La Fundación Frax cierra la composición del jurado del premio Miquel Llinares de investigación histórica naval
El Patronato de la Fundación Frax ha cerrado la composición del jurado que
decidirá este año el premio de investigación histórica naval “Miquel Llinares
Barceló”, para el que los interesados podrán presentar trabajos hasta el
próximo 30 de junio.
A propuesta del presidente de la entidad, Matías Pérez Such, de ese
jurado formarán parte tres representantes de la Armada Española,
encabezados por el Almirante y director del Instituto de Historia y Cultura Naval
de España, Juan Rodríguez Garat, al que se suman José Ramón Vallespín
Gómez, Capitán de Navío y director del departamento de Estudios e
Investigación del mismo Instituto. Cierra esa selecta participación Francisco
Javier Zaragoza Ivars, Alférez de Fragata y miembro del Consejo Asesor de la
Fundación Frax.
Por parte del Ayuntamiento de Benidorm, que participa en el premio,
valorarán los trabajos Ana Pellicer Pérez, primer teniente de alcalde y concejala
de Presidencia y Patrimonio Histórico y Cultural, y Jaime Jesús Pérez Esteban,
concejal de Cultura del Consistorio benidormense.
Por la Fundación, se integran el propio Matías Pérez Such, en calidad de
presidente, y el patrono Jaime LLinares Fuster. Actuará como secretario del
jurado el técnico de la Fundación Héctor Baldó.
MIQUEL LLINARES BARCELÓ
Miquel Llinares Barceló (1920-2007) fue, quizás, la persona que mejor conocía
el pasado histórico naval de Benidorm y las comarcas de las Marinas. Su
familia atesora infinidad de apuntes y estudios que han servido para dar forma
a decenas de libros y tesis (muchos de ellos firmados por el periodista Carlos
Llorca Baus), y por ello, en su memoria, la Fundación Frax decidió dar forma y
convocar un Premio de investigación histórica naval de la provincia de Alicante
que lleva su nombre.
Gracias a Miquel Llinares sabemos hoy (con información documentada y
contrastada), que Benidorm llegó a tener hasta 150 capitanes de Marina
Mercante, o que de los 38 buques que llegaron a integrar la flota de la
Compañía Transatlántica Española en los siglos XIX y XX, nada menos que 17
fueron capitaneados por marinos de Benidorm, ciudad que además aportó
decenas de responsables de máquinas, comunicaciones y otras labores vitales
para la navegación.
Buena parte de esa historia se mantiene viva en la memoria de los
descendientes de aquellas generaciones, pero corre serio peligro de perderse.