LOS CEMENTERIOS DE BENIDORM SE PREPARAN PARA TODOS LOS SANTOS

Ahora son días de mucho trasiego entre los trabajadores y trabajadoras de ambos camposantos que se preparan para que todo esté en orden ante la avalancha de ciudadanos que rendirán culto a sus seres queridos ya muertos. Tanto el día 1, Festividad de Todos los Santos, como las jornadas anteriores, ambos camposantos lucen sus mejores galas para visitantes y difuntos se puedan fundir en comunicaciones que ellos sólo saben y dejarse llevar por la calma que se respira en sus cuidadas calles. ¡En ambos cementerios yace buena parte de la historia Benidorm, al menos desde 1887!

UN REPORTAJE DE BELÉN RICHARTE

        Son estos días de celección y compra de flores, las floristerías no dan abasto por estas fechas los vivos queremos homenajear a nuestros difuntos y todo nos parece poco: corona, centro, búcaros o ramos de flores… hay múltiples maneras con qué agasajar a nuestros muertos. 

 El cementerio de San Jaime, en plena reforma integral, tiene….nichos y colombarios…., se construyó en 1975, sobre una superficie de poco menos de…. metros cuadrados, posteriores reformas le llevaron a expandirse por hasta alcanzar los 91.000 metros cuadrados, pero cuando cuando acabe la reforma, “la más ambiciosa que ha tenido lugar en un cementerio de Benidorm, el de San Jaime tendrá una superficie de 50.000 metros cuadrados, es decir 9.000 metros cuadrados más que tenía en su inauración”, -indica el alcalde de la localidad, Toni Pérez, quien añade, “también constará de una zona de aparcamiento perfectamenre organizada para 600 vehículos y, en su interior, un tanatorio-crematorio”

        El Cementerio de la Virgen del Sufragio

        Son todo panteones que pertenecen a las familias más antiguas de Benidorm. Nuevas disposiciones sanitarias. Apellidos borrados por el deterioro del tiempo que se vierten, de nuevo, sobre el presente. Estos son algunos de los elementos que desde hace unos años acoge la Biblioteca Central de Benidorm, en la que está a buen recaudo el reglamento con el que se dotó al viejo cementerio de la Virgen del Sufragio el 1 de abril de 1887, año en el que el camposanto experimentó una ampliación y pasó a ser de propiedad municipal.

 Origen e historia del 1 de Noviembre

        Como cada año por estas fechas el uno de noviembre vuelve a ser fiesta en todo el territorio español. Pero, ¿sabemos realmente qué se celebra? El Día de Todos los Santos es una fiesta significativa por su origen religioso, lo que la convierte en una celebración con muchos años de historia.

        Esta fiesta tiene su origen a mediados del siglo IX cuando el papa Gregorio IV decidió extender la celebración del 1 de noviembre a toda la Iglesia católica conmemorando a todos aquellos difuntos, que aun habiendo superado el purgatorio, se habían santificado plenamente consiguiendo la vida eterna en presencia de Dios. Esto explica el origen de su nombre ya que en esta fiesta se rinde también tributo a los santos que no han sido canonizados pero viven en presencia de Dios.

Dulces típicos

        Por otro lado están los huesos de santo, una masa de mazapán en forma de tubo que después de ser cocinado es rociado por un sirope adquiriendo una tonalidad beige que da nombre a este plato. Los tradicionales están rellenos de yema de huevo dulce aunque en la actualidad los podemos encontrar rellenos de muchos otros sabores llegando a los más exóticos como la mermelada o coco.

        En la región de Cataluña, Aragón, Valencia e Islas Baleares también son famosos los panellets. Elaborados con una masa dulce hecha con almendra molida, huevo, ralladura de limón y azúcar. Se caracterizan por los piñones que recubren el exterior junto con una fina capa de clara de huevo.Todos estos dulces típicos se pueden encontrar en muchos mercadillos callejeros o ferias que se celebran por estas fechas en toda España.

         Don Juan Tenorio y Todos los Santos

        Aunque hoy ya casi se ha perdido, la fiesta de Todos los Santos ha tenido en el curso de la historia una rica tradición teatral. En la Edad Media se representaba un auto sacramental denominado Baile de la Muerte en el interior de las iglesias. A pesar de su escasa documentación, se sabe que estaba protagonizado por la figura de la muerte, que iba a buscar a varios personajes acompañada de un séquito de almas en pena.

        Pero si hay una representación estrechamente vinculada con la fiesta de Todos los Santos es Don Juan Tenorio, la obra de José Zorrilla, publicada en 1844, narra las aventuras de un galán mítico que ya estaba presente en piezas del siglo XVII, como El burlador de Sevilla y convidado de piedra, atribuida a Tirso de Molina, o Le festin de Pierre, de Molière. Como los difuntos tienen un papel destacado en la resolución del argumento, las representaciones de Don Juan Tenorio se convirtieron en una tradición de Todos los Santos.

Fotografía cedia por Manuel Palazón

La obra, un exponente muy claro del romanticismo castellano, adquirió una fama extraordinaria y, en la segunda mitad del siglo XIX, se representaba año tras año en fechas próximas al 1 de noviembre en la mayoría de teatros del país. Se hizo tan popular que trascendió el mundo del teatro profesional y se empezó a representar en centenares de ateneos y sociedades para actores amateurs.

        Con el paso de los años, también se hizo popular representarlo al aire libre, especialmente con escenificaciones adecuadas al tono de la fiesta, es decir, a la luz de las antorchas y, sobre todo, en cementerios. Una de las escenas más populares de la obra es el diálogo entre el galán y la monja, cuando Tenorio ya está muerto; por eso, en Barcelona una de las representaciones más destacadas es la que se ha hecho durante muchos años en el cementerio modernista del Poblenou.