Un informe señala que los exámenes de castellano en Selectividad son más fáciles en Cataluña
Preguntas tipo test, con una gran opcionalidad, lo que permite al alumno obviar las cuestiones más difíciles, y ejercicios sin apenas exigirles sobre sintaxis, morfología y literatura. Los exámenes de Lengua Castellana y Literatura de las pruebas de Selectividad en Cataluña «están a años luz de dificultad» de las pruebas de acceso a la universidad que realizan los alumnos de otras comunidades autónomas como Andalucía, Madrid o Castilla y León. También los ejercicios sobre esta materia contenidos en las pruebas de competencias básicas de cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) son sensiblemente más fáciles que los del resto de comunidades.
Así lo confirman las conclusiones de un estudio impulsado por el sindicato de profesores de secundaria AMES (Acción para la Mejora de la Enseñanza Secundaria) en base al análisis de los cuestionarios de Lengua Castellana y Literatura correspondientes a diferentes pruebas de Selectividad (llamadas EBAU, excepto en Cataluña donde se denominan PAU) que se utilizaron desde el curso 2016-2017 hasta el curso 2020-2021 y de las evaluaciones de final de etapa realizadas también en distintas comunidades autónomas. Los resultados de este análisis, el primero de estas características realizado hasta la fecha, trascienden en pleno conflicto social y político por la ejecución de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de diciembre de 2020, que ordena un 25 por ciento más de castellano en las aulas al considerar que su presencia es «residual» en el sistema. Lejos de aplicar el fallo, la Generalitat considera que el nivel de castellano en las aulas no debe reforzase y que el catalán ha perdido presencia tanto a nivel escolar como social. Por este motivo, ha emprendido una ofensiva ‘de país’ para reforzar la presencia y hegemonía de la lengua autonómica tanto en la enseñanza obligatoria como en la universidad.
El informe, titulado ‘Algunas diferencias entre los exámenes de Lengua Castellana y Literatura de las pruebas de competencias básicas y de las pruebas de acceso a la universidad de Cataluña, respecto a los de otras comunidades autónomas’, responde con un ‘no rotundo’ a la pregunta clave: ¿Tienen, tal como sostiene desde hace años la Generalitat, los alumnos catalanes el mismo nivel de castellano que los alumnos de otras comunidades autónomas?
«Que sepan leer y escribir»
«Tanto en las pruebas de competencias básicas como en la Selectividad los alumnos que sepan leer y escribir algo de castellano, aunque no hayan ido a la escuela, pueden aprobar», señala en declaraciones a este diario el profesor de Filología, Eusebio Murillo, uno de los autores del estudio. «Al margen del nivel de dificultad de los exámenes, es imposible que el dominio del castellano de los alumnos catalanes sea el mismo que el de los alumnos de otras zonas de España porque en Cataluña solo reciben dos horas en esta lengua y el resto son en catalán», asevera el docente.
Antonio Jimeno, presidente de AMES y otro de los responsables del análisis, coincide en que «con lo que se enseña de catalán y el castellano que se habla de manera natural en la calle se pueden aprobar tanto los exámenes para acceder a la universidad como las pruebas de conocimientos básicos de final de etapa que se pasan en Cataluña».
Una vez analizados los 18 modelos de exámenes de Selectividad en los que se basa una parte del informe, sus responsables concluyen que «en los exámenes de castellano de las pruebas realizadas en Andalucía, Castilla-León y Madrid en los cursos 2017-2018, 2019-2020 y 2020-2021, se formularon preguntas de todos los temas del currículum, con un nivel de exigencia adecuado y con una influencia correcta de cada aspecto en la nota final de la prueba». «Por contra, –añaden– en Cataluña y en la Comunidad Valenciana no se exigió todo el programa, se permitió al alumno eludir las preguntas más difíciles gracias a la opcionalidad y se puntuó en exceso unos aspectos que implican menos esfuerzo de aprendizaje».
En este ejercicio (PAU catalana de junio de 2021) se pide el uso de la conjugación sin exigir al alumno la forma verbal ni el tiempo. Se puede acertar «por intuición» - ABC
Este análisis sintáctico de un ejercicio de la EBAU de Madrid de junio de 2021 contiene un nivel de dificultad muy superior al del ejercicio de Cataluña y, además, vale medio punto más - ABC
Ejemplo del nivel de dificultad de las preguntas de análisis sintáctico y de morfología de un examen de Lengua Castellana de la Selectividad de Castilla-La Mancha de junio de 2021. El ejercicio puntua dos puntos y los textos son de una evidente complejidad - ABC
«Todo comprensión lectora»
«En las PAU catalanas y en las pruebas de final de etapa la parte gramatical y teórica es mucho menor que en las pruebas de otras comunidades, centran gran parte de la prueba en la comprensión lectora (en la Selectividad influye en el 40 por ciento de la nota). Hay bastantes preguntas tipo test que no exigen capacidad de expresión al alumno y apenas se requiere al examinado análisis sintácticos o morfológicos de los textos», señala Murillo, quien sitúa en dos puntos por debajo el nivel de dificultad de la prueba de Lengua Castellana y Literatura de la Selectividad catalana con respecto a la de Andalucía, Madrid o Castilla y León.
«En algunos ejercicios de Cataluña se pide a los alumnos que rellenen espacios con los tiempos verbales adecuados sin preguntarles cuáles son. De modo que estos pueden acertar el verbo por intuición sin saber si es un pretérito perfecto simple o un pluscuamperfecto», señala el docente.
Otro dato que subrayan es que, a diferencia de los exámenes de otras comunidades, en Cataluña «se limita la extensión de los ejercicios de expresión escrita a un número concreto de palabras (40, 20 o 30), «algo que no se hace en otras comunidades y que dificulta poder valorar la capacidad de expresión del alumno». «¿Temen que cuanto más se expresen, más puedan equivocarse?», se pregunta Eusebio Murillo.
Los responsables del estudio consideran que no se pueden comparar las notas medidas de la materia de Lengua Castellana de las PAU de diferentes comunidades porque «cada comunidad autónoma hace sus propia prueba, con sus propios contenidos a estudiar y sus propios niveles de exigencia». «De la revisión y comparación de los diferentes modelos de pruebas concluimos que efectivamente los exámenes de Cataluña son más fáciles y que, por lo tanto, las calificaciones de los alumnos catalanes en Lengua Castellana y Literatura no son comparables con las calificaciones que obtienen los alumnos de otras comunidades en las que hay baremos y modelos de ejercicios distintos», precisan.
Prueba única en España
Para poder hacer comparaciones fiables es imprescindible, según subrayan los impulsores del estudio, que todos los alumnos hagan la misma prueba sobre competencias en lengua castellana y que la coordine el Ministerio de Educación. La última comparativa estatal (Evaluación General de Diagnóstico) se realizó en 2010 a los alumnos de ESO de diferentes comunidades. En ella se observó que comunidades como Navarra, Madrid, Castilla y León o Asturias tenían un buen nivel de castellano, Cataluña justo llegaba a la media nacional y otras como la Comunidad Valenciana o Baleares ni siquiera la alcanzaban. «Opinar sobre la situación actual en base a una prueba que se hizo hace doce años es muy poco riguroso».
Textos periodísticos para castellano y autores «prestigiados» para catalán
Otro aspecto a destacar es, según denuncian los autores del informe, que «mientras en el examen de Lengua Castellana y Literatura la mayoría de los textos utilizados son artículos periodísticos, con un lenguaje estándar, en los exámenes de catalán predominan los textos de literatos consagrados, con un lenguaje selecto». El profesor Eusebio Murillo, uno de los responsables del análisis, considera que, «pese a que los textos de castellano usan un lenguaje menos complicado que los de catalán, los exámenes de ambas lenguas son muy fáciles porque las preguntas de esta última prueba no refieren al vocabulario complejo sino a las palabras más asequibles». «Solo es una forma de prestigiar al catalán frente al castellano», denuncia Murillo.
Por otro lado, durante años, se ha mantenido desde diversos sectores que en la Selectividad catalana los exámenes de Lengua Castellana «son sensiblemente más sencillos» que los de Lengua Catalana porque «al Govern le interesa que las calificaciones en Lengua Castellana sean altas y se desmonte la idea de que los preuniversitarios tienen un peor nivel de español que de catalán». Sin embargo, los autores de este informe señalan que «ambos exámenes tienen una dificultad parecida y que ambos son fáciles de aprobar porque están basados en textos y preguntas de extrema sencillez».
El informe, el primero de estas características realizado en España, se conoce en plena ofensiva de la Generalitat por reforzar el uso del catalán en las escuelas y en los campus tras el fallo judicial que le obliga a dar una asignatura más de castellano en todas las escuelas e institutos. El Govern entiende que el catalán «está en peligro y debe rescatarse y que los alumnos dominan perfectamente el castellano al acabar la escolarización obligatoria». Este informe les desmonta su coartada para consagrar la inmersión monolingüe.