente por las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó este viernes que la Antártida registró en febrero del año pasado su temperatura más alta: 18,3 grados.

Canadá y Estados Unidos están viviendo una ola de calor sin precedentes. Cientos de personas han muerto y decenas de fuegos permanecen activos como consecuencia de las temperaturas extremas que se están registrando. También en los países del norte de Europa se han alcanzado récords históricos. En Noruega, a decenas de kilómetros del Círculo Polar Ártico se han llegado a medir más de 30 grados, algo insólito.

La ola de calor está resultando especialmente letal en la provincia canadiense de Columbia Británica, donde las muertes se han triplicado en solo una semana. Mientras que el promedio de fallecimientos en esta época del año debería haber sido en torno a 165, se ha disparado hasta 486. Una cifra que temen siga aumentando, pues se prevé que este calor asfixiante se mantenga toda la semana y puede que persista la próxima.

Desde el viernes pasado se están alcanzando máximas de récord que alcanzan los 50 grados centígrados. Sin embargo, lo más preocupante es que, con los elevados índices de humedad, la sensación térmica es superior a los 40°C.

El calor de los últimos días ha favorecido también los incendios, con 78 fuegos forestales activos. Las llamas han obligado a evacuar varias comunidades, entre ellas la localidad de Lytton, que el martes registró 49,6 grados, un récord en la historia de Canadá.

En Estados Unidos, el calor ha ido perdiendo intensidad en las últimas horas, especialmente en las zonas costeras de Seattle (Washington) y Portland (Oregón), que se vieron muy afectadas a principios de semana. No obstante, este fenómeno se ha cobrado en el noroeste del país más de 75 muertes, en su mayoría personas mayores de 60 años.

Los expertos señalan que las temperaturas que se han registrado esta semana en Canadá, mucho más acostumbrada a las bajas temperaturas, están 20 grados por encima de lo habitual para esta época del año y, por tanto, no es normal. Una ola de calor excepcional que supone una gran amenaza para la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente.

El cambio climático está provocando tiempos más intensos y violentos

“Es normal que en verano haga calor, pero lo que se está viviendo en Norteamérica estos días es realmente excepcional. Se están batiendo récords de temperatura nunca registrados en muchas ciudades de EEUU y Canadá”, señala a este periódico Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Una anomalía que atribuye sin duda alguna al calentamiento global. “Claramente los fenómenos atmosféricos que se están registrando en las dos últimas décadas están alterados por el proceso de calentamiento climático que se registra en el mundo”, lamenta.

Según datos de la NASA, la temperatura media del planeta ha aumentado 1,2 grados en los últimos 20 años, especialmente por las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó este viernes que la Antártida registró en febrero del año pasado su temperatura más alta: 18,3 grados.