Mayte García: “Lo que más molesta al sector turístico es el caso que nos hacen las administraciones, ninguno”
No tiene por qué ser un plus especial, pero para mí siempre ha sido una posibilidad extra. El haber nacido en Benidorm, me ha permitido vivir el crecimiento turístico de esta ciudad casi desde sus inicios. El gran despegue se produjo a partir de los años 60 y 70 del siglo pasado, y desde entonces ha sido un no parar. Reinventándose cada poco tiempo, luchando contra las adversidades de fuera y en ocasiones contra las de dentro, Benidorm es hoy un referente turístico nacional e internacional, algo que no sólo son palabras grandilocuentes sino hechos contrastados. Es más, muchos de los que antaño fueron también referentes turísticos, hoy ya no lo son.
Es cierto que el turismo es un mercado vivo, quizás el más competitivo del mundo. ¿Qué pueblecito no es hoy un adalid de posibilidades?, no hay alcalde ni vecino que no invente algo para destacar y promocionar y consolidarse, así como un lugar de paso donde pararse y disfrutar del destino.
Pero a mí y sin ningún lugar a la duda, lo que más me ha llamado siempre la atención es la capacidad que tienen los profesionales de este sector para mantener la alegría en sus caras. Quiero recalcar, por si acaso se nos ha olvidado, que el turismo es en sí la capacidad de hacer felices a los demás. Todos, cuando salimos de viaje, lo hacemos con la alegría en nuestro rostro y el anhelo de vivir experiencias diferentes que queden en la retina para siempre.
Pero detrás de todo ello hay mucho más. No hace falta resaltar que el turismo es la industria que mejor funciona en España. Este año es posible que se cierre rozando los 100 millones de viajeros y los 200.000 millones de euros en ingresos. Con más de 3 millones de empleados directos e innumerables indirectos. Pues a pesar de todo esto, nunca ha tenido el respeto de los gobernantes, ni el recono0ckineto. Ni de este gobierno ni de los anteriores. Los de antes quizás por desconocimiento y los de ahora, me atrevo a decir que por maldad.
Si no tuvieron bastante en el sector con el covid, la guerra de Ucrania o la inflación, en los últimos años hacen al sector turístico responsable de las penurias que vive el país en materia de vivienda y el precio de los alquileres, y ahora, para rematar la fiesta y ver si pueden socavar un poco más esta fuente de generación de alegría e ingresos, se inventan el Registro de Viajeros, para que sean los propios clientes los que decidan no venir a España, porque parece que queramos saber hasta la talla que utilizan de ropa interior.