El presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han acordado reactivar la mesa de diálogo para resolver el "conflicto político" catalán la tercera semana de septiembre, justo después la Diada, tras fijar una metodología de trabajo y orden del día.
Así lo ha avanzado en rueda de prensa el propio Aragonès, tras reunirse durante más de dos horas y media con Sánchez, en una primera cita formal en la Moncloa que tenía por objetivo sentar las bases de una nueva etapa de "diálogo" entre la Generalidad y el Gobierno. El presidente catalán ha explicado que durante el encuentro se ha constatado que ambos gobiernos parten de posiciones "alejadas" sobre cómo resolver el mencionado conflicto, si bien ambos han coincidido en que el camino es el "diálogo". Aragonès ha admitido que "la negociación no será fácil" porque "no renunciaremos a nada -ha dicho- e iremos con toda la ambición" para forzar un "referéndum de autodeterminación en Cataluña y la amnistía", para lo que la Generalidad será "perseverante".
"Para nosotros, la solución global a esta situación de represión es la amnistía", insistió. "Debemos encontrar la fórmula de satisfacer la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de Cataluña para decidir democráticamente el futuro político del país, y para nosotros esta solución es la autodeterminación. La solución pasa por la amnistía y la autodeterminación"
Aragonès ha avanzado que sus equipos prepararán durante las próximas semanas los contenidos y la metodología de la mesa de diálogo, cuyo único objeto será buscar una solución al "conflicto político". Al mismo tiempo, habrá un segundo ámbito de negociación, dedicado a asuntos de inversión, gestión de fondos europeos o traspasos de competencias, que se tratarán en la Comisión bilateral Estado-Generalidad este mismo mes de julio.
Por otro lado, Aragonès ha pedido a Sánchez dar una "solución global para los exiliados", así como para las "víctimas del Tribunal de Cuentas". Una solución que, en su opinión, pasa por la "amnistía" y por la retirada de las demandas de extradición para los responsables del 1-O, que se fugaron en 2017.
Sobre la posición del Gobierno respecto a sus demandas, Aragonès dejó entrever que Sánchez contempla gestos para los políticos huidos. "La reacción del Gobierno español cuando hablamos de los exiliados le puedo asegurar que está muy clara en ese sentido. La resolución tiene que pasar inevitablemente por el fin de la represión, si no no estaríamos negociando. No es sencillo, porque la represión ya está y hay que resolverla. La posición está muy clara. Marca el camino del fin de la represión y en todo caso será el Gobierno del Estado decir cuál es su posición", recalcó el presidente de la Generalidad.
A la vez, Aragonès reconoció también que la propuesta del Gobierno de Sánchez es "mantener la situación actual, por lo tanto no es una solución porque no incluye a la totalidad de los catalanes y catalanas". Añadió que un nuevo sistema de fianciación o Estatut "no se ha planteado hoy".
Moncloa rebaja las expectativas de Aragonès
En la rueda de prensa posterior al encuentro, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, quiso explicar desde el primer momento que el Gobierno no abordó las peticiones de amnistía y autodeterminación. Sánchez "no ha profundizado en ello", aclaró.
"Le ha invitado a hacer propuestas que permitan avanzar. Aragonés conoce con exactitud el límite que pone el Gobierno a esas cuestiones", aseguró Montero.
En cuanto a los políticos "fugados", dejó claro que la posición del Gobierno es que "respondan ante los tribunales" y que Sánchez no ha insinuado ningún gesto para lo contrario.
De hecho, Montero ha dejado claro que el Gobierno quiere que los políticos "fugados" de la Justicia "respondan" ante los tribunales como han hecho otros promotores del procés, y ha subrayado que con Aragonès Sánchez "no se ha pronunciado" sobre posibles "gestos" de concordia en este sentido, para insistir en que los huidos deben volver y ponerse a disposición judicial.
Primera reunión tras los indultos
Sánchez y Aragonès han tenido esta primera entrevista tras la toma de posesión del presidente del Govern y después de que ambos hayan coincidido en Barcelona en los últimos días en diversos actos. Una entrevista que el Gobierno central ha confiado en que sirva para encauzar una nueva relación de diálogo que permita lo que Sánchez está definiendo como el reencuentro.
La reunión se ha celebrado una semana después de que el Consejo de Ministros aprobase los indultos a nueve líderes del "procés" y horas después de que el Tribunal de Cuentas haya reclamado un total de 5,4 millones de euros a más de una veintena de dirigentes independentistas por los gastos derivados de la promoción exterior con dinero público del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
El Ejecutivo central enmarca esta entrevista en las habituales de Sánchez con los diversos presidentes autonómicos una vez que éstos son elegidos. Pero en esta ocasión tiene otras connotaciones, ya que llega una semana después de que el Consejo de Ministros aprobara los indultos a los líderes independentistas y se espera que se pueda avanzar en el calendario del diálogo entre ambos gobiernos para lo que Sánchez denomina "el reencuentro".