La Guardia Civil auxilia a una vecina de Moraira cuya vivienda se incendió, estando ella dentro.
Los agentes controlaron e intentaron sofocar las llamas con unas
mangueras que les facilitaron los vecinos.
También en Moraira, ese mismo día 10 de abril, se detuvo a un británico
de 23 años, por un presunto delito de resistencia y desobediencia a
agentes de la autoridad, tras haber infringido, supuestamente, las medidas
de restricción de movilidad, con motivo del estado de alarma.
La Guardia Civil auxilia a una octogenaria, vecina de
Moraira, cuya vivienda se encontraba en llamas. La rápida actuación de los
agentes evitó daños personales y que los daños materiales fuesen mayores.
El pasado viernes 10 de abril, la Guardia Civil de Moraira recibió aviso de un
posible incendio en una vivienda de planta baja de dicha localidad. Los agentes
se desplazaron al domicilio en escasos minutos dado que, afortunadamente, se
encontraban a unos 300 metros del lugar.
Al llegar a la vivienda, observaron una columna de humo negro, de unos 30
metros de altura y oyeron los gritos pidiendo socorro de los vecinos de las
viviendas colindantes a la afectada.
Sin dudarlo un sólo segundo, los agentes buscaron posibles mangueras y
puntos de agua, donde poder conectarlas. Tras localizar dos mangueras, cada
agente cogió una y las introdujeron por las ventanas del salón, intentando
controlar las llamas, mientras llegaban las dotaciones de bomberos que se
encontraban de camino.
La única moradora de la vivienda, una octogenaria, les comunicó a los agentes
que estaba muy preocupada por su vehículo, el cual estaba estacionado en el
interior de su garaje por si, al llegar las llamas a él, provocaba daños más
considerables, como una posible explosión.
Los dos guardias civiles tuvieron, incluso, que optar por relevarse, en la zona
donde estaban utilizando las dos mangueras, para poder coger aire, debido a
que únicamente llevaban puesta una mascarilla quirúrgica, insuficiente para
poder soportar los gases que emanaban del interior de la vivienda.
Finalmente, no hubo que lamentar daños en las viviendas colindantes ni
tampoco daños personales.