Las bajas de la crisis de Gobierno: Calvo y la Ley Trans; Ábalos con Delcy y Plus Ultra
El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha llevado a cabo una remodelación en el Gobierno que ha supuesto la salida de siete ministros, entre ellas algunas figuras que parecían inamovibles, como Carmen Calvo o José Luis Ábalos. Varios de ellos han agradecido con mensajes de despedida la confianza depositada en ellos por el jefe del Ejecutivo.
De esta forma, los hasta ahora titulares de los Ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España; y Cultura y Deporte han destacado, con textos muy similares en redes sociales, el honor de desempeñar sus cargos.
"Haber servido a mi país como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha sido un gran honor para mí. Toda mi gratitud al presidente Sánchez por la confianza y a mi equipo y al conjunto de los empleados del grupo del Ministerio por su trabajo y su compromiso", ha escrito el también secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.
Es momento para recordar que se marcha sin haber hecho los deberes y con oscuras sospechas con algunas de sus gestiones. Así, Ábalos, sale del Gobierno marcado por dos escándalos políticos: el llamado Delcygate y el rescate de la aerolínea Plus Ultra, ambos relacionados con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Su encuentro, con versiones y declaraciones confusas y contrapuestas desde el principio, con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas, cuando ésta tenía prohibido el acceso al espacio Schengen y, por tanto, no podía entrar en España, le colocó en el disparadero de la oposición y de la opinión pública. Un año después, el cerco político vino por "avalar" el rescate con 53 millones de euros a Plus Ultra, una aerolínea considerada "chavista, en quiebra y sin vuelos" por los grupos de la oposición, un asunto del que él siempre se desvinculó y que se investiga en el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid y en el Tribunal de Cuentas.
Además, no ha cumplido sus objetivos de presentar una ley de movilidad y otra de vivienda.
Carmen Calvo Vs Irene Montero
Otra sorpresa mayúscula ha sido que la hasta ahora vicepresidenta Carmen Calvo será sustituida en el Ministerio de Presidencia por Félix Bolaños. Mano derecha de Pedro Sánchez, se despide después de ser el principal peso pesado de sus dos Gobiernos y tras haber protagonizado choques con Unidas Podemos, y en especial, con su sustituta en el Ministerio de Igualdad, Irene Montero, a cuenta de la Ley Trans.
Era la encargada de relaciones con las Cortes, pero no ha logrado impedir que los socios del Gobierno llevasen por libre iniciativas legislativas al Congreso. Además, en la ley LGTBI del Gobierno se ha impuesto la visión de Unidas Podemos, que incluye la autodeterminación de género, aunque en público Calvo negó que hubiese perdido la batalla.
También ha tenido que ver Calvo cómo Irene Montero ha aprobado el anteproyecto de la ley del 'Solo sí es sí', después de que durante su propio mandato como ministra no lograse reformar el Código Penal para tipificar como violación toda penetración sexual sin consentimiento.
Igualmente, la ministra saliente de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, daba las gracias a Sánchez, habla de "gran honor" y agradece el apoyo y el trabajo de la "gran familia" de su ministerio, que ahora desde el lunes ocupará el diplomático José Manuel Albares.
Y en la misma línea se ha pronunciado José Manuel Rodríguez Uribes, que ha agregado además que en "tiempos difíciles" han puesto "el alma" y todas sus "capacidades" y se ha hecho eco de las felicitaciones del PSC a su sustituto, Miquel Iceta, que cambiará la cartera de Política Territorial y Función pública por la de Cultura y Deporte.
Además Sánchez prescinde en su nuevo Gobierno del ministro de Justicia, Carlos Campo, al que sucederá Pilar Llop, y de los ministros de educación y Ciencia, Isabel Celaá y Pedro Duque.
Campo es otro que se marcha si hacer lo que se le encomendó... o sí. El ministro de Justicia deja la cartera después de tan solo año y medio, envuelto en la polémica por el indulto a los presos del procés y sin haber logrado forjar acuerdos parlamentarios con los populares para renovar órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial.
Campo se libra así de tener que enfrentarse a la batalla judicial contra los indultos de los presos del 1-O que preparan PP, Cs y Vox.
Otra que deja su trabajo a medias, sin terminar, es la ministra de Educación, Isabel Celaá. Aprobó durante su mandato la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe), que es conocida con su nombre, Ley Celaá, que entró en vigor en enero de 2021 y sustituyó a la Ley Wert, pero hace un mes llevó al Consejo de Ministros el anteproyecto de Ley Orgánica de Formación Profesional.
El proceso de aprobación de la Lomloe estuvo rodeada de una gran polémica al afectar al castellano como lengua vehicular en la educación o al papel de la enseñanza concertada. En la nueva ley educativa, el castellano deja de ser vehicular en la enseñanza; quita peso a la oferta de plazas concertadas; impide la segregación por sexos en los centros sostenidos con fondos públicos o elimina la obligación de cursar una materia alternativa a la Religión y que la calificación de esta materia puntúe.
Trabajaba ahora, además, en algunos de los reales decretos que desarrollarán la Lomloe y que, de nuevo, le han valido las críticas de sectores que los interpretan como una bajada de la exigencia.
De Pedro Duque, poco que decir. Durante su segunda etapa al frente de la cartera, ha emprendido la reforma de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que le ha costado la crítica de diversos sectores científicos, al considerar el proyecto insuficiente y que perpetúa la precariedad de los investigadores. Eso sí, será siempre el ministro astronauta.