El I concurso de fotografía antigua de la Vila Joiosa premia 3 fotografías muy diferentes de 1908, 1960 y 1985

El jurado, compuesto por el concejal de Patrimonio Histórico, el director de Vilamuseu,

la técnica de Etnografía y el responsable del Archivo Municipal de la Vila Joiosa, destaca

la elevada cantidad de fotos presentadas a este primer concurso, 165, y muy especialmente

su elevada calidad e importancia para documentar la historia de la Vila durante todo el siglo XX.

A juicio del jurado, prácticamente todas las personas que han aportado fotografías han

presentado alguna que merecía ser premiada, lo que ha hecho su deliberación larga y difícil.

El concejal de patrimonio histórico, Xente Sebastià, ha declarado que “en realidad el premio más

importante lo ha ganado la ciudad de la Vila Joiosa, porque las personas participantes

han hecho posible que comencemos a tener un banco de imágenes antiguas de gran

calidad, con información detallada, para su conservación, documentación, investigación

y difusión”.

El jurado hace una mención especial al gran número de fotografías aportadas por Josela

Hurtado Adrover, Ángela Sellés Serrano, Jaime Lloret Tito y Dolores del Carmen

Muñoz Costa, así como al gran volumen de información que se ha aportado sobre las

fotografías presentadas por todos ellos y por Magdalena Soler López, aunque en general

todas las fotografías presentadas vienen acompañadas de información más o menos

detallada. Estos datos son la esencia de la conservación de este patrimonio, porque le da

sentido y lo contextualiza, convirtiéndolo en un documento de enorme valor etnográfico.

El jurado propone la continuidad del concurso en años sucesivos añadiendo una

categoría especial para un tema concreto cada año, y teniendo en cuenta la aportación de

conjuntos de fotografías de especial relevancia.

Los criterios utilizados han sido la cantidad y calidad de la información proporcionada;

la relevancia para el conocimiento de la historia, las tradiciones y el paisaje de la Vila

Joiosa y de los vileros y vileras, aunque no se ubiquen en la Vila Joiosa; el estado de

conservación; la antigüedad y la escasez de fotografías sobre la misma temática, entre

otros. El jurado ha considerado importante valorar también como aspecto positivo que

las fotografías sean inéditas o poco conocidas, aunque no es un factor determinante, dado

que se busca conseguir un banco de imágenes escaneadas a la más alta calidad y con la

mayor información posible, también de las que ya eran conocidas.

En la categoría 1 (retratos) se ha otorgado el premio a la imagen de un grupo de

costureras con sus bastidores, aportada por Marta Bujardón Llorca. El jurado valora la

gran antigüedad de esta fotografía (1908); su magnífica calidad y estado de conservación

después de 112 años; así como la originalidad del tema, del que no se conocen muchas

fotografías. Se trata de un retrato realmente excepcional como documento etnográfico.

En la categoría 2 (paisajes urbanos o rurales) se ha premiado la imagen en color de la

fachada de la discoteca Look (antiguo Cine Jonia), fechada en octubre de 1985, aportada

por Vicente Sivera Sánchez. El jurado valora la rareza de esta fotografía, ya que no

existen apenas imágenes de esta discoteca que no tuvo una vida muy larga, pero refleja la

estética y la cultura de los años 80. El valor de la fotografía se ve incrementado

notablemente por venir acompañada de otra de la fachada del mismo local pero unos

años antes, a finales de los setenta y comienzos de los ochenta, cuando era Cine Jonia.

Ambas fotografías muestran automóviles de ese momento aparcados en la misma

disposición en la calle, y tienen el mismo encuadre, por lo que forman un documento

consecutivo, muy original y relevante de actividades (los cines, las discotecas) muy

representativas de la evolución del ocio a finales del siglo XX. La intencionalidad del

autor de registrar con su cámara en dos ocasiones la evolución de ese punto urbano de la

Vila se considera muy meritoria.

En la categoría 3 (actividades diversas: industrias y comercio; fiestas religiosas y civiles;

música y folclore; actividades sociales, culturales y políticas; deporte, etc.) se ha

premiado la fotografía del Comercio de Jaume Soler Soriano, “Jaume d’Esteve”, en el

que se encuentran empleados y clientas, hacia 1960, aportada por Magdalena Soler

López. El jurado valora que no es una fotografía muy conocida, su buen estado de

conservación, y que refleja de forma espontánea el ambiente cotidiano de una tienda de

ultramarinos de hace 60 años, con sus típicos elementos (báscula, estanterías,

cortafiambres, caja registradora…). En la imagen aparecen no solo los dependientes y

dependientas, sino también tres clientas, lo que aporta un gran valor documental, incluso

a través de la indumentaria. De este tipo de comercios de la Vila circulan muy pocas

fotografías antiguas, y eso supone un valor añadido.

Además de estas tres fotografías premiadas, el jurado hace en su fallo una mención

especial en la categoría 1 a la fotografías de niños en carnaval, hacia 1911, aportada por

Ángela Sellés Serrano y de un grupo de costura con el Chalet de Campana al fondo,

hacia 1945, aportada por María Devesa Beneyto; en la categoría 2 a la fotografía de los

Baños de Neptuno con el rótulo “Kiboko”, de 1960, aportada por Pedro Cano Marcet; y

en la categoría 3 a las fotografías de la inauguración del campo fútbol, de 1934, foto

aportada por Jaime Lloret Tito, y de un grupo de hombres y mujeres reparando redes en

la playa, hacia 1930, aportada por Ángela Sellés Serrano.