El MUBAG expone más de 60 obras de la colección de la Diputación de Alicante para celebrar su aniversario

El Museo de Bellas Artes Gravina ha inaugurado esta

mañana dos exposiciones con obras procedentes de la colección de la

Diputación de Alicante coincidiendo con su decimonoveno aniversario.

Se trata de 63 piezas, algunas inéditas, -54 pinturas, siete esculturas, una

cerámica y un tapiz- que abarcan desde los primeros años de la década de

los 50 hasta finales de los 80 del siglo pasado.

La primera de las muestras reúne las propuestas premiadas en los

concursos de pintura convocados por la Diputación de Alicante entre 1952 y

1960 bajo el título ‘La generación figurativa. Premios para la creación

de un museo’. Mientras que para la segunda, ‘Del informalismo a la

abstracción mediterránea’, se han seleccionado dieciocho obras

realizadas de los años sesenta a finales de los ochenta por artistas

españoles de gran proyección internacional.

La vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, ha

presentado esta mañana la nueva propuesta junto al director del Museo,

Jorge Soler, y las comisarias Mª José Gadea y María Gazabat. La

diputada ha destacado el comienzo de una nueva etapa con Soler al frente

del MUBAG, “damos hoy un paso más abriendo más espacios al público,

para ampliar hasta donde sea posible la superficie de exposición del museo,

aprovechando hasta el último rincón”. Parra también ha agradecido el

esfuerzo del equipo del centro cultural “que se ha implicado para poner en

valor el patrimonio provincial en un tiempo record y recuperar y reunir aquí

gran parte de la mejor obra de la colección de la Diputación que se

encontraba almacenada”.

Asimismo, Soler ha valorado el trabajo realizado por la institución

alicantina ya que “gracias a aquel interesante programa de premios

diseñado en los años 50, en la actualidad atesoramos una extraordinaria

pinacoteca”. “Algunas de las obras que presentamos hoy se muestran al

público por primera vez y otras no habían vuelto a las salas desde hace más

de una década”, ha puntualizado el director del MUBAG.

‘La generación figurativa. Premios para la creación de un

museo’ recoge los trabajos ganadores de los certámenes organizados por

la Diputación que pasaban a ser propiedad de la institución con el objetivo

de enriquecer el fondo existente y crear un museo de Bellas Artes con arte

español.

Entre los artistas destacan los nombres de Francisco Lozano, Gran

Premio en 1952 por Lavanderas, o Francisco Pérez Pizarro, Premio

Paisaje con Atisbo de primavera en la alberca en 1953. Ese mismo año,

Xavier Soler se alzó con el Primer Premio Provincial con Interior: sillería y

en 1954 consiguió el Gran Premio de la mano de Conversación de ancianas.

Otros autores relevantes que se dieron a conocer en estas

convocatorias fueron Menchu Gal, Juan Bautista Porcar, Pancho

Cossío, José Pérezgil, Milagros Lambert o Manuel Baeza. En la VI y

VIII edición se añadió la modalidad de escultura, cuyos premios recayeron

en Salvador Octavio Vicent Cortina con Desnudo de pie y Benjamín

Mustieles Navarro con Bañista, respectivamente. El estilo de esta

generación renovó el arte figurativo de mediados del siglo XX español

con nuevos lenguajes plásticos que, en algunos casos, derivaron en la

abstracción o la experimentación.

Por otra parte, los autores de la muestra ‘Del informalismo a la

abstracción mediterránea’, que recupera el espacio expositivo del

antiguo zaguán del Palacio Gravina, apostaron por transformar el arte con el

empleo de originales materiales y con la creación de nuevos lenguajes que

llegaron a hacer propios. El resultado es un interesante recorrido de la

mano de artistas informalistas, geométricos y abstractos, entre los que se

pueden contemplar esculturas de Ángeles Marco, Pablo Serrano, Adrián

Carrillo, Francisco Sobrino y Josep Ginestar; pinturas de Juana

Francés, Eusebio Sempere, Manuel Hernández Mompó, Antoni

Tàpies, Luis Feito, Manuel Viola, Antonio Saura, Rafael Canogar,

Manuel Rivera, Soledad Sevilla y Mario Candela; así como un relieve

cerámico de Arcadi Blasco y un tapiz de Teresa Lanceta.