La Guardia Civil detiene a los supuestos empleados de una falsa tienda de sofás online

La Guardia Civil ha procedido a la detención de

tres personas, un hombre y dos mujeres, de nacionalidad española,

pertenecientes a un grupo criminal al que se le atribuye la estafa de

543.095 euros, haciéndose pasar por una empresa de fabricación y

venta de sofás que operaba por Internet. Los investigadores han

localizados ya a 175 perjudicados en 21 provincias españolas, aunque

se estima que este número aumente.

Ofertaban sofás fabricados a medida a precios muy competitivos

La operación se inició a finales del pasado año, cuando la Guardia Civil

recibió una denuncia en San Juan de Alicante en la que un perjudicado

manifestaba que había comprado por Internet un sofá valorado en

2.100 euros, pero que no había recibido el producto y la empresa no le

había devuelto el dinero ni le ofrecía otra solución.

Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron comprobar

que agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid estaban

investigando hechos similares consistentes en la venta de sofás a

través de una página web, mediante la que ofertaban de manera

engañosa y acordando un pago mediante transferencia bancaria,

tarjeta de crédito o pago financiado, no llegando dichos productos

jamás a sus compradores.

 Asimismo, se presentaban como una consolidada marca, asentada en

el mercado nacional que, según afirmaban, trabajaba con conocidos

proveedores, prometiendo a sus clientes 100 días de prueba y cinco

años de garantía de sus productos.

Igualmente, ofertaban los sofás a precios muy competitivos, y su

abono era facilitado a plazos o mediante financiación con distintas

entidades financieras. Se comprometían a la entrega del producto final

en un plazo inferior a 12 semanas. No obstante, existía la posibilidad

de acortar significativamente las entregas, previo contrato bien del

Servicio Rápido, con un coste adicional de 49 euros, o del Servicio

Premium, por 89 euros. En éste último tipo, el sofá sería recibido como

máximo en seis semanas.

Los sofás encargados debían ser abonados por el cliente a su

solicitud, ya fuera por pago directo del interesado, o contratando el

servicio de una entidad financiera. Entonces la empresa cobraba el

dinero de forma inmediata, pero no iniciaba la fabricación del sofá

encargado.

Cuando el cliente veía que finalizaba el plazo de entrega pactado sin

recibir el producto, contactaba con ellos telefónicamente, por mensaje

o por correo electrónico para reclamar el envío. La comercial le ponía

todo tipo de excusas para justificar el retraso sin reconocer en ninguna

ocasión que en realidad no tenían intención de fabricar el sofá ni de

efectuar la entrega. Muchos clientes reclamaban la devolución del

importe al no recibir el producto no realizando la empresa el reembolso

de dicha cantidad. Asimismo, en la mayoría de los casos, la empresa

simplemente dejaba de responder a los mensajes.

En un momento dado de la investigación, los agentes comprobaron

que las instalaciones de la tienda, con supuesta sede en Gandía

(Valencia), se encontraban abandonadas y que la mercantil asociada

no tenía actividad en la actualidad. Sin embargo, había existido en el

pasado. Constituida en el año 2011, había tenido una actividad

comercial normal hasta el mes de abril de 2021, momento en que el

negocio empezó a ir mal. Ahora, para llevar a cabo las estafas,

captaban a sus potenciales víctimas aprovechándose de la confianza

adquirida en sus años de trayectoria.

El reparto de funciones entre los miembros del grupo era de

importancia equitativa y estaba claramente distribuido: El hombre, de

44 años era el administrador de la empresa y se encargaba de las

relaciones y contratos con los proveedores. Su madre, una mujer de 62

años, era la apoderada y llevaba la contabilidad. La tercera detenida,

una mujer de 45 años, era la comercial y gestionaba para los clientes

los contratos de las financiaciones de los sofás cuando éstos decidían

pagar en esa modalidad. Los tres habían trabajado juntos en el

pasado. Para dar salida al capital estafado, invertían los beneficios

obtenidos con la actividad ilícita en países extranjeros.

Se les atribuye la estafa de más de medio millón de euros

Los afectados, comenzaron a poner quejas y denuncias ante diferentes

organismos. Hasta la fecha, la Guardia Civil ha localizado a 175

perjudicados en diferentes localidades de las provincias de Alicante,

Almería, Barcelona, Bilbao, Cantabria, Castellón, Girona, Guadalajara,

Guipuzcoa, Madrid, Murcia, La Rioja, Oviedo, Salamanca, Segovia,

Sevilla, Tarragona, Teruel, Valencia, Zamora y Zaragoza, si bien se

espera localizar a más víctimas.

Se les atribuye la estafa de 543.095 euros estafados a consumidores

finales, entidades financieras y a seis proveedores del sector del sofá.

La Guardia Civil calcula que llevarían cometiendo las estafas desde

hace aproximadamente un año, tras una etapa en la que el negocio

legal comenzó a acumular deudas con sus proveedores.

La operación ha sido desarrollada de manera conjunta entre el Área de

Investigación del Puesto Principal de San Juan de Alicante, el Equipo

de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Comandancia de Madrid, y

el Equipo @ de Getafe, también en Madrid.

Las detenciones se han producido en las provincias de Asturias y

Valencia. Cabe destacar, la especial dificultad que entrañó la

localización del hombre que, conocedor de que estaba siendo buscado

por la justicia y por los propios estafados, se hallaba desde hacía

meses en paradero desconocido, ocultándose en diferentes domicilios

y albergues situados en Asturias y Valencia.

Se les imputan los delitos de estafa, alzamiento de bienes, blanqueo

de capitales y pertenencia a grupo criminal. Se han realizado dos

registros en dos naves industriales situadas en Riola y Almoines

(Valencia) en las que los autores ocultaban 120 sofás, propiedad de

los proveedores estafados por el grupo.

La Guardia Civil ha contado con la activa colaboración de la Fiscalía de

Criminalidad Informática de Alicante.