Benidorm necesita 3.000 camareros para este verano: el 90% de los bares busca personal

Más de un mes después del inicio de la campaña de verano, Benidorm continúa sumida en el caos que supone encontrar camareros para satisfacer la exigente demanda de turistas que tienen previsto aterrizar en la capital alicantina de la Costa Blanca, después de dos años de restricciones por el Covid-19. De hecho, calcula la patronal que hacen falta en torno a 3.000 empleados.

Una cifra que desliza la asociación hostelera Abreca, que cuantifica que el noventa por ciento de bares y restaurantes de Benidorm andan buscando camareros para este verano. Tanto es así, que muchos de ellos han tomado la inédita decisión de cerrar un día a la semana ante la imposibilidad de cuadrar descansos en sus plantillas y algunos de ellos han bajado las persianas temporalmente «hasta nuevo aviso».

Alex Fratini, portavoz de Abreca, recalca a ABC que la campaña veraniega marcha de manera positiva con niveles por encima de los registrados en 2019 antes de la pandemia. «Este aumento está provocado por el flujo de ingleses que han ampliado la temporada a junio y julio», explica este hostelero que, insiste en la particularidad de la capital turística de la Costa Blanca respecto a otros lugares con alta masificación de visitantes.

«Somos un destino desestacionalizado. Trabajamos mucho en invierno, por eso sufrimos más que nadie durante la pandemia, ya que si en otros sitios la facturación bajó un 25%, aquí lo hizo un 85», explica a este periódico. En cuanto a la falta de camareros, Fratini argumenta que «los hosteleros no tienen elección», ya que «no pueden elegir por currículum para cumplir sus necesidades porque llegan muy pocos ofrecimientos y hay que coger lo que sea para enseñarles lo más rápido posible».

Denuncia contra la «competencia desleal»

Según Abreca, falta personal en terrazas, en barra y en cocinas; incluso algunas distribuidoras de bebidas están teniendo problemas a la hora de repartir por la dificultad de encontrar empleados. Una situación que ha provocado que algunos establecimientos como es el caso de Mateo's Benidorm, un emblemático restaurante ubicado en la zona inglesa de la localidad turística, que ha colgado un mensaje en su muro de Facebook anunciando su cierre ante la «escasez de personal».

Para Fratini, existen varios factores que explican la complicada situación que atraviesa el sector hostelero. El primero de ellos, apunta, se debe a la dificultad que padecen los trabajadores temporeros a la hora de encontrar alojamiento. «Mucha gente se ha ido porque no podía pagar el alquiler y por ello los propietarios exigen condiciones más elevadas y prefieren un perfil turístico con el que obtener más beneficios y tener menos problemas», argumenta.

Además, considera que la pandemia «ha cambiado a nivel cultural la idea del esfuerzo» y, ahora, «la gente no quiere trabajar en fin de semana y en vacaciones y quiere disfrutar más de la vida». «Es entendible, por supuesto, pero la hostelería no puede cambiar porque se trabaja cuando no lo hacen los demás y siempre va a ser así».

Por último, Fratini critica la «competencia desleal» que existe dentro del sector hostelero, pues «hay demasiados locales que no cumplen la ley». El también propietario del conocido restaurante Pinocchio señala a los locales que no cumplen con el convenio colectivo, a los que acusa de «manchar el nombre de la industria». «Por gente así meten a todos en el mismo saco y por eso estamos luchando contra ellos, pidiendo más controles e inspecciones, para eliminar esta falsa imagen que se ha creado en torno a nosotros», subraya.

La patronal hotelera, poco optimista

En paralelo, la patronal hotelera Hosbec ha lamentado que «quedan lejos» los objetivos de alcanzar datos del verano de 2019 en este año porque «la realidad complica la recuperación turística en la Comunidad Valenciana». «El inicio de la campaña de verano se ha complicado por factores económicos, sanitarios y logísticos que retrasan la posibilidad de igualar la actividad turística de la prepandemia», han señalado.

Para la patronal, «las huelgas en los aeropuertos, los problemas en la operativa de equipajes, las cancelaciones y la falta de personal, sobre todo en Reino Unido, el repunte de la séptima ola del Covid-19 que afecta a toda Europa, y, por supuesto, la complicación del panorama económico con los peores datos de inflación en décadas no ayudan en nada a la actividad turística», según ha expresado en un comunicado.

No obstante, han resaltado que «aún así los destinos turísticos de la Comunidad se mantienen fuertes, aunque queda mucho trabajo de reconstrucción y no puede darse por superada la crisis». Con la excepción de Benidorm, que roza el 84 por ciento de ocupación media en la segunda quincena de junio y se queda a seis puntos de los datos de 2019, el resto de la Costa Blanca sí cumple con la expectativa con un 80,1% gracias al «fuerte» empuje del mercado nacional y supera por algo más de un punto los datos de 2019.