Benidorm muestra su repulsa y condena por el último crimen machista cometido en Cartagena
El Ayuntamiento de Benidorm ha vuelto a mostrar este mediodía su rechazo y condena por el último asesinato machista confirmado en nuestro país por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Se trata de una mujer de 50 años asesinada por su expareja, de 47 años, ayer en Cartagena (Murcia)
Tras el crimen, el hombre se entregó en comisaría en donde confesó que acababa de matar a su mujer. Los agentes encontraron a la víctima en su casa, en la que también se encontraba su hijo menor de edad. Contra el detenido pesaba una orden de alejamiento que había expirado hace diez días.
La concentración silenciosa ha tenido lugar en la puerta del Ayuntamiento y ha estado encabezada por la edil de Igualdad, Ángela Zaragozí, y otros miembros de la corporación municipal, que han expresado así su rechazo unánime a este asesinato machista.
Con la confirmación de este caso, la cifra de mujeres asesinadas por violencia de género en España en 2024 se sitúa en 45, un número que se eleva hasta 1.290 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar estos datos.
Desde la Concejalía de Igualdad recuerdan que el Ayuntamiento de Benidorm dispone de personal especializado en violencia de género para prestar asesoramiento gratuito a cualquier mujer que se sienta amenazada. Asimismo, reiteran una vez más que las víctimas cuentan con el teléfono gratuito 016, que no deja rastro en la factura telefónica, si bien es recomendable eliminarlo del registro de llamadas de los móviles. Este servicio atiende las 24 horas del día, los 365 días del año y en 52 idiomas.
Igualmente, ante una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). En caso de que no sea posible realizar una llamada y ante una situación de peligro, se puede utilizar la aplicación ALERTCOPS, desde la que se enviará una señal de alerta a la policía con geolocalización. Todos estos medios de asistencia pueden ser activados por la víctima y también por cualquier persona que conozca o sospeche de un caso de violencia de género. Es un deber de toda la sociedad.