NOMBRES PROGRES. Dime cómo te llamas y te diré a qué partido votaban tus padres. Por Carmen Álvarez.

¿Cómo llamaremos a nuestro hijo? ¿Cuántas horas, días, meses lleva tomar esa decisión? Lo normal es que este tema acarree a la pareja ciertas tensiones, discusiones y ocurrencias varias hasta llegar al consenso. Consenso, qué bonito nombre tienes.

También es posible que los futuros padres hayan andado un poco liados los nueve meses de embarazo y no se hayan ocupado del asunto -sí, esto se da, doy fe- o no hayan llegado a un acuerdo en ese tiempo. En este caso, acabas camino del hospital -hecha una penita-, decidiendo con tu contrario, que está fresco como una rosa recién cortada, el nombre de la criatura que ha de venir. Si esto ocurre, querida amiga, te la han metido doblada -otra vez, perdón-. Como te pille dilatada de 8 centímetros y sin epidural, aceptas que tu hijo se llame Cojoncio y tu hija Estanislá con tal que de que ese hombre calle de una vez.

Quiero ayudaros a que esto no suceda.

Si tomarse el tiempo necesario para decidir el nombre del bebé es fundamental, también lo es tener en cuenta el contexto temporal, social e ideológico en el que va a tener lugar el nacimiento.

Me meto en este espinoso asunto a cuenta de un tuit que leí el otro día y que decía: “Pregunto, ¿Libertad os parece un nombre feo para una niña?”.

¿Existen nombres progres? Trasladada la cuestión a Twitter -que es lo que debemos hacer con todos los asuntos importantes-, surgieron tantas y tan maravillosas propuestas que no me he podido resistir a la tentación de hacer una recopilación. Hubiera querido comentar los pros y contras de cada uno, con todas las implicaciones ideológicas que conllevan y, por supuesto, nombrar a todos los que participaron, pero me es imposible.

En primer lugar, yo propuse Sostenibilidad, pero alguien ya me comentó que tenía un diminutivo polémico: Sosten o Sostén. Además de quedar feo, no creo que el nuevo feminismo acepte el uso de dicha prenda por opresora.

Me llamó la atención el gran predicamento de Resiliencia. Me gusta mucho porque siempre se puede acortar con Resi o La Resi. Los muy modernos pueden doblar la ‘s’ para darle un toque más exótico: Ressi. Si logramos superar a Sánchez -tan amante del término-, todos podremos llamarnos Resiliencia, eso es cierto.

Sororidad. Este nombre, femiprogre por excelencia, hay que utilizarlo bien. Cuidado. Lo suyo sería usar la versión compuesta: Sororidad Hermana. El problema es que si lo ponemos al revés, Hermana Sororidad, queda carca, carca, carca. Error. No. En este caso el orden de los factores altera el producto.

Comentados estos dos, que fueron los que más gustaron, procedo a transcribir la relación de todos los nombres propuestos y alguno más que he considerado bonito e interesante.

Nombres progres para niñas:

Laica Lágrima Sorora, Noesno, Cuota, Resiliencia, Sororidad, Memoria Histórica, Nosvalavidaenello, Alianza de Civilizaciones, Sanidad Pública, Armonización Fiscal, Racializada, Solidaridad, Sostenibilidad, Empoderada, Sexta Lopaís, Asamblea, Nueva Normalidad, Perspectiva de Género, Progreso, Entendimiento, Sola y Borracha, Puestaenvalor, Nobonitano, Igualdad, Igualdad Real, Igualdad de Oportunidades, Inclusividad Interseccional, Democracia Real, Democracia Real Ya, República, Bolivarita, República Bolivariana, Ofendida -con su diminutivo: Ofendidita-, No Me Consta, Expertitud, Transparencia, Emergencia Climática, Multilateralidad, Gretamajareta -éste creo que lo propuso un facha-, Eficiencia Energética, Naturaleza, Plurinacional, Allegada, Vulvaportante, Miembra, Restricción Nocturna de Movimiento, Yositecreo, Hermanayositecreo, Energía Renovable, Ciudadana del Mundo.

A los que todavía tienen un punto tradicional, pero quieren insertarse en el mundo progre, les sugiero poner María delante de los nombres anteriores. Quedan nombres preciosos: María Resiliencia, María Irene de todas las Féminas, María de la Sororidad, República María de todas las Naciones, María Expertitud -sustituye a María de las Virtudes-, María Paritaria, Openarms y Güelcom Refuchís – en lugar de María Auxiliadora-, María de la Plurinacionalidad, María del Calentamiento Global.

Del Perpetuo Patriarcado, en sustitución del Perpetuo Socorro, es muy recomendable también para los nostálgicos en proceso de adaptación a los nuevos tiempos.

Nombres progres para niño:

Perdón por Haber Nacido, Distópico, Peneportante, Trilingüismo Cordial, Hidrógeno Verde, Relator, Allegado, Consenso, Diálogo, Género Fluido, Colectivo -en euskera, Kolectibo-, Aliado, Confinamiento, Ciudadano del Mundo.

Nombres unisex:

Renovable, Nosepodíasaber, Universo, Toque de Queda.

El tema regional lo tengo poco trabajado, pero creo que para el nacionalista catalán, Independència -significa Independencia en español y se pronuncia Indapandénssia– y Volem Votar –Queremos votar, Vulem Vutá-son un must. Para el euscaldún de pro, Independentzia -en español Independencia y pronunciado Independencia– también. Si la criatura con el tiempo te sale torcida, siempre se le puede llamar Españolazo o Españolaza.

El progre más barroco de lo normal -si cabe-, puede utilizar esta joya: Transversalidad de los Círculos Empoderados de la Sororidad Emancipada.

Es probable que me deje algunos, pido disculpas en ese caso y expreso mi profundo agradecimiento a los que habéis contribuido con vuestras aportaciones a construir una sociedad mejor. Y sostenible. E igualitaria. Y justa. Y feminista.

Por favor, quitadme el ordenador ya.