De la crisis del Covid se sale en forma de K: quién coge el palo bueno y el malo

Hay quien ve en la archirrepetida recuperación en forma de K el intento de algunos economistas por vender la vieja tendencia de la desigualdad envuelta esta vez en nuevo papel de regalo. Cada vez son más los adeptos que se suman a la teoría de que la salida de la crisis actual se producirá con una clara distinción entre sectores, población y países respondiendo a la forma de una letra K, es decir, desigual, según su capacidad de adaptación, pero también dependiendo de cuál sea el origen de donde venían. Dicho de otro modo el pobre saldrá más pobre, y el rico, más rico. Nada nuevo bajo el sol para quienes saben lo que es una crisis financiera. La gran diferencia con respecto a catarsis anteriores, como la de 2008 ó 2011 en la eurozona, es que ésta sí tendrá un carácter profundamente disruptivo, como el coche cuando sustituyó en una década a los carruajes tirados por caballos, la revolución que supuso el teléfono, luego Internet; o el avión que ocupó el lugar de largas travesías en barco.

La K será, en definitiva, el camino que tomarán los ganadores y quienes resulten perdedores de la pandemia en esa bifurcación que dibujan su brazo al alza y su pata, a la baja. ¿Cuáles serán esas compañías en España? Sin paliativos, las energías renovables ocupan la primera posición en la bolsa española con los mayores crecimientos de beneficios de todo el Mercado Continuo. Vendrán seguidas de farmacéuticas, infraestructuras e industria que son nichos de valor a nivel mundial, como compañías de ferrocarril y de automoción nacionales, y también el sector de la alimentación, uno de los pocos que han mejorado sus resultados gracias a la pandemia. En cambio, inmobiliario, banca, restauración y turismo no lograrán sacudirse su castigo por completo y vivirán años complicados en la era post-Covid.

De las 80 mayores compañías españolas por capitalización con seguimiento de analistas, la tabla prácticamente queda dividida a la mitad entre quienes tirarán del carro de la recuperación los próximos años y quienes no lograrán superar cifras de beneficio neto anteriores a 2018. Hasta 25 firmas cotizadas nacionales obtendrán ganancias en 2022, año en el que debería verse ya cierta recuperación económica, que serán, al menos, un 25% superiores a las que registraron cuatro años atrás, en 2018. ¿Quiénes lideran ese ránking? Las energías verdes. Su beneficio aumentará, de media, más del 300% de 2018 a 2022, y entre ellas se encuentran firmas solares como Solarpack Solaria; o grandes conglomerados como Siemens Gamesa y Acciona.

En la parte más baja de la K figuran, en cambio, compañías como Prisa -con una situación financiera delicada desde hace varios lustros- y las dos socimis del Ibex, Inmobiliaria Colonial y Merlin Properties, teniendo en cuenta que, en tiempos de recesión, el activo inmobiliario pierde valor ante una caída de rentas y de demanda. Pero también están los grandes bancos, como BBVA, Santander y Bankinter, a quienes se les presenta un panorama complicado, haya o no vacuna, con la morosidad, previsiblemente, al alza el año que viene y tipos de interés en mínimos históricos hasta, al menos, 2023, según han reconocido los principales bancos centrales. Los expertos calculan que su beneficio estará un 30% por debajo.

La cuestión es que esto ya se ha reflejado en el mercado, entre otras cosas, porque los grandes inversores "se han concentrado en un grupo muy concreto de acciones de crecimiento, típico de lo que sucede en una recuperación en forma de también en los mercados", afirman desde Nordea AM. Además, y siguiendo aquello de que los pobres lo serán aún más cuando acabe la crisis, el problema del sobreendeudamiento afectará a quienes decidieron "aumentar sus préstamos en la primera ola de la pandemia, no para impulsar una actividad económica futura, sino para compensar la desaparición de sus flujos de caja", concluyen los expertos.

La zombificación de la economía (refinanciar deuda para salvar el futuro de empresas que no son rentables) es uno de los riesgos que menciona Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4, cuando se refiere al día de mañana de muchas firmas cotizadas que, sin crecimiento durante la pandemia, contarán con endeudamientos muy superiores una vez la recuperación se atisbe en el horizonte.

Dos claros vencedores

De la pandemia se saldrá más verde, ecológicamente hablando, y para ello, en el entretiempo, será clave el papel que juegue el sector farmacéutico en el desarrollo de una vacuna eficiente. Son los dos claros ganadores de esta crisis y los llamados a despuntar con sus cifras los próximos años. Hay que tener en cuenta que la Unión Europea ha puesto en marcha dos grandes programas de estímulo, el Plan de Reconstrucción y NextGeneration, enfocado al medioambiente, con un valor conjunto de 15 billones de euros para el periodo 2021-2027. De ese total, la mayor parte irá a parar los efectos de la pandemia, pero un tercio estará destinado "directamente a combatir el cambio climático, la mayor cantidad de dinero jamás aprobada", apuntan desde la Comisión Europea. Y esto es clave para las compañías dedicadas a energías limpias. Son ellas quienes ocupan los primeros puestos en la recuperación que está por venir hasta 2022 y Solarpack es la primera.

Su beneficio neto crecerá un 455% en el periodo 2018-2022, hasta los 28 millones de euros. Un año después se espera que éste aumente otro 46%, hasta los 41 millones. No obstante, se ha quedado sin potencial en bolsa tras subir más del 54% en el año, en máximos históricos, por encima de los 20 euros por acción. Es la penúltima salida a bolsa en España -se estrenó en 8,3 euros en diciembre de 2018- a la que ha seguido Soltec, hace quince días, que sube un 23% desde los 4,82 de su salto al parqué.

La mayor firma de energía solar del mercado es Solaria y también figura entre las ganadoras de la recuperación en K. Triplicará ganancias hasta 2022, con más de 60 millones de euros, aunque también se ha quedado sin recorrido en bolsa para los analistas tras dispararse un 163% en 2020. "Pertenece a un sector de moda, con un plan de inversiones muy agresivo de casi 1.300 millones de euros para pasar de 75MW de potencia solar fotovoltaica a 3.324MW en 2023 (el 3% de la potencia del sistema eléctrico español)", apuntan desde Bankinter, aunque resaltan un pero. Y es su elevado endeudamiento, que prevén en 9,1 veces ebitda este año, con el riesgo de que si se retrasan proyectos se dispararía. En los últimos cinco años sus títulos suben desde los 0,7 euros hasta los casi 18 euros por acción, lo que implica una revalorización del 2.470%, la mayor de toda la bolsa española, por delante de Grenergy (también en el pelotón de cabeza), con ganancias del 1.036%; de Fluidra, Audax Renovables (que avanza un 435%) o de Cellnex Telecom (con un 320%), cuyo ebitda, por el momento, subirá solo este año un 60% tras la compra de torres a Hutchison por 10.000 millones de euros esta semana.

Entre los grandes del sector figuran también firmas como Siemens Gamesa, cuyo beneficio está previsto que crezca un 414% de 2018 a 2022, hasta los 360 millones de euros y Acciona, con una evolución mucho más modesta del 24%, con más de 400 millones de ganancias. Iberdrola anunció la semana pasada una inversión de 75.000 millones de euros hasta 2025 para impulsar las energías renovables. Tras marcar máximos históricos esta semana, los expertos creen que esa tendencia también se trasladará al beneficio, que rebasará los 4.000 millones en 2022. Ence, el mayor generador de energía verde con biomasa de España, figura en la parte baja de la K, aunque está por ver si el desarrollo de esta parte de su negocio -supone la mitad- impulsa su beneficio futuro.

¿Y qué hay de las farmacéuticas? El crecimiento exponencial de Laboratorios Rovi le permitirá liderar el sector hasta 2022, con un aumento de su beneficio del 390%, hasta los 88 millones que se estiman para ese año, a los que seguirán 140 millones en 2023. Su alianza con Moderna para la distribución de su vacuna es una de las palancas de crecimiento. Es, por detrás de Pharma Mar (a quien la aplidina le está dando más de un dolor de cabeza), la farmacéutica más alcista del año, con ganancias del 48%. Faes Farma, Grifols y Almirall verán crecer sus ganancias, de media, un 50% hasta dentro de dos años.

Pero también sectores como el industrial, automoción o alimentación (con Ebro Foods), saldrán más reforzados. Firmas de nicho a nivel mundial como Talgo y CAF mejorarán un 150% su beneficio en ese mismo perioro. Ambas mantienen su consejo de compra. También lo hacen CIE Automotive y su brazo tecnológico Global Dominion. La diversificación de clientes y tecnologías que buscan reducir el peso de los vehículos para el nuevo modelo eléctrico mantendrán un aumento del 50% en sus ganancias hasta 2022. La firma de Antón Pradera es de las pocas que ha mantenido su dividendo intacto dentro de su sector, muy tocado por el desplome de ventas que ya venía de antes de la pandemia.

Ni inmuebles, ni banca, ni turismo

En pleno rebote cíclico de las bolsas es difícil asumir que algunos de estos sectores serán los grandes perdedores de la recuperación en K. Al turismo le quedan años -más allá de 2023 salvo sorpresa- para recuperarse y esto afecta a NH Hoteles (más enfocada a viajes de negocios que Meliá) y, por extensión a Aena, IAG y Amadeus, aunque su recuperación es más clara a medio plazo.

El sector inmobiliario, con Merlin Properties e Inmobiliaria Colonial, también estará a la cola de la recuperación en un par de años. Sus activos valdrán menos; se prevé una caída del 25% en inmuebles retail y del 10% en oficinas ante el auge del teletrabajo. Aunque el mercado ya está recogiendo, con creces, ese descuento sobre su portfolio: es del 50% en Merlin y del 30% en Colonial, tras el tirón alcista de esta semana.

De lo que casi nadie duda es que la banca se enfrenta (una vez más) a años complicados. Sin casi rentabilidad, los analistas creen que el beneficio de Santander, BBVA, CaixaBank y Bankinter será un 30% inferior en dos años (sobre 2018), y el de los pequeños, Unicaja y Liberbank, un 22%. Sólo el de Sabadell crecerá, un 7%.